". . . se podría repetir lo que el país vivió con la Unión Patriótica o UP; cuando una alianza entre élites políticas regionales y locales, narcotraficantes y agentes Estatales liquidó la oposición política naciente”
Las dos orillas, el nuevo portal de internet creado
por el pazólogo León Valencia, anuncia que su ong Arco Iris está próxima a
concluir una investigación de campo realizada en “9 de los 200 municipios
epicentro de la guerra, para conocer cuáles podrían ser las dificultades del
postconflicto” en Colombia. El titular del anuncio es revelador: “De firmarse
la paz, ¿Qué pasaría en las zonas del conflicto?” (1)
En este informe
preliminar se anuncian 9 conclusiones, aunque por ahora solamente destaquen 3
de ellas:
1-
Habrá un aumento de los conflictos
por la tierra (llamados por ellos horizontales) es decir entre Comunidades,
Vecinos, o incluso familiares, surgido de la inseguridad jurídica de los
títulos de propiedad y del destino futuro uso que se le dé a la tierra, y desde
luego, por la manipulación de las expectativas que hagan los dueños
tradicionales de las tierras a través de los organismos del Estado que
controlan.
2-
Como respuesta a los avances del
proceso de paz de la Habana, (bastante anticipada y presumiblemente ligada a la
campaña presidencial); los Terratenientes locales y regionales y sus aliados
oficiales (que el investigador denomina en su lenguaje post-moderno “elites”)
están reforzando la estrategia paramilitar con el objetivo claro de:
a) Cuidar
la tierra despojada y continuar el despojo,
b) Ocupar las zonas que dejen las
FARC u otras guerrillas,
c) “Limitar y controlar el surgimiento de liderazgos
sociales y políticos en las regiones” que están brotando vigorosamente. Es decir
como el mismo investigador lo describe, “este último objetivo de estos grupos,
tal vez sea el más complicado, pues se podría repetir lo que el país vivió con
la Unión Patriótica o UP; cuando una alianza entre élites políticas regionales
y locales, narcotraficantes y agentes Estatales liquidó la oposición política
naciente”.
3-
La tercera conclusión según el
investigador tiene dos aspectos: a)… “A diferencia de otros procesos de paz,
esta vez los guerrilleros que salgan a la paz, no se irán a las ciudades como
lo hicieron los del M19, o los miembros de la Corriente de Renovación
Socialista; por el contrario se quedaran en los municipios donde hicieron
presencia, y allí intentaran participar en política, hacer activismo social, y
en general reconstruir sus proyectos de vida”.
…Y b) “Sin embargo, estos municipios no tienen funcionarios públicos preparados
para la administración del Estado, carecen de ingresos estables, y sobre todo,
no tienen control territorial real en sus municipios”.
Humberto de la Calle, el negociador del gobierno, en el proceso anterior con las FARC. Se levantó por orden del gobierno de César Gaviría y sacrificaron 100.000 colombianos más en la guerra. |
ESTA INVESTIGACIÓN DE CAMPO, además de confirmar lo ya sabido con respecto a los “preparativos” de
los terratenientes, militares con todos sus aliados, y de ponerle una “pizca” de
desconfianza al ambiente negativo del gobierno Santos sobre el futuro del
proceso de paz de Colombia; torna demagógicas, por no decir vacías, las
perentorias palabras de Humberto de la Calle, cuando al iniciar el nuevo ciclo
de conversaciones dijo:
“Para que haya participación de las FARC en política son necesarios
dos tipos de garantías. Por parte del Estado, para su seguridad y para que
hagan oposición dentro de la legalidad. Y de parte de las FARC se requieren
garantías de que dejarán las armas y que actuarán lealmente dentro de las
reglas de la democracia”.
Después de leer
ese informe preliminar, dan ganas de preguntarle en negativo al investigador
sobre el titular:- Bueno, y en caso de no firmarse la paz ¿Qué pasaría? ¿Nada,
cómo afirma persistentemente JM Santos?
O nos volveríamos a encontrar dentro de cien
mil muertos como le pronosticó Alfonso Cano a De la Calle en 1991.