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jueves, 11 de julio de 2013

Tiempos de guerra, tiempos de Paz. Allende La Paz, Cambio Total




Allende La Paz, Cambio Total.

Dicen los abuelos que « todo tiene su tiempo ». Hasta la muerte. Y ello pareciera ser cierto si contemplamos el escenario nacional. Aunque a decir verdad un tiempo se superpone al otro y opaca al primero.

La guerra ha tenido su tiempo. Desde 1948 hemos soportado la guerra y sólo en cortos intervalos hemos tenido los « tiempos de Paz ». La guerra ha sido adelantada desde el Estado contra el pueblo. Ello ha significado sufrimientos y dolor, violaciones de derechos humanos por el Terrorismo de Estado de la DSN, ausencia de políticas en favor de las mayorías, además de 500.000 víctimas y más de 5,6 millones de desplazados en todo el territorio nacioanl, convirtiendo a Colombia en el primer país del mundo productor de desplazados.

Todos los presidentes han ganstado ingentes cantidades de pesos y dólares para aceitar la maquinaria de guerra. El resultado militar ha sido el nacimiento y fortalecimiento de las FARC, hoy FARC-EP, y la derrota de cuanto plan militar les han puesto enfrente para acabarlos. El resultado político ha sido la más estruendosa derrota política porque hoy estamos viendo a las FARC-EP sentada en la Mesa de Conversaciones de La Habana presentando y discutiendo propuestas políticas de solución dialogada al conflicto interno.

Se dice que todo aquel que se embarca en una aventura guerrerista debe tener como norte la Paz. No ha sido así en Colombia. Los agenciadores del estado solo contemplaban una única alternativa: la derrota de las fuerzas insurgentes armadas populares. Por ello, los vemos « dando palos de ciego », erráticos, y el « ciego » de las FARC, Jesús Santrich, dando palos de vidente, viendo muy bien a dónde van.

Igualmente se dice que subterráneamente a la posición oficial, propagandizada ésta por los medios de comunicación en poder de la oligarquía, va naciendo y creciendo una nueva corriente, opositora si se quiere, que lucha por la Paz. Ha ido emergiendo toda una gama de luchadores por la Paz, incluso algunos desde la orilla oficial. Y se ha ido dando lo que se llaman los « amigos de la Paz », que han ido elaborando toda la teoría que sustenta la salida política al conflicto interno.

A pesar de la guerra en que la oligarquía ha sumido a nuestro país son los tiempos de la Paz. Tiempos de Paz que han pasado por las acciones militares de las FARC-EP que han obligado al estado y su gobierno a sentarse en la Mesa de La Habana. La voz de la Paz no puede acallarla el ruido ensordecedor de la guerra. Los disparos de la fusilería y el estruendo de las bombas ha encontrado un pueblo gallardo que no sólo enfrenta la agresión militar, sino que adelanta acciones por la salida política al conflicto, que lucha por la Paz.

Ahí están los Colombianos y colombianas por la Paz, la Marcha Patriótica, la U.P. remozada por un acto de justicia burgués, y naturalmente las FARC-EP, creando a golpe de lucha espacios para ambientar la paz de nuestro país. Ahí están los campesinos, los indígenas, los obreros, los estudiantes, las mujeres, los habitantes de las barriadas, los teatreros haciendo su trabajo, en fin, el pueblo mismo luchando por la Paz. 

Evidentemente que todos quieren ahora montarse al « tren de la Paz » con la pérfida creencia que ellos le darán la dirección que a ellos les interesa. Nada más falso. Nuestro pueblo sabe que « esos » cuando se den cuenta de que no pueden conseguir sus objetivos se lanzarán del tren en movimiento.
 El pueblo sigue adelante hasta la consecución de sus objetivos, la paz con justicia social.


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Publicado por Blogger en CambioTotalRevista el 7/11/2013

martes, 9 de julio de 2013

La democracia colombiana es una vergüenza, Santos. Por Timoleón Jiménez, comandante de las FARC-EP

El abandono estatal en la región de Catatumbo no incluye a las Fuerzas Militares. Así es toda Colombia.




Por Timoleón Jiménez, Comandante de Estado Mayor Central de las FARC-EP


Timoleón Jiménez
08/07/2013 / Por encima de las divergencias de opinión y enfoque, una ojeada a la prensa nacional permite formarse una idea del país en que vivimos. El 6 de julio, por ejemplo, reviso la relación periodística del día anterior y no puedo menos que intentar un breve comentario al respecto. Por razones obvias, prefiero las noticias relacionadas con el conflicto colombiano y la paz.

Bajo el titular Condenan a tres militares a 32 años de prisión por falso positivo, leo sobre el fallo de un Juzgado de Medellín contra el capitán John Alexander Sandoval Díaz, el subteniente Edwin Leonardo Tora Ramírez y el cabo Carlos Medardo Cuesta Pizarro. Por encima de la versión oficial sobre los hechos del 18 de mayo de 2004, primaron los testimonios en el sentido de que las víctimas fueron apartadas, golpeadas, acusadas de guerrilleros y acribilladas en cercanías de la finca en la que trabajaban en Ituango, Antioquia.

También leo que el actual embajador de Colombia ante los Estados Unidos, ha sido denunciado penalmente por la adquisición fraudulenta de 40.000 hectáreas de tierras baldías en el Vichada, destinadas a convertirse en ingenios azucareros, y que su firma de abogados Brigard y Urrutia es investigada por el Consejo Superior de la Judicatura por los mismos hechos, que judicialmente han sido tipificados como asesoramiento ilegal, falsedad en documento privado y estafa.

Encuentro que funcionarios de la Defensoría del Pueblo acompañaron la salida de seis familias del municipio de Valencia, Córdoba, con el fin de salvaguardar sus vidas e integridad personal. En total se trató de 34 personas, entre ellos 22 menores. Todas eran familiares de un líder reclamante de tierras que fue asesinado en días pasados. Fueron acompañados también por funcionarios de la Misión de apoyo al Proceso de Paz de la OEA (con los paramilitares) y la Policía Nacional.

La llamada crisis del Catatumbo, originada por las protestas del campesinado, es objeto de diversos informes. Por una parte, el Viceministro de Trabajo José Noé Ríos advierte que el gobierno está listo para sentarse a conversar, siempre que los labriegos levanten el paro que realizan.

Por su parte, el Vicefiscal General de la Nación, Jorge Fernando Perdomo, explica que determinará si se han presentado hechos ilícitos en la movilización. Su intención es manifiesta: La fiscalía está valorando información para… ver si algunas personas que participan en estas marchas pueden ser objeto de alguna medida o acción judicial.

Dicha noticia se relaciona con la titulada Por protestas en el Catatumbo, Santos cita a reunión extraordinaria. En ella se indica que el Presidente convocó al mininterior y al viceministro de defensa para discutir la situación que se vive en la región del Catatumbo. Y se aclara que La decisión del mandatario de pedir ‘cuentas’ se da luego de conocerse que uno de los líderes de la protesta, César Jerez, fue relacionado con las Farc.

Juan Diego Restrepo, con el titular La del Catatumbo, una triste historia, escribe para Semana Online una crónica en la que resume el viejo conflicto. Y subtitula: Ante el fracaso del Estado en la región del Catatumbo, a las autoridades solo les queda estigmatizar la protesta campesina y sus justas peticiones.

En eso coincide con Leonardo León, quien escribió para Prensa Rural una nota titulada En defensa de César Jerez. Es probable que la clave del asunto se halle en el último párrafo de su artículo, que dice: Esperemos que la Mesa de Interlocución y Acuerdo llegue a feliz término, que el poder militar y el poder mediático cesen sus acciones de odio contra el campesinado y que la zona de reserva campesina para el Catatumbo sea una realidad para frenar la gran minería y el latifundio en beneficio de las comunidades que sólo quieren vivir en paz.

Pasando al tema de la paz, reseño el artículo de fe del periodista Enrique Santos Molano en el diario El Tiempo,Una paz para mascar. De manera serena, describe el actual proceso así: Lo que hay en La Habana no es una charla cordial de amigos alrededor de unos tragos y sobre temas en los que no necesitan discutir, porque están de acuerdo. Es una conversación entre enemigos, que tienen cada uno su punto de vista, que defienden sus respectivas posiciones, y que en medio de sus divergencias intentan conciliar un acuerdo…


Y remato este largo resumen con el titular del diario El Espectador: FARC plantean que Ejército y Policía sean fuerzas para la paz. La guerrilla insta a la celebración de ese debate nacional.

Falsos positivos probados, seguramente objetos de apelaciones y demás recursos, con pleno respaldo de las instituciones militares y el Estado empeñados en probar a ultranza la inocencia de sus leales tropas. La legalidad violada abiertamente por cuenta de sus más preclaros representantes en el campo internacional, por cuenta de la codicia generada por la locomotora agroindustrial. La misma que consigue, por encima de la ley de víctimas y de restitución, que ahora, con apoyo humanitario oficial e internacional, continúen los desplazamientos forzados en el país.

Videos y fotografías que circulan, permiten observar la desbandada masiva provocada por el Ejército Nacional y la Policía, tras emplear sus armas de fuego contra la marcha campesina en Ocaña. Dos muertos y nueve heridos a bala no significan nada para el Estado colombiano porque se trata de campesinos humildes. En cambio urge investigar y judicializar a sus líderes. O mandarlos matar, si es posible. Esa, ni más ni menos, ha sido la causa del conflicto armado interno.

La misma lógica con que se exige a los campesinos levantar el paro para entrar en conversaciones, nos exige a nosotros desmovilizarnos primero para hacer política. Lo acordado con los campesinos siempre ha sido incumplido, al tiempo que a nosotros siempre nos han cerrado violentamente la vía de la política abierta. Si los de abajo exigimos que los gobernantes cambien su modo de relacionarse con nosotros, tan solo obtenemos que crezca la hilaridad de los poderosos y su prensa.

La terminación del conflicto y la paz no van a ser producto de conciliábulos entre gobierno y guerrillas en el exterior, sino el producto de profundas transformaciones en la vida colombiana. Definitivamente el modelo de democracia que defiende la oligarquía de este país, no va más. Quedó claro en el Foro sobre Participación Política, lo exigen la serie de paros y protestas anunciados, lo atestan 49 años de lucha armada continua, lo certifican las miles y miles de vidas ahogadas en sangre.

Se puede leer en las noticias. El modelo de imposiciones e intolerancias se ha agotado. La democracia colombiana, por encima de los discursos, es una vergüenza, Santos. Vamos a cambiarla.

Timoleón Jiménez
Comandante de Estado Mayor Central de las FARC-EP



Pensamientos y opiniones europeas sobre los diálogos de paz FARC-EP/Gobierno de Colombia. (II entrega)



 

“Sí los colombianos apoyan, el proceso de paz irá al final”

“La izquierda europea tiene un deber de solidaridad con el proceso de paz colombiano”


http://www.lecourrier.ch/ Benito Pérez, Codirector jefe de Redacción del Diario Le Courrier de Ginebra, Suiza, especializado en temas Latinoamericanos.

Por Eliecer Jiménez Julio, Ginebra, Suiza*


Para Benito Pérez uno de los más reconocidos periodistas suizos especializados en los temas latinoamericanos en Europa, existen dos visiones sobre lo que está ocurriendo en La Habana, Cuba con relación a los diálogos de paz que llevan a cabo el gobierno colombiano y la insurgencia de las FARC-EP. La primera visión para los que siguen con interés el tema Colombia se entiende que está ocurriendo algo histórico y que la situación allí es muy interesante y ese diálogo es visto por esta gente como un momento clave.



“Yo creo que el público europeo en general también militante pero que no conoce muy bien Colombia no se dan cuenta del momento que vive ese país en términos políticos, de los diálogos de paz, también en términos sociales que está muy fuerte allá, pienso que no hay conciencia en gran parte de la población europea sobre lo que está ocurriendo allí”. Para el periodista y analista Benito Pérez es muy difícil establecer las causas de este “desinterés” y para el existen diversas situaciones:



El comunicador dice “durante muchos años hubo una propaganda muy fuerte de parte del ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, diciendo que en Colombia hay un gobierno democrático y que está luchando contra terroristas y narcoterroristas etc. Y esa versión entró en la cabeza de los europeos, los políticos recibieron a Uribe como un héroe, los medios de comunicación dieron esa visión y la gente no entiende muy bien porque de repente hoy estamos hablando de un proceso de paz cuando no había guerra, difícil de entender cuando se está siguiendo la actualidad de lejos, cuando no había guerra y había un problema de policía de terrorismo y ahora estamos hablando de diálogos de paz, la gente no entiende bien lo que está ocurriendo; pero para la gente que sabía que en Colombia había un conflicto armado interno, estos diálogos de paz que se están dando se entiende como un momento histórico muy importante”



Para el periodista helvético, Codirector jefe de Redacción del Diario Le Courrier de Ginebra, Suiza, especializado en temas Latinoamericanos. “los diálogos de la Habana, tienen muchos intereses, el primero es que viene en un momento muy favorable, donde América Latina está buscándose un camino alternativo, propio, de unidad y donde los regímenes democráticos se han fortalecido en casi todo el Continente con excepción de Paraguay y Honduras y queda discutido claro en Colombia, creo que eso lo entendió la burguesía colombiana, lo entendió también la izquierda colombiana, los dos consideraron el momento propicio para ir adelante con sus objetivos, claro está que son objetivos diferentes, pero para cada uno tiene razones de pensar que es el buen momento.



Para la burguesía, porque es un momento de integración, momento donde la economía pide colaboración con los países alrededor, pide crecer y claro para eso la guerra estorba y para la izquierda porque da más garantías un proceso de paz y cuando tienes democracias alrededor de Colombia que observan lo que está ocurriendo, masacres del tipo de la Unión Patriótica, hoy parecen imposible y además de ver los movimientos sociales obtener victorias en los países vecinos, obtener gobiernos etc da mucho impacto a la vía democrática y yo creo que la izquierda colombiana quiere normalizarse y ganar en democracia, entonces yo creo que los principales actores del conflicto tienen cada uno intereses en ir a la paz, exceptuando los sectores más arcaicos de la derecha colombiana ligados a los paramilitares son los que no están interesados en la paz”.



Quisimos conocer la visión del periodista Benito Pérez, en cuál podría ser el interés de Europa en el proceso de paz FARC-EP/Gobierno y los beneficios que esto les reportaría a los europeos, el comunicador respondió:” Los intereses para los europeos son diferentes, yo diría que la izquierda europea tiene un deber de solidaridad con el proceso de paz , tiene un deber de hacer algo para acabar con esta guerra que viene desde el año 48 que es un drama para los colombianos y también tienen el deber de ayudar los mismos colombianos de construir un país más justo y no solo parar la guerra”.



“Pero por otro lado los intereses de las multinacionales europeas no son exactamente las mismas tiene también interés para poner pie en Colombia, que hasta ahora es más el paraíso de los Estados Unidos que de Europa y una situación de paz podría ayudarles a las multinacionales a trabajar más fácil en Colombia; a pesar que los intereses de los países europeos no son todos iguales”.



Referente a cómo puede traducirse la solidaridad de los europeos con el proceso de paz en Colombia, el experto periodista suizo nos dijo: que “es un poco complicado porque la primera cosa es la información y aquí en Suiza tenemos muchos militantes que hacen muy buen trabajo de información y estamos bien al tanto de lo que ocurre en Colombia, la dificultad está en tocar los grandes medios de difusión, pero la solidaridad suiza hace un gran trabajo así sea para denunciar las actividades de las multinacionales, de los paramilitares en Colombia y explicar lo que hoy está pasando con la esperanza del proceso de paz debe ser ayudado por los países europeos, pero es verdad que el movimiento social globalmente en Suiza y Europa se interesa poco por lo que está ocurriendo en Colombia y es una pena porque es una situación importante, es un país importante que vive una guerra muy larga y que necesita de nuestra solidaridad” .



Referente a los diálogos de la Habana entre el gobierno y las FARC-EP, el periodista de Le Courrier, Benito Pérez dijo que se mostraba más optimista que nunca, “jamás pensé o había imaginado que las cosas se pondrían tan favorables en poco tiempo, no estoy minimizando, se que los problemas son muy grandes, la visión que tiene la insurgencia y gran parte de los colombianos y la visión que tiene la burguesía colombiana no es la misma, los intereses no son los mismos y que hay experiencias pasadas muy complicadas de cómo acabar una confrontación armada interna y que no fueron muy favorables como en América Central, sé que hay dificultades, pero hay un contexto internacional y nacional también con un movimiento social que parece más fuerte que desde los años 90s. Por lo que hay elementos que parecen enseñar que hay un camino posible de cara a la paz y que ahora va depender bastante de cómo la población colombiana se vuelque o no con el proceso de paz”. El analista insistió en que “la presión internacional es muy importante, pero lo primero son los colombianos, si los colombianos apoyan el proceso, el proceso de paz irá al final”



El comunicador suizo Benito Pérez, director de redacción del diario ginebrino de izquierda Le Courrier, sin atreverse a dar una recomendación a los delegados de paz de las FARC-EP en La Habana, expresó que” ellos las FARC-EP lo están haciendo muy bien, tomando el tiempo de tratar las cosas a fondo y con buena voluntad, pero lo que querríamos todos aquí en Europa es tener más información sobre lo que se está discutiendo, sabemos de las complicaciones de informar, el secreto y hasta el bloqueo que hace difícil la comunicación, pero es necesario que sepan de lo importante de dar a conocer a los europeos lo que ocurre allá, para no olvidar”.



Finalmente y como resultado de esta entrevista el Diario Le Courrier y el capitulo Europa del Observatorio de DDHH Paz y Conflicto “Alfredo Correa D’ Andreis” Universidad Distrital de Bogotá realizará a mediados de septiembre en Ginebra, Suiza, un conversatorio sobre Las Luchas sociales y los diálogos de paz en Colombia con participación de todos los interesados en el tema. 

*Observatorio de Derechos Humanos Paz y Conflicto “Alfredo Correa D’ Andreis” Universidad Distrital de Bogotá-Capitulo Europa –Suiza.




miércoles, 3 de julio de 2013

De firmarse la paz en Colombia. . . . Por Alberto Pinzón Sánchez

". . . se podría repetir lo que el país vivió con la Unión Patriótica o UP; cuando una alianza entre élites políticas regionales y locales, narcotraficantes y agentes Estatales liquidó la oposición política naciente”



Las dos orillas, el nuevo portal de internet creado por el pazólogo León Valencia, anuncia que su ong Arco Iris está próxima a concluir una investigación de campo realizada en “9 de los 200 municipios epicentro de la guerra, para conocer cuáles podrían ser las dificultades del postconflicto” en Colombia. El titular del anuncio es revelador: “De firmarse la paz, ¿Qué pasaría en las zonas del conflicto?” (1)

En este informe preliminar se anuncian 9 conclusiones, aunque por ahora solamente destaquen 3 de ellas:

1-    Habrá un aumento de los conflictos por la tierra (llamados por ellos horizontales) es decir entre Comunidades, Vecinos, o incluso familiares, surgido de la inseguridad jurídica de los títulos de propiedad y del destino futuro uso que se le dé a la tierra, y desde luego, por la manipulación de las expectativas que hagan los dueños tradicionales de las tierras a través de los organismos del Estado que controlan.     

2-    Como respuesta a los avances del proceso de paz de la Habana, (bastante anticipada y presumiblemente ligada a la campaña presidencial); los Terratenientes locales y regionales y sus aliados oficiales (que el investigador denomina en su lenguaje post-moderno “elites”) están reforzando la estrategia paramilitar con el objetivo claro de: 
a) Cuidar la tierra despojada y continuar el despojo,
b) Ocupar las zonas que dejen las FARC u otras guerrillas,
c) “Limitar y controlar el surgimiento de liderazgos sociales y políticos en las regiones” que están brotando vigorosamente. Es decir como el mismo investigador lo describe, “este último objetivo de estos grupos, tal vez sea el más complicado, pues se podría repetir lo que el país vivió con la Unión Patriótica o UP; cuando una alianza entre élites políticas regionales y locales, narcotraficantes y agentes Estatales liquidó la oposición política naciente”.

3-    La tercera conclusión según el investigador tiene dos aspectos: a)… “A diferencia de otros procesos de paz, esta vez los guerrilleros que salgan a la paz, no se irán a las ciudades como lo hicieron los del M19, o los miembros de la Corriente de Renovación Socialista; por el contrario se quedaran en los municipios donde hicieron presencia, y allí intentaran participar en política, hacer activismo social, y en general reconstruir sus proyectos de vida”.

…Y b) “Sin embargo, estos municipios no tienen funcionarios públicos preparados para la administración del Estado, carecen de ingresos estables, y sobre todo, no tienen control territorial real en sus municipios”.


Humberto de la Calle, el negociador del gobierno, en el proceso anterior con las FARC. Se levantó
por orden del gobierno de César Gaviría y sacrificaron 100.000 colombianos más en la guerra.


ESTA INVESTIGACIÓN DE CAMPO, además de confirmar lo ya sabido con respecto a los “preparativos” de los terratenientes, militares con todos sus aliados, y de ponerle una “pizca” de desconfianza al ambiente negativo del gobierno Santos sobre el futuro del proceso de paz de Colombia; torna demagógicas, por no decir vacías, las perentorias palabras de Humberto de la Calle, cuando al iniciar el nuevo ciclo de conversaciones dijo:

“Para que haya participación de las FARC en política son necesarios dos tipos de garantías. Por parte del Estado, para su seguridad y para que hagan oposición dentro de la legalidad. Y de parte de las FARC se requieren garantías de que dejarán las armas y que actuarán lealmente dentro de las reglas de la democracia”.

Después de leer ese informe preliminar, dan ganas de preguntarle en negativo al investigador sobre el titular:- Bueno, y en caso de no firmarse la paz ¿Qué pasaría? ¿Nada, cómo afirma persistentemente JM Santos?

 O nos volveríamos a encontrar dentro de cien mil muertos como le pronosticó Alfonso Cano a De la Calle en 1991.  








miércoles, 26 de junio de 2013

El Quicio de la Habana. Por Alberto Pinzón Sánchez.



Por allá en los años 70, en la universidad nacional de Bogotá, un compañero estudiante tuvo la idea de poner en una bicicleta adaptada, una venta ambulante de perros calientes con mostaza: era “el carrito de los perros de sociología”. Pero el “espíritu empresarial” del estudiante, no solo estuvo en esa idea que pretendía quitar con poco dinero, el hambre de los estudiantes que salían hambreados después de comer el almuerzo oficial de la cafetería de la universidad, sino en el cartelito con letras rojas que colgó de los manubrios de la bicicleta y que decía: “Estos perros calientes no son tan malos como el Decano de la facultad dice, ni tan poco tan buenos como mi esposa lo pregona”

Este recuerdo me viene, ahora que las Farc-ep han propuesto una Asamblea Constituyente como un “pacto de paz colectivo, indispensable y definitivo” para que en un ambiente tan santanderista como el colombiano, se refrende, se asegure y se cumpla en el tiempo lo acordado o pactado. La propuesta tan antigua como el conflicto colombiano mismo, tiene que ver con “la ley de leyes” con la que la oligarquía trasnacional ha mantenido durante siglos, a sangre y fuego, su dominio, explotación y opresión neoliberal sobre el conjunto de clases subordinadas y sectores oprimidos de la sociedad, que en breve se denomina “el pueblo trabajador colombiano o gente del común”.

 Una ley de leyes o Constitución reaccionaria, clerical y excluyente, que se impuso sobre los escombros de la guerra civil de 1885, ganada por los latifundistas y grandes exportadores de productos agrarios y se prolongó por más de 100 años, hasta 1991, cuando presionada por “la mano invisible” del libre mercado global, Cesar Gaviria y sus ministros incluido los del M19, convocaron una Asamblea Constituyente amarrada (no sin antes atacar casa-verde) y promulgaron la constitución de 1991 sobre la cual se ha desarrollado “la legitimidad y legalidad” de la guerra contrainsurgente y el terrorismo de Estado actuales y vigentes: No es sino mirar el “sustento legal” con la que el ejército y la policía colombianas están fusilando civiles en el Catatumbo.

La propuesta de una Asamblea Constituyente como pacto de paz colectivo, para refrendar lo acordado y finalizar el conflicto interno, obviamente tiene como fin prioritario modificar la correlación política dominante hegemonizada por los latifundistas tradicionales, a la vez que desarrollar un nuevo pacto social que haga viable a Colombia en el mundo actual globalizado. Y eso, implica una modificación a la actual ley de leyes de la oligarquía trasnacional y sus aliados “democráticos internos”.

Y aquí es donde viene el recuerdo del cartelito del carro de los perros calientes de sociología: La constitución del 91 no es tan buena como dice Humberto de la Calle o Navarro, ni tampoco lo que dicen sus más enconados opositores.

Personalmente creo que la constitución colombiana del 91, haciendo importante salvedades, contiene aspectos positivos sobre todo en lo que se refiere a los derechos humanos y algunos derechos de las minorías y comunidades. Pero, también tiene innumerables aspectos negativos que a lo largo de estos años han demostrado en la práctica y en la vida ser soportes de militarismo y del neoliberalismo-autoritario (valga el pleonasmo) fuentes de conflicto y muy inconvenientes para la paz, el progreso social y la soberanía. Y por lo tanto deben ser corregidos y enmendados si se desea verdaderamente la paz definitiva para el pueblo colombiano.

En todo proceso de acuerdo, así sea comercial o político, cada una de las partes posee un Dintel (máximo) y un Umbral (mínimo) y entre estos está el Vano de la puerta. Generalmente, el dintel de la contraparte es mi umbral y viceversa. Pero si desea sinceramente llegar al acuerdo, no es sino mirar que la cerradura de toda puerta está a la altura de la mano. Cerca de su mitad.

Creo sinceramente que los representante y diplomáticos tanto del Estado colombiano como los de las FARC-ep sentados en la Habana buscando finalizar el conflicto armado interno, están en capacidad y pueden acordar fácilmente cuales aspectos de la Constitución del 91 merecen dejarse a perdurar, y cuales deben ( necesariamente) ser modificados, cuidándose muy bien no darle campo al fascismo. Lo demás es llegar a la cerradura sobre cómo se constituiría esa constituyente y como se refrendaría democráticamente lo acordado, para que no se “salga de quicio” todo el proceso de paz, que es lo que están empeñados en lograr a toda costa Uribe Vélez con sus enanitos.



jueves, 20 de junio de 2013

Los intolerantes “descubren” carácter político de las FARC

Guerrilleros en formación en un campamento de la guerrilla de las FARC-EP



Por Domínico Nadal, Cambio Total.

Parece que los miembros del establecimiento colombiano están “descubriendo” el carácter político de las propuestas de las FARC-EP. Apenas ahora se dan cuenta de esos planteamientos, a pesar de que toda la vida los han propuesto. Ese carácter político de las FARC ha significado en que, por ejemplo, todas sus acciones militares tengan un norte político, la salida política del conflicto interno.

Por ello no nos extraña que la insistencia de las FARC-EP sobre la Constituyente sea un punto fundamental en las propuestas de la organización revolucionaria. Propuesta que, quien lo creyera, es calificada como “contra-revolucionaria” por el minInterior del régimen de JM Santos. Nos causa risa ver a éstos pelafustanes en funciones ministeriales tratando de utilizar la fraseología revolucionaria para desvirtuar los planteamientos revolucionarios. Lo que a su vez demuestra que desde la orilla oligárquica carecen de argumentos desde su retardatario ideario para oponerse a la realización de una Asamblea Constituyente.

Evidentemente que los “intolerantes” de hoy, en el pasado esgrimieron el anti-comunismo, el anti-marxismo-leninismo, como caballito de batalla para exterminar a bala y masacres las organizaciones populares, es decir, esos representantes burgueses siguen practicando el más vulgar anticomunismo, quizá por saber que es la ideología que plantea la solución de los ingentes problemas que padece la humanidad. El exterminio de la Unión Patriótica (U.P.) y sus 5.000 líderes asesinados es prueba irrefutable. Las 500.000 víctimas asesinadas son prueba de nuestro aserto. Las víctimas todas desde antes de 1948 muestran la intolerancia de la oligarquía contra las propuestas populares.

Los 10 puntos de las FARC-EP sobre la Participación Política acordado en la Mesa de La Habana son un resumen de la cantidad de exclusiones que padece el pueblo colombiano por cuenta de la oligarquía en el poder. Y naturalmente las FARC tratará de resarcir a su pueblo. No entraremos en detalles, pero todas apuntan a la más completa modernización del aparato estatal –y todavía no estamos hablando de construcción del socialismo !-, y ya los representantes de la oligarquía-terrateniente están lloriqueando porque esa modernización les podría significar la pérdida del poder.

Ese carácter político tiene preocupado al inquilino de la “Casa de Nari”. La propuesta de acabar el régimen presidencialista que hoy rige para el aparataje estatal desvela a los oligarcas ya que la actual figura del presidente es en realidad un monarca que utiliza otro nombre, “presidente” en vez de “rey”. Mas su carácter es monárquico. Por ello, sus inquilinos se creen “reyezuelos” y por ello su título es eterno. Los llaman “presidentes” per secula seculorum así su período haya terminado muchos años atrás.

Esos intolerantes refuerzan día a día su modelo excluyente y anti-popular. La reciente aprobación del “fuero militar” va en dirección contraria del discurso gubernamental en la Mesa de la Habana y de todas las acciones gubernamentales. El fuero militar aprobado sólo significa impunidad para todas las acciones militares y ello muestra que las violaciones de los derechos humanos –cuya impunidad alcanza el 99%- seguirá hasta que algún logremos desmontar la Doctrina de Seguridad Nacional y su Terrorismo de Estado y dotemos a las fuerzas militares de una doctrina bolivariana.

En conclusión, a pesar de la Mesa de Conversaciones de La Habana el estado –y su gobierno- se está preparando para más guerra y en mayor escala.

Artículo relacionado:


miércoles, 19 de junio de 2013

Los “civiles” congresistas que aprobaron el fuero militar. Por Allende La Paz




En momentos en que se adelantan conversaciones de Paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno se aprueba el “fuero militar”. Conversaciones que buscan atacar las causas del conflicto armado interno. Ante ello, nos preguntamos, no es una señal en la dirección equivocada ? No envía el gobierno el mensaje, entre otras cosas, de que la “guerra continuará” ?

El fuero militar busca “blindar” a los militares por sus excesos en desarrollo de todas sus acciones. Todas, sin excepción. La impunidad que significa la “justicia militar” la hemos tenido a lo largo de los años de conflicto interno. No necesitábamos otra muestra. Mas si lo que se trataba era de “blindar” el accionar militar ante la justicia nacional, abren un “boquete” para que las denuncias se lleven al estrado internacional. Tremendo error cometido por el Ejecutivo y el Legislativo (un Congreso súper corrupto).

“Blindar” a las fuerzas militares hubiera sido más fácil con el cambio de doctrina militar –desechar la Doctrina de Seguridad Nacional con Terrorismo de Estado-, por una doctrina bolivariana que contemplara que las fuerzas militares están para defender la soberanía nacional –esa que se entrega a las multinacionales sin ningún pudor- y las fronteras patrias de ataques externos.

Mas no. El “fuero militar” traza una línea totalmente difusa entre civiles y combatientes. Si antes esa línea era supremamente difusa, hoy se ha borrado totalmente al considerar “blancos legítimos” a cualquier persona que según la óptica militar –y gubernamental y congresional- participe del conflicto. Ejemplos hay muchos. Desde el campesino que le da agua a un guerrillero hasta los “civiles” parlamentarios que aprueban un”fuero militar”. Esto le da una justificación cien por ciento al accionar guerrillero que considera legítima su lucha contra el estado en su totalidad. Acaso el poder legislativo no participa en la confrontación al aprobar los presupuestos conque el gobierno “premia” a los militares ? Acaso los diputados del Valle no participaban de la confrontación ? Acaso los politiqueros corruptos asentados en el Congreso no participan en la confrontación al aprobar el “fuero militar” ? Acaso no conocemos la maguala impúdica políticos-militares-narcotraficantes?

Además, no está el “fuero militar” aprobado incentivando los “falsos positivos” o ejecuciones extrajudiciales ? No está el “fuero militar” demostrando al mundo que en Colombia hay una orientación estatal de ejecutar extrajudicialmente a los colombianos que los militares consideran “combatientes” ? En Colombia supuestamente no está aprobada la ejecución judicial, la pena de muerte, mas ella la aplican los militares contra todos los campesinos, indígenas, manifestantes populares, que ellos consideran “atacan el statu quo”. Esa es la triste realidad.

Que no vengan ahora con estridencias a exigirle a las FARC responsabilidad por la muerte de los 11 diputados del Valle porque ellos –miembros del legislativo- participaban por acción y omisión en la conflicto interno. Que no vengan a exigirle cuentas a las FARC si en el futuro considera legítimo atacar el parlamento o algunos parlamentarios. Ellos le están demostrando a los colombianos y al mundo que ya no hay ninguna línea divisoria entre combatientes y no combatientes.

Los “combatientes congresistas” se han colocado ellos mismos la soga al cuello. Ellos demuestran lo aseverado hace muchos años. Ellos son combatientes del lado estatal.


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Publicado por Blogger en CambioTotalRevista el 6/19/2013

martes, 18 de junio de 2013

El bípedo implume. “¿Para qué quieren a toda costa desarmar anticipadamente las insurgencias guerrilleras colombianas?”




El bípedo implume

Por Alberto Pinzón Sánchez


La batalla diplomática y de ideas que se desarrolla en la Habana, entre el Estado colombiano y las FARC-EP, en una primera fase ha mostrado al mundo que el largo y complejo conflicto colombiano es un “bípedo implume” que camina sobre dos patas: Una, si se quiere la Izquierda, es la herencia colonial española, intacta hasta hoy día, de la tenencia de la tierra, y la otra, talvez la derecha, es el Terrorismo de Estado con todos sus antecedentes políticos y militares. Veamos:

1- bipartidismo hegemónico.

2- Violencia chulavita conservadora (paramilitarismo conservador 1948-1953).

 3-Dictadura bipartidista de Gurropín y bombardeos masivos sobre los Llanos, Tolima y Sumapáz.

 4-Frente Nacional bipartidista y guerrillas liberales limpias.

5- Bombardeos del Plan gringo LASSO sobre Marquetalia y Riochiquito.

6-Seguridad Nacional de Turbay.

7- Tregua de Belisario y Exterminio de la Unión Patriótica.

8-Bipartidismo neoliberal ampliado con los paramilitares “comandos populares” del EPL (guerrilleros maoistas desmovilizados que formaron el partido)-Esperanza Paz y Libertad (que hicieron alianza paramilitar con las AUC para exterminar a la izquierda de la UP y el PCC, sobre todo en la región bananera de Urabá).

9- Ingreso pleno del narcotráfico en la política de Colombia, con el financiamiento de la campaña de Samper Pizano.

10- Guerra Contrainsurgente.

11-Perfidia de Pastrana y nacionalización de las AUC de Carlos Castaño-Mancuso y cía.

12. Estado de Opinión (de tres huevos) de Uribe Vélez y el primo de Pablo Escobar.

13-Captura definitiva del Estado por los narco-para-políticos.

14-Falsos Positivos, tragedia humanitaria, y, elección de Juan Manuel Santos ect. Y. . .

15- finalmente apertura de un proceso de paz en la Habana. En lo que estamos.

Se ha acordado (no negociado) tras largos meses de conversaciones diplomáticas en donde se ha combinado la Política con la economía, la sociología, la antropología y demás ciencias humanas auxiliares; evacuar el primer punto de la agenda pactada sobre el Asunto Agrario. Ha sido un acuerdo eminente político, sobre un asunto político y con repercusiones eminentemente políticas, como lo demostró en la práctica la respuesta de Uribe Vélez y sus latifundistas ganaderos, y así lo ha entendido no solo el último de los campesinos colombianos despojados de su tierra, sino todo el mundo civilizado.

Sin embargo, el gobierno de Santos, afanado por su futuro personal y la premura electoral de su reeleción presidencial, más no por el futuro del país y su población; insiste (apoyado irrestrictamente por la falsimedia que maneja) en continuar rotulando a sus interlocutores como “terroristas”. Una de las características de los Ludópatas como lo describió magistralmente Dostoievski en el Jugador, es no aprender de la realidad. Pero bueno…        

Se ha dado paso a una segunda fase de esta batalla de ideas y propuestas, que también está demostrando la pobreza mental del trust mediático y desinformador al servicio del Ministerio de Guerra de Colombia, que con su pretensión inicial de convertir el proceso de la Habana en “un negocio rapidito de toma puestos en el congreso y daca tus armas”, ahora pretende atravesar la pollina del NO rotundo a la propuesta de una “indispensable” Asamblea Constituyente, para no discutir (aquí y ahora) la otra pata del cojo. El Terrorismo de Estado y sus antecedentes político-militares arriba mencionados.

Y para ello nada mejor que un “buen Santanderista”, experto en leyes es decir en urdir y tejer la trampa; para que convenza con su doble moral a los bobos de la patria boba, de que la Constitución neoliberal del 91 es un tratado maravilloso y vigente de Paz y Justicia Social, de Democracia y Soberanía.

·         Que en los escasos 22 años de vigencia no ha sufrido ni una sola enmienda personalista.
·         Que ha resuelto con su prolongación de la Ley 100 todos los problemas de Salud de los colombianos.
·         Que con una Fiscalía que le cuesta al país varios millones de dólares al día ha resuelto el problema Político de la corrupción y de la impunidad.
·         Que el ordenamiento territorial allí consignado se ha realizado en un 0,01%. Que la apertura neoliberal allí autorizada ha resuelto el problema a cafeteros, paperos, cebolleros, lecheros y demás.
·         Y que los 6 millones de campesinos desplazados y despojados legalmente de sus propiedades son migrantes internos en busca de nuevos mercados.

En fin, que la democracia colombiana es igual a la de Estados Unidos (su modelo) donde no hay ningún fraude o delito contra el voto, ni contra los electores y en donde todos invocando ese “hermoso vallenato puesto en forma de código” como llamó Gómez Méndez a esa Constitución del 91, no han sufrido el Terrorismo de Estado que dicha “ley de leyes” permitió, cohonestó y legalizó. Y por lo tanto, es inconveniente o no conveniente convocar una Asamblea Constituyente que la remplace, porque la “última ratio” del “coco” de Uribe Vélez, pude poner muchos asambleítas que nos devolverán literalmente a la edad de piedra.

Entonces uno desconcertado tiene la urgencia de preguntarse ¿Para qué sirve la lucha armada sino es para derrotar al fascismo con su Terrorismo de Estado? ¿Para qué quieren a toda costa desarmar anticipadamente las insurgencias guerrilleras colombianas?

¡Para seguir en lo mismo. Definitivamente no aprenden de la realidad! 

La Nueva Izquierda colombiana. Por Alberto Pinzón Sánchez




Los procesos de unidad popular amasados y surgidos desde las bases sociales, en la acción práctica de la lucha y la movilización social contra el Terrorismo de Estado imperante en Colombia, y por una democracia real y participativa; debe en gran parte su efectividad actual a los liderazgos jóvenes o frescos, y en todos los casos, completamente desmarcados de los viejos vicios de los gastados figurones de la “llamada Izquierda tradicional”, tan proclive a reproducir los mismos vicios clientelistas o corruptos que critican (de dientes para afuera) a los partidos de la oligarquía militarista colombiana.

Hay llamados desde todos los girones del abanico político de la llamada “Izquierda colombiana” (que incluye la democracia cristiana, las tres variantes de la Socialdemocracia, el progresismo, los liberales de izquierda, el maoísmo, el Enverhoxismo, el Anapismo y el marxismo académico) a una necesaria confluencia o si se avanza en ella, a una unidad electoral para enfrentar la imparable reeleción de JM Santos, y todos (sin excepción) recaen en los mismos estribillos con los que desde hace más de 50 años se viene promoviendo dicha unidad fracasada e inane:

1- Participación en las “próximas” elecciones presidenciales ante las cuales urge presentarnos unidos.

2 Con un acuerdo “programático” (en el papel) diseñado a la perfección en los directorios políticos y completamente alejados del querer de las bases populares.

3- Con “nuestros” candidatos, que son los mismos tradicionales figurones gastados de la izquierda que han hecho tránsito por todas ellas, nunca beneficiando al pueblo que la mayoría de las veces ni siquiera los desconoce.

Y 4- Ahora sí, liberados del cáncer de las componendas o la corrupción que nos pusieron al borde de la extinción; no más Bernal Amorocho, ni Morenos Rojas, ni el indio Rojas Birri, ni Garzones, ni Bulas, ni Romeros, ni Tarsicios, ni Mariaemas, ni Marcelo Torres, ni Petro: Honestidad y trasparencia 100%.

Lo cual está bien pero resulta incompleto, porque las bases populares llevan 50 años enfrentando el Terror Anticomunista del Estado con su remedo de democracia, y luchando radicalmente, como pueden, contra eso, y es obvio que como mínimo, quien aspire a representarlos en el establo de Augías, haya hecho en la práctica lo mismo: enfrentar ese Terrorismo de Estado aún vigente. O por lo menos preguntarse honestamente ¿Para qué acaban de aprobar, contra viento y marea, en el Congreso de la República de Colombia una Ley de Fuero Militar, que confirma lo dicho por Hitler de que en su guerra no hay población civil?

Todos tenemos derecho legítimo a expresar nuestros deseos o aspiraciones políticas. No faltaba más. Lo que en todos los casos debemos considerar seriamente, es la posibilidad real de que se puedan realizar. Es decir, preguntarse con el cerebro intacto, ¿si con las actuales leyes colombianas o mejor, con el actual Régimen Político que está en discusión en el proceso de paz de la Habana entre el Estado colombiano y las FARC–EP, es posible participar electoralmente? o si pudiera ser mejor, acumular fuerzas organizativas hasta que se pueda (nótese la condicionalidad) lograr en la Habana, el acuerdo definitivo que pudiera finalizar el conflicto interno colombiano.

En todo caso y para disgusto de muchos, existe ya en Colombia una “nueva Izquierda” con cuadros no comprometidos con el Poder dominante, la mayoría de ellos jóvenes desconocidos en el poder mediático pero si por sus compañeros de lucha, frescos y surgidos en la concientización que les ha dado la vida en la lucha contra el Terrorismo de Estado y la movilización popular contra él. Elegidos directamente por las bases y las organizaciones sociales de la gente del común, aglutinadas para conformar la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos y todas las más de tres mil 3.000 organizaciones que las conforman, imposibles de mencionar aquí.


Es una “nueva Izquierda” que inspirada en la obra teórico-práctica de Lenin y Bolívar, finalmente ha encontrado su camino totalmente diferente y (talvez contrario) al de la “Izquierda tradicional” colombiana, y fundamentalmente surgida en el complejo Proceso de encontrarle una Solución Política al cruento conflicto social y armado de Colombia, y de ahí su consigna central de “Paz con Justicia Social, Democracia y Soberanía”. La práctica social, según Marx único criterio de verdad, les está dando la razón y por eso, la Oligarquía neoliberal colombiana y el imperialismo la quieren exterminar por las balas antes de que alcance su madurez plena, o cooptar, para evitar su próximo pronunciamiento electoral.