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martes, 25 de diciembre de 2012

La tortura en Colombia



Allende La Paz, NotiColombia Press



La tortura en Colombia ha sido aplicada consuetudinariamente. Es inherente al Terrorismo de Estado practicado por todos los gobiernos oligárquicos, es decir, ningún gobierno se escapa de ser calificado como un torturador. Claro que hay casos más emblemáticos que otros.
En términos generales la tortura se aplica como medio de persecución política, en el marco de detenciones, como forma de obtener confesión o información, como forma de sometimiento de la población carcelaria, como forma de discriminación, como forma de control social y sembrar el terror, como instrumento de represión de la protesta social, como forma de sometimiento de secuestrados y como parte de la instrucción de la Fuerza Pública. Como se ve son múltiples sus caras, mas todas conllevan el irrespeto de los derechos humanos de la víctima.
El régimen de Julio César Turbay Ayala fue uno de esos regímenes emblemátiocos en aplicar la tortura. Las torturas en las Caballerizas de Usaquén son de ingrata recordación para los colombianos. De ellas no se escaparon ancianos, niños, mujeres, quienes sufrieron la tortura de los « civilizados » miembros de la institución castrense al ser señalados de « auxiliadores de la guerrilla ». Entre ellos citamos al poeta comunista Luis Vidales y el exilio de Gabriel García Márquez.
Es de señalar que durante este gobierno se dispararon todas las alarmas internacionales sobre la situación de violación de derechos humanos en Colombia, que motivó que ese perído fuera llamado el Ciclo de la Tortura. En 1980 fueron asesinadas 99 colombianos, desaparecidos 13, torturados 281 para un total de 399 y ya en 1982 son 504 los asesinados, 149 desaparecidos y 259 torturados, para un total de 912, con un consolidado en solo dos años de 1.311 casos.
La tortura está presente en las otras violaciones de derechos humanos practicadas en Colombia y por ello los casos que se registran como Tortura son casos típicos que deberían ser sumados a las torturas infringidas a los desaparecidos, los asesinados en masacres, y los torturados durante el desplazamiento forzado, a fin de dimensionar realmente la práctica de la tortura en ese país. 
Al igual que todas las otras violaciones de los derechos humanos de los colombianos las estadísticas están muy dispersas y adolecen de incompletitud. Sin embargo, mostraremos las que hemos podido compilar.
Entre julio de 1998 y junio de 2003 se reportaron 1.593 casos de tortura. Entre julio de 2003 y junio de 2008 se reportaron 899 casos, de las cuales 502 fueron asesinadas, 299 sobrevivieron y 168 sufrieron tortura sicológica. La responsabilidad es del 92% del Estado, 50,6% por parte de agentes estatales y 42% atribuídos a los narco-paramilitares. A la guerrilla se le atribuyen el 7,4%. Sumando nada más las cifras de dos años de Turbay Ayala, las de los cuatro años de Andrés Pastrana y de Uribhitler hasta el 2008 tenemos un consolidado de 3.803 casos de torturas durante esos gobiernos. (1)
Con estas cifras mostramos apenas una radiografía de la práctica de la tortura en Colombia, lo cual muestra la aberración de las violaciones de los derechos humanos practicados por todos los gobiernos oligárquicos contra el pueblo. Con razón Alenadro Ángulo Novoa, S.J., dice : « La práctica de la tortura es un refinamiento de la crueldad, la cual a su vez es una situación patológica del ser humano. No es humano que un ser humano se complazca en el sufrimiento de otro ser humano. Para semejante deshumanización se necesita, como lo propuso el Marqués de Sade, desinfectar el corazón y la mente de los humanos de toda la basura moral y religiosa que pudiera generar remordimiento por algo. Hay que erradicar la compasión, que supone el rechazo visceral a la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno o, por lo menos, la renuncia irrevocable a usar a otro ser humano como medio para lograr los propios objetivos, aun los decentes. Usar a un ser humano es, como diría un famoso italiano, reducirse al nivel de “bípedos porcunos” ».
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista

lunes, 24 de diciembre de 2012

Escribe Joaquín Pérez desde la Picota: “La Habana es el camino”


Joaquín Pérez desde su celda en La Picota.


“A Domingo -así se llama el recluso del patio 14-, le sacaron el ojo derecho, - se me pudrió me dijo - todo un mes gritando en su celda sin que el INPEC reaccionara. Finalmente perdió su ojo este preso político”.


Joaquín Pérez / Director ANNCOL


A mis compañeras, compañeros, amigos y conocidos de Suecia mi abrazo solidario. Para todos una Feliz Navidad y un próspero 2013.

Colombia transita por caminos en la búsqueda de la Paz con Justicia Social. Invito a todas las organizaciones sociales, políticas y al mismo gobierno de Suecia a vincularse a este proceso que tanto anhelamos millones de colombianos.

Recuerdo que uno de los oficiales de la Interpol que me recogieron en Caracas ya de regreso a Bogotá, me dijo -Colombia ha cambiado es otro país lo que pasa es que tu diriges un portal desde el exterior y desconoce esos cambios- le riposte -no lo creo Coronel- sin embargo lo voy a constatar en la realidad- para mis adentros francamente incrédulo. Y estaba en lo cierto.

Si compañeros de mi alma. Colombia está peor, sumida en el caos. Nada funciona. Es de impacto comparar a mi segunda patria, Suecia, con el lugar de mi nacimiento. Colombia está herida de muerte. Las transformaciones de verdad no dan espera. Una sociedad envenenada por los medios empresariales. El analfabetismo galopante presa fácil de las mentiras oficiales.

Lo veo en la torre ERON donde me encuentro recluido. Me duele profundamente que eso suceda en un país rico pero pobre en administradores cipayos. Su gran mayoría graduados en Harvard y Oxford.

Le comentaba a unos internos mientras almorzábamos ayer- Colombia es dependiente de los Estados Unidos, ni siquiera hemos hecho tránsito por este caduco sistema capitalista como otros, carros de basura inservibles, y a así en todo. Granadas para el ejército vencidas, helicópteros y navíos de guerra de 1948.

No los voy a cansar con este 'muro de lamentaciones'. Pero la última para que lloren de verdad el 31 en la noche. A Domingo -así se llama el recluso del patio 14-, le sacaron el ojo derecho, - se me pudrió me dijo - todo un mes gritando en su celda sin que el INPEC reaccionara. Finalmente perdió su ojo este preso político.

Colombia requiere una cirugía general intensiva que no la puede hacer las instituciones hoy regidas por las clases dominantes tradicionales. Todas carcomidas por la mezquindad y la corrupción compulsivas.

Amigos de mi corazón. La Habana es el Camino.

jueves, 25 de octubre de 2012

Arquitectura de la tortura a la cultura y regreso a la tortura




Por Athemay Sterling Acosta*
1
Bogotá Colombia Octubre 25 de 2012 / Comienzo afirmando que cárceles ni presos políticos, ni de conciencia, deben existir en un Estado realmente democrático.
Pues si se precia de Democrático y se castiga con el Código Penal del Enemigo a la prisión a quien en su libre conciencia y opinión libertaria opine y sea Oposición Política, ese Estado nada tiene de real Democracia, ni siquiera llega al nivel más bajo de ella, aunque formalmente aparezca en la Iuris superior.
Es la contradicción entre la formalidad y la realidad, como ocurre hoy en Colombia con la doble moral de Santos, y siempre ha ocurrido en este País esquinero de Sur América que los EEUU dominan a través de los gobernantes sumisos que ha padecido el País Colombiano y su Población agredida en sus Derechos por la acción criminal de esta combinación IMPERIALISMO-OLIGARQUÍA generadora de las causas estructurales de esta guerra asimétrica declarada contra el Movimiento Popular y la Sociedad Colombiana y contra la Paz de América, el Caribe y África.
Las cárceles colombianas de ahora, llamadas de máxima seguridad con toda la normatividad impuesta por el Departamento de Estado y el Buró de Prisiones de los EEUU mediante los ERON donde arbitrariamente, tanto en EEUU como en Colombia se atropella todo el conjunto de Derechos de la Población Carcelaria hace que mujeres y hombres sufran la conducta no de guardianes sino de déspotas y guillotinadores que vulneran todos los Derechos Universales, agravando el nefasto terrorismo de Estado.
La arquitectura de estas penitenciarias se ha diseñado para la tortura a pesar que Colombia y los EEUU son signantes de la Convención contra la tortura.
Como ambos Estados son vulneradores de los Derechos, firman pero incumplen, significa que son engañosos jurídicamente, de doble moral y un peligro para la humanidad.
Ambos Países tienen su propia historia de ser carceleros por excelencia y por encima de los Derechos Universales actúan en la arquitectura de las cárceles y en el trato animal que dan a los presos.
2
Voy a referirme de manera específica, de manera comparada y sobria a este sistema carcelario, tanto arquitectónicamente como las torturas que el terrorismo de Estado ha aplicado en Cali y en Bogotá.
Pues las de EEUU que yo sufrí con ICE y la CIA son las mismas que ha ordenado el Buró de Prisiones de los EEUU que el Régimen Político Colombiano cumple a pie juntilla configurando estos gobernantes y servidores públicos ser mansos borregos ante los yankees, pero valientes con los desvalidos presos a quienes hasta los desnudan en masa como en un campo de concentración nazi, como ocurrió ayer en la Picota Eron de Bogotá cuando los presos conversaron conmigo acerca de la criminal conducta de estos cancerberos del INPEC.
Y también en Cali años atrás cuando en actitud grotesca y cobarde obligaron a todos los Presos de Villa Hermosa a estar desnudos un largo tiempo hacinados y humillados por este vil régimen carcelario que hace parte del terrorismo de Estado Colombiano y su falta de Democracia.
3
Cali como Bogotá se asemeja en el contenido del título de este escrito ARQUITECTURA DE LA TORTURA A LA CULTURA Y REGRESO A LA TORTURA.
Cuando en Colombia la Policía Política Colombiana era el SIC – Servicio de Inteligencia Colombiana, después llamado DAS – Departamento Administrativo de Seguridad- que por corrupto y criminal hoy se denomina DAS en supresión, ubicado en Cali en la esquina de la Calle de la Escopeta con carrera segunda existía el SIC con su Prisión donde se torturaba brutalmente a la Oposición Política y quienes más sufrieron fueron los Comunistas y Liberales de la época.
La construcción en Cali y arquitectura de esta mazmorra, era de tal manera que daba miedo sólo de saber de su existencia, pues dentro de ella estaba la garita con sus cancerberos, a los lados las celdas hacinadas y junto a ellos pequeñísimos habitáculos que llamaban calabozos y a quienes pregonaban en favor de los Derechos los dejaban ahí desnudos con una mal y sola comida día de por medio sumado a las torturas que generaba gritos que se escuchaban en esta bella Calle de la Sultana del Valle.
Afirman caleñas y caleños de esa época que escuchaban esos lamentos de moribundos en la noche y muertos al otro día cuando los sacaban casi de incognito y sepultados en fosas comunes en la periferia de la ciudad. Otras personas dicen que hoy aún se escucha los gemidos y lamentos de los torturados en ese entonces como recordando la conciencia de esa época del terror carcelario que no acaba en Colombia.
Esta Casa-edificio republicano fue luego convertido en centro educativo, cuando ya el siguiente DAS aparece en la carrera primera con Calle 21 en Cali, antes del actual Edificio de la Policía Metropolitana de Cali, donde en una oportunidad el suscrito y cuatro camaradas míos sufrimos por parte de lo que llamaban F2 las torturas de estar totalmente vendados y maniatados como animales por el solo hecho de apoyar el Paro Cívico que se daba en Buenaventura.
La arquitectura del pretérito lugar de prisión y torturas, fue transformada en centro de cultura de la Universidad Libre de Colombia cuando le aportó a la Ciudad el Importante Colegio Benjamín Herrera donde nos graduamos de Bachiller Académico decenas de militantes de la Juventud Comunista Colombiana y recibíamos clase de Literatura de Eutiquio Leal, un escritor comunista ilustre, que rememoraba al camarada indígena Eutiquio Timoté, cuyo libro que más recuerdo es “Cambio de Luna”, Libro de cuentos donde narra Eutiquio Leal a quien le hago honor, la realidad de la violencia en Colombia a través de símbolos bellos de la Literatura y la Cultura, también en este Colegio que fue de la Universidad Libre de Colombia, la Universidad de Benjamín Herrera, los jóvenes comunistas de esa época y hoy comunistas también rememoramos a Fabio Martínez comunista y excelente maestro de la Filosofía y del marxismo leninismo.
Desde este Colegio del arte, de la cultura, de la ciencia y de la política clasista del movimiento estudiantil de las décadas de los años sesenta y setenta, lugar que antes era mortal cárcel política, y ahora belleza cultural salíamos cientos de estudiantes a rechazar a los yankees cuyo consulado en Cali quedaba ahí en la carrera segunda entre calles once y doce, cerca de este Colegio, que de arquitectura para la tortura ahora era arquitectura remodelada para la cultura y la política antiimperialista y anti oligárquica en ese entonces que nosotros ejercíamos en grandiosas movilizaciones.
Recuerdo las que hacíamos en favor de la Libertad del Comunista Marquetaliano fundador de las Farc, el compañero Jaime Guaracas, que con Manuel Marulanda Vélez, Joselo, dos mujeres y cuarenta y seis personas más entre ellas mi padre allá en Marquetalia, El Pato, Río Chiquito, el Guayabero sufrieron los bombardeos yankees y del frente nacionalista y godo Guillermo León Valencia sumiso al yankee Plan Laso contra estos luchadores populares que resistieron y con el Programa Agrario base de los 10 puntos de Tlaxcala, de la Agenda Común para el cambio por una Nueva Colombia y ahora del Acuerdo General para el fin del conflicto hacia una Paz estable y Duradera que sus cinco puntos se dialoga en la Habana Cuba entre el Gobierno de doble moral de Santos y las Farc-Ep como se llama ahora, han demostrado sus sucesores que, la insurgencia parte integrante del Movimiento Popular en varias expresiones son invencibles.
Pero ya no en la vieja arquitectura del SIC primero y del Benjamín Herrera luego, la arquitectura se ha quedado quieta; ahora en el Valle del Cauca la inversión estatal para las cárceles de máxima seguridad en Jamundí, en Palmira, en Buga, Villa Hermosa y demás es multimillonaria bajo los parámetros arquitectónicos de los EEUU y lo peor con los métodos fascistas del sistema carcelario copia también del Imperialismo yankee.
Esta historia si bien es cierto es de parte del Valle del Cauca, lo es también para Colombia entera. ¡Una vergüenza para el Derecho y la vida!
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Y ahora el caso de Bogotá donde me encuentro en mis funciones de Abogado Comunista Defensor de los Derechos, lo que primero se construyó con el nombre dado por el imaginario de esta ciudad capital y desordenada como Panóptico donde su arquitectura en otrora se diseñó para que los presos también políticos, como fue concebida y utilizada, sufrieran los rigores del castigo por sus convicciones políticas liberales.
El proyecto arquitectónico del Panóptico concebido por Jeremy Bentham primero como Penitenciaria de Alta Seguridad para castigar a los presos políticos de ese entonces por el Estado Soberano de Cundinamarca fue un hecho concreto de la arquitectura según los Planos del Arquitecto Thomas Reed quien fue traído por Mascachocha, el general Tomás Cipriano de Mosquera para que construyera en primera instancia el Capitolio Nacional.
La construcción de esta mole arquitectónica se comió años de nuestra vida republicana, y fue Eustorgio Salgar quien inició la obra el uno de octubre de 1874 cuando era Gobernador del Estado de Cundinamarca.
La virtud arquitectónica era su forma como el Domo de Maloka ahora de manera radial con visibilidad de 360 grados para que los cancerberos carcelarios pudiesen controlar todo el escenario de sus seis pisos donde estaban las celdas de los presos políticos principalmente los derrotados de diferentes guerras civiles, donde no había opositor político propiamente, sino persona privada de su libertad en calidad de preso político, como se convertía el vencido militarmente como ocurrió luego de las guerras civiles de 1885, 1893, 1896, y la de los Mil Días por ejemplo.
Era la arquitectura puesta al servicio del terrorismo de Estado con la tortura a los presos políticos, carácter de la política carcelaria que hoy continúa en Colombia con la vil imposición yankee como la sufrida ayer y antes en la Picota Eron cuando los GRI del INPEC como los ESMAD de la Policía vulneran todos los Derechos a las personas estén o no privadas de su libertad. ¡Toda una tragedia que rompe la Democracia!
En esta mazmorra se torturó, se fusiló opositores políticos, presos políticos lograron fugarse también como un ejercicio del Derecho a la Libertad que el terrorismo de Estado de la época vulneraba.
De arquitectura carcelaria para la tortura se convierte ahora en el Magno Museo Nacional un patrimonio de la lucha popular por la cultura como Derecho en el año de 1948, cuando Colombia inició la tortura del conflicto social y armado generado por los EEUU a través de la fascista Doctrina de la Seguridad Nacional y el apetito voraz de los terratenientes, la burguesía, luego la oligarquía y ahora por el capital financiero transnacional controlado por el imperialismo.
Es importante aclarar que si bien es cierto que el Panóptico de 1874 el de la tortura se convirtió en 1948 en Museo Nacional, este Museo de la Cultura, es el más antiguo de Colombia y Latinoamérica pues fue fundado el 28 de Julio de 1823, tuvo infinidad de sedes hasta que en 1948 de la arquitectura de la tortura panóptica se convirtió en arquitectura de la cultura.
Pero Colombia en materia de Democracia siempre retrocede pues hoy hay 10.000 presas y presos políticos, de conciencia y prisioneros de guerra privados de su libertad por ser oposición política e intentar ejercer el Derecho de la Libertad de Conciencia, de política y de opinión.
Es una degradación de la Democracia actualmente en este gobierno continuista y de doble moral del señor Santos que desnuda, denigra, hace montajes, detiene ilegal y arbitrariamente, le quita la vida, el bien jurídico tutelado de primero en el acápite de los Derechos, a las personas que se le oponen jurídicamente cometiendo el concurso de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, de agresión y acciones genocidas que repudiamos.
Por tal razón este Documento Histórico, jurídico y político sirve a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes para que no siga prevaricando, y se aprehenda, se asegure, se indicie, se juzgue y se encarcele a quienes les sea su Juez Natural, para que no haya perdón ni olvido como dice el Estatuto de Roma, aplicado al Ejecutivo Nacional quien es determinador de todas estas conductas criminales de terrorismo de Estado.
Por el Doctor Athemay Sterling Acosta, Abogado Comunista Defensor de los Derechos y de la Paz con Justicia Social.
* Abogado Comunista Defensor de los Derechos y de la Paz con Justicia Social.

jueves, 13 de septiembre de 2012

¿ERRARE, HUMANUM EST? No cuando una vida corre peligro…





¿ERRARE, HUMANUM EST?
No cuando una vida corre peligro…
Joaquín Pérez Becerra “¿dirigente de las FARC?”

Por Ingrid Storgen, ANNCOL


RECIBIR NOTICIAS DEMONIZANTES de algún medio aliado al sistema, sabiendo que en ésos se desempeñan periodistas mercenarios, jamás me produciría inquietud. Es más, lo espero y hasta podría decir que me causa un in disimulable orgullo ya que marca una diferencia sustancial.
Recibir esas mismas noticias pero de un medio objetivo, antiimperialista, bolivariano, es algo que me causa escozor, a menos que haya estado equivocada en mi percepción, aunque dificulto…
Y profundo dolor. Hoy me siento en uno de esos días en los que quisiera no saber leer ni escribir. Y no es el primero en que me siento así.
Porque del enemigo se que debemos cuidarnos, dentro de lo posible, ya que cuenta con todas las herramientas imaginadas y las no tantas y que todas van dirigidas a un blanco móvil que puede ser cualquiera de nosotros.

EN LAS ÚLTIMAS HORAS se ha tomado como blanco móvil en medios amigos y por supuesto, en los otros, a un luchador popular, encarcelado en situación que jamás se podría aclarar sin oscurecer.
Estoy hablando de Joaquín Pérez Becerra, periodista, bolivariano, nacido colombiano, ciudadano sueco desde el momento en que fuerzas oscurantistas desgarraran las entrañas de su tierra y mientras pisaban sus talones para convertirlo en una víctima más entre tantas de las que sembraron de espanto al pueblo hermano.
Hechos que la comunidad internacional no desconoce.
Desde su extraña captura, digo extraña por haber sido ejecutada desde tierra amiga, y desde que fue extraditado a la patria que lo expulsó, Joaquín pasó a ser un “terrorista”, delincuente, narco, faltó nomás que lo sitúen en el lugar de pederasta, ladrón, sicario, paraco, aunque en estos casos hoy estaría libre y sin cadenas.

NINGUNO DE LOS CARGOS que le achacó una justicia que de tal no tiene ni una sílaba, luego de un juicio amañado, lleno de irregularidades, fue condenado bajo la ley del “concierto para delinquir”, las otras cuestiones quedaron flotando porque no hubo forma de comprobarlas.
En realidad no hubo ninguna, pero ya sabemos que lo que no existe a veces se inventa.
Lo que me llenó de preocupación es que un medio alternativo, agredido constantemente por la prensa mercenaria, como lo es cada uno de los que denuncian las injusticias que se cometen en el mundo, utilice palabras para describirlo que ni siquiera ha utilizado la prensa basura. Y ojo que este no es un detalle menor, ni omitible.
Telesur ha anunciado su condena hablando del “dirigente de las FARC, cosa que no ha mencionado ni siquiera el diario El Tiempo, de Colombia que bien sabemos a quienes representa, e imagino a los directores de ese medio pensando ¿cómo no se nos ocurrió antes?

UNO NO QUIERE PERJUDICAR a nadie en momentos tan puntuales, cuando el mundo está pendiente y llueven improperios contra las próximas elecciones que sin dudas serán favorables al presidente Chávez, como corresponde, sino todo lo contrario. Pero muchachos, no cometamos errores tan graves como para asegurar sueltos de cuerpo y lengua, que el detenido de manera arbitraria, era un dirigente de la organización armada.
¿Quién les brindó semejante información? Y si lo hicieron ¿no deberían haber chequeado o alguna nube extraña contaminó la racionalidad?
Sería muy bueno que nos expliquen qué cosa motivó el exabrupto que por otra parte no hará sino dar más armas a las fuerzas que pretenden que no haya paz en Colombia y a la vez que se pueda proceder, en lo sucesivo, contra cualquier agencia alternativa como la que dirigía Joaquín Pérez y bajo el mismo cínico esquema.
Y como decía mi abuela, cuando uno escupe para arriba, puede caernos en la cabeza.

CREO QUE LOS COMPAÑEROS DE Telesur deberían aclarar que su noticia se debió a un error, imperdonable, pero error al fin y sólo así uno podría comprender que somos humanos y como tal podemos equivocarnos. Aunque nos duela. Aunque resulte imperdonable.
Estoy segura que nosotros, los que actuamos sin ningún apoyo gubernamental, jamás nos atreveríamos a equivocarnos diciendo, por ejemplo, que Yoani Sánchez es una excelente bloguera, desinteresada e independiente. O que el presidente Santos es el paladín de los derechos humanos, o que Posada Carriles es un gran tipo y que no ha hecho daño a nadie ¡Por favor!
Y sobre todo no lo haríamos por respeto al dolor que produce entre los hombres y mujeres que comprendemos en toda la magnitud lo que dijera el Che: al imperialismo [ergo, al genocidio] NI UN TANTICO ASI.
Entendamos esas palabras heroicas, colegas y disculpen si ya no puedo llamarlos compañeros.
La fiscal de la causa mentirosa se frotará las manos y el “gran hermano del alma” estará brindando porque alguien hizo el trabajo sucio y al menos esta vez los verdugos no fueron ellos sino los nuestros…
Ese alguien sobre quien pesa el mismo riesgo que hoy sufre Pérez B.
Ya no digo que siento pena, digo simplemente que la indignación me atraganta.

viernes, 27 de julio de 2012

Miguel Ángel Beltrán ante sindicatos británicos: “En las cárceles colombianas hay más de 9000 presos políticos

OPINIÓN




Es llevado preso Miguel Ángel Beltrán Villegas, Profesor de la Universidad Nacional de
Colombia y ex preso político colombiano. El Estado colombiano le robó dos años de su vida.

Miguel Ángel Beltrán: “En las cárceles colombianas hay más de 9000 presos políticos, en condiciones inhumanas de tortura que el Estado colombiano trata de ocultar” 
Intervención del Dr. Miguel Ángel Beltrán en UCU's annual congress 2012 (congreso anual del sindicato de profesores británicos 2012)
Ante todo quiero hacer llegar un cálido y Fraterno a mis colegas Sally Hunt, secretaria general de University and College Union (UCU); a Terry Hoad, Presidente UCU; a los integrantes de la mesa que presiden esta reunión; a las representantes de Justicia por Colombia y a todos los presentes. Hace exactamente un año que recobré mi libertad, y para mi resulta muy emocionante, compartir con Ustedes este espacio y poder expresarles personalmente mis agradecimientos por toda el apoyo moral y material que me brindaron durante este largo proceso. La intensa labor de solidaridad que Ustedes desarrollaron, sus cartas, sus mensajes, sus palabras de fuerza, su acompañamiento internacional han sido decisivos para retornar nuevamente a la libertad. Justicia por Colombia, Colombianos y Colombianas por la Paz, la Marcha Patriótica y otras organizaciones políticas y sociales han hecho suya la bandera de una salida política al conflicto colombiano. Yo los invito a que unan sus voces a estos esfuerzos. 
Los gobernantes colombianos se ufanan de contar con uno de los países de más larga estabilidad democrática en el continente. Mientras en los últimos cien años, países como Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia, padecieron cruentas dictaduras, Colombia vivió, hace más de medio siglo un golpe militar que en su momento fue calificado de “golpe de opinión” y desde entonces se ha celebrado ininterrumpidamente elecciones, contando desde 1991 con una nueva Constitución Política que consagró una serie de mecanismos para la protección de los Derechos Humanos y la participación popular; el reconocimiento de los derechos culturales y territoriales a las minorías étnicas y el promocionado impulso a procesos de negociación con movimientos armados, que han concluido en su desmovilización, permitiendo que algunos de sus dirigentes hoy día hagan parte del aparato estatal.


La solidaridad nacional e internacional logró rescatar al profesor
de las cárceles colombiana.

Pero detrás de esta ficción democrática se esconde una cruda realidad: el estado colombiano cuenta con uno de los ejércitos que recibe mayor ayuda de los Estados Unidos en el mundo y que han sido los responsables del asesinato de miles de compatriotas; La ONU reconoce cerca de sesenta mil desaparecidos en el país; mientras que la cifra de desplazados por los grupos paramilitares –en connivencia con el Estado- supera los cinco millones de personas. Desde la creación de la Central Unitarias de Trabajadores CUT, en 1986, han sido asesinados cerca de tres mil sindicalistas. Las organizaciones de Derechos Humanos han puesto de presentes que el 60% de sindicalistas asesinados en el mundo son colombianos. Todo esto como parte de una estrategia de terrorismo de Estado que criminaliza cualquier expresión de oposición política y social, y que persigue el pensamiento crítico. 
Y es que desde hace más de cincuenta años Colombia vive un agudo conflicto interno que tiene profundas raíces políticas y sociales, en un país de 47 millones de habitantes, donde veinte millones están por debajo de la línea de pobreza y siete millones de ellas viven en la absoluta miseria; donde menos del uno por ciento de propietarios concentra más del sesenta por ciento de las tierras productivas del país. Pero esta realidad ha sido ocultada sistemáticamente por los gobiernos de turno y los medios oficiales de comunicación. Particularmente durante el gobierno del ex mandatario Álvaro Uribe Vélez, se prohibió por directriz presidencial hablar de que Colombia existía un conflicto armado y social, con la falacia que estábamos viviendo una supuesta “amenaza terrorista” por parte de grupos armados ilegales. Aquellos que, desde la academia, los movimientos sociales, o la oposición política tratamos de desnudar esa mentira, fuimos señalados de ser amigos del terrorismo. 
El hacinamiento es dramático. Los guardianes del INPEC de la cárcel La Modelo
ahora no reciben más presos ya que el hacinamiento es el doble de la norma.

SOY PROFESOR UNIVERSITARIO y miembro de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ASPU, una organización sindical con una larga tradición de lucha, que durante décadas ha defendido la universidad pública, la libertad de cátedra y los intereses de sus agremiados. En el 2008 me encontraba desarrollando una estancia posdoctoral en México, invitado por el Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando fui secuestrado por las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), y en un operativo conjunto con los organismos de inteligencia del Estado Colombiano, trasladado a Bogotá, y presentado ante la opinión Pública como un importante jefe guerrillero. Al día siguiente de mi detención el entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, violando mi derecho al debido proceso y a la presunción de inocencia me señaló de ser un peligroso terrorista internacional.
Después de un largo proceso colmado de irregularidades donde se legalizó una captura que fue a todas luces arbitraria; donde se utilizaron pruebas ilícitas e ilegales como los supuestos computadores del extinto jefe guerrillero Raúl Reyes; donde se tomaron escritos académicos míos que circulaban en revistas nacionales e internacionales como supuestas pruebas de militancia en la guerrilla; donde se me negaron derechos fundamentales- fui absuelto de los cargos de “rebelión” y “concierto para delinquir” que me habían imputado la Fiscalía. Al final quedo claro que se había tratado de un montaje judicial para silenciarme y amedrentar a aquellos que se atrevían a cuestionar las verdades oficiales del estado colombiano. 

DURANTE LOS DOS AÑOS QUE SE PROLONGÓ el juicio, no se me reconoció mi condición de empleado público y se me mantuvo en un Pabellón de alta seguridad, mezclado con peligrosos narcotraficantes, paramilitares, delincuentes sociales y guerrilleros. No fui el único, bajo la mal llamada “Política de Seguridad Democrática”, numerosos académicos críticos, defensores de derechos humanos y miembros de la oposición política y social, judicializados por su pensamiento crítico. Es el caso de la socióloga Liliany Patricia Obando y el profesor William Javier Díaz. En algunos casos, como el del colega y, también profesor de la Universidad Nacional Fredy Julián Cortés fueron presionados para que se declararan culpables de un delito que jamás cometieron, bajo un perverso sistema penal acusatorio que premia y propicia la autoincriminación.


La situación bajo la presidencia de Juan Manuel Santos no ha cambiado significativamente. El gobierno dice que ha descendido la cifra de sindicalistas muertos, pero esto no es cierto, Desde su posesión, el 7 de agosto de 2010, han sido asesinados 61 sindicalistas, lo que sucede es que oficialmente se quieren presentar estos crímenes como obra de la delincuencia social o se pretenden atribuir a hechos ajenos al conflicto. Es una manera de desinformar a la opinión pública nacional e internacional. La persecución contra la oposición ha continuado. Recientemente, el Profesor Omar Alfonso Cómbita, miembro de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) y Jorge Eliécer Gaitán, miembro de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), junto con cinco colegas más que participaron activamente en la movilización contra la reforma a la ley de educación superior fueron judicializados, sindicados de ser apoyos de la guerrilla. Otros han sido objeto de acoso laboral y expulsados de sus universidades, como el profesor Robert Ferrel Ortega, miembro activo de la Asociación Sindical de Profesores (ASPU); o estigmatizados y amenazados como el colega de la Universidad Pedagógica Nacional y reconocido intelectual Renán Vega Cantor. Es una manera de silenciar la legítima lucha contra los proyectos de privatización de la educación en Colombia y acallar el pensamiento crítico. 

EL GOBIERNO DE SANTOS DICE QUE en Colombia no hay presos políticos. Yo puedo dar testimonio de que no es así. En las más de ciento cincuenta cárceles colombianas no sólo hay más de nueve mil prisioneros y prisioneras políticas, sino que éstos se encuentran en condiciones inhumanas que violan las normas básicas, consagrados por el derecho internacional, para el tratamiento de personas privadas de la libertad. El hacinamiento, la falta de atención médica, la precaria alimentación, la violación al debido proceso, el maltrato y la tortura hacen parte de esta dura realidad que el Estado colombiano trata de ocultar y por eso su recurrente negativa a permitir que delegaciones internacionales hagan presencia allí.
En mi caso, tuve la fortuna de contar con una importante cadena de solidaridad nacional e internacional; el decidido compromiso de Justicia por Colombia y el Sindicato de Educadores Británicos (UCU) cuyos delegados hacen presencia aquí, fue un factor fundamental para que se hiciera justicia en mi situación. Por eso quisiera aprovechar la oportunidad para expresarles mi sentimiento de gratitud, pero al mismo tiempo, decirles que lamentablemente en los centros de reclusión del país permanecen miles de prisioneros políticos que requieren de ese apoyo para que se les garantice su integridad física y psicológica, se les garantice el debido proceso y puedan volver a la libertad. 

LO ANTERIOR ME LLEVA A INSISTIR en la necesidad de aunar voluntades en búsqueda de una salida política y dialogada al conflicto armado y social colombiano. Este es un anhelo de nuestro pueblo que está cansado de una guerra que ha tenido que llevar sobre sus hombros; La guerrilla de las FARC ha expresado en sus comunicados que quiere la paz y ha hecho gestos en tal sentido. El presidente Santos en sus discursos habla reiteradamente de paz, pero sus acciones van en contravía a ella.
Colombia clama por una paz con justicia social, donde el niño pueda ir a la escuela y el camino de las armas no sea su única opción; donde el sindicalista pueda ejercer su actividad sin el temor de ser asesinado; donde el campesino pueda recuperar la tierra que le fue arrebatada violentamente; donde los sectores populares tengan acceso a la educación, la salud y el trabajo; donde el pensamiento crítico pueda circular libremente. Otros pueblos de América Latina nos han demostrado que esto es posible, y estamos seguros que así será porque nos anima la convicción y la esperanza de que Otra Colombia es Posible. 
Muchas Gracias
Miguel Ángel Beltrán Villegas
Profesor Universidad Nacional de Colombia
Ex preso político colombiano