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viernes, 14 de junio de 2013

Blindar el proceso de paz de Colombia. Por Alberto Pinzón Sánchez

Rostros contentos después la primera sesión en la Casa de Nariño, Santos y Biden.


Indudablemente la visita “oficial” a Colombia, del vicepresidente de los EEUU Joe Biden, este 26 de Mayo pasado, influyó directa y decisivamente sobre los bandazos dados por el presidente de Colombia, JM Santos, para lograr “gobernanza” interna, resquebrajada por la contradicción en el seno del bloque de Poder dominante y manifiesta en el pugnaz enfrentamiento entre Uribe Vélez y JM Santos. Pero no lo explica todo.

Lo externo actúa a través de lo interno, claro está: el lanzamiento de una alianza económico y política de países latinoamericanos con costas en el mar pacifico, anexados hace años a la economía estadounidense mediante TLC como Méjico y Chile y los recientes Perú y Colombia, no solo estuvo orientada a descargar el peso de la crisis financiera global, cuyo epicentro es “el complejo militar-industrial-financiero con el dólar”, en los hombros de los trabajadores y campesinos latinoamericanos, sino de taquito, torpedear los procesos integracionistas inspirados en el mandato anfictiónico de Bolívar y demás padres fundadores de nuestras naciones, que se están llevando a cabo en “Nuestramérica”.

Pero no comparto como explicación única el factor externo en los bandazos de JM Santos, al haber invitado y recibido “oficialmente” al uribista venezolano Capriles en la casa de Nari y poco después, anunciar el viejo deseo anexionista de la oligarquía vendepatria colombiana para echarse en brazos del brazo armado de los EEUU la OTAN, con el fin de que le resuelva la guerra interna. Recordemos que en 1902, al finalizar la guerra de los mil días, los dos partidos políticos colombianos pidieron anexarse como un Estado más de la Unión Americana. En esto existe una explicación más íntima:

Por un lado, está la premura electoral y reeleccionista de JM Santos que lo ha llevado a la ingenuidad de creer que puede ganarse a los enanitos verdes de Uribe Vélez para su causa y construir un “Uribismo sin Uribe” haciéndoles concesiones militaristas contra el proceso de paz de la Habana, como en este caso romper el apoyo del gobierno venezolano puntal diplomático de este proceso, o como siempre ha estado “in pectore”, traer cascos azules, esta vez reforzados por los cascos de la OTAN, para que sea una fuerza militar externa muy superior (casi celestial o divina) la que utilizando las 7 bases gringas actuales en Colombia, les resuelva el problema de guerra contrainsurgente actual, amenace a la insurgencia si no firma su rendición inmediata, y “disuada” a los vecinos ¿Se habrá dado cuenta Brasil?


Y por otro, dar salida a un valioso y probado producto de exportación colombiano: LOS MERCENARIOS del ejercito; que los multimillonarios principados árabes, títeres de los EEUU, están importando con grandes sumas de dinero para sus guerras en el Medio Oriente y que por estar represados en Colombia están generando una tensión dentro del ejército colombiano. No es sino mirar la rapidez de la respuesta del alto mando de la OTAN a Santos (no nos interesa geográficamente Colombia (?) sino los contratos y convenios de “cooperación” que podamos firmar) y las “afugias” explicativas del ministro de guerra Pinzón.

Toda esta maroma concebida con la mentalidad inmediatista del tahúr; de “blofs” y pasadas, revires y contra-revires diplomáticos, que están mostrando una vez más, que a pesar de lo dicho sobre la “Transición” por Sergio Jaramillo, el comisionado de paz del gobierno Santos, no existe en el seno de la clase dominante para el asunto de la Paz, una concepción de Proceso, como la que ha demostrado a lo largo de estos meses la Insurgencia; sino más bien, el concepto inmediatista y garitero “de mano jugada, mano pasada”, o salida negociada de toma y daca (express) que está impidiendo avanzar en la reconciliación de los colombianos, así como llenando de zozobra e incertidumbre el anhelo Universal de lograr una paz con justicia social, democracia y soberanía en Colombia.


Frente a esto, el pueblo trabajador colombiano, además de hacer claridad y conciencia, continuar alerta y movilizado preparando nuevas acciones consientes de masas en favor de la paz con justicia social, democracia y soberanía; debe profundizar y ampliar las actividades y eventos de masas tanto nacionales como internacionales, para blindar el proceso de paz de la Habana contra los bandazos y mezquindades personales de los vendepatria dominantes en Colombia.

jueves, 30 de mayo de 2013

Santos Uribe Vélez se reúne con Capriles


Santos Uribe Vélez se reúne con Capriles

Por Jorge Capelán, RlP / TcS.


La decisión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de reunirse ayer en la Casa de Nariño con el fascista venezolano Capriles Radonski es un grave error político que muestra que la oligarquía santanderista todavía no está preparada para adaptarse a las realidades de un mundo multipolar.

Santos, al recibir al instigador de una ola de violencia golpista que cobró 11 vidas humanas tras las elecciones del 14 de abril en Venezuela (y contra quien pende una investigación de la justicia por esos hechos), en la práctica desconoció unos resultados electorales que previamente había reconocido, violó su entendimiento con Venezuela de al menos respetar el orden institucional de la V República, puso en riesgo el Proceso de Paz que lleva adelante con la guerrilla (y del que Venezuela es uno de los principales garantes), y, lo que es muy grave, fue en contra de un consenso existente en la CELAC y UNASUR de no aceptar el golpismo fascista.

En realidad, Juan Manuel Santos está sometido a fuertes presiones, por un lado, de los sectores oligárquico-militares dependientes del narcoparamilitarismo y del Plan Colombia estadounidense, y por otro lado, de la propia Casa Blanca.

El narcoparamilitar Álvaro Uribe Vélez, que aspira a regresar a la Casa de Nariño, desde hace tiempo lleva adelante una despiadada campaña contra Santos de cara a las elecciones del año que viene. Por otro lado, encuestas de los propios medios de la oligarquía colombiana agitan con una supuesta pérdida de popularidad de Santos a causa de esa campaña, que ha concentrado su fuego en boicotear las conversaciones de paz, en sabotear la mejora de las relaciones con Venezuela impulsadas por Santos y explotar fracasos colombianos, como el fallo adverso a sus intereses en el Caribe en el juicio impulsado por Nicaragua en La Haya.

A su vez, los Estados Unidos impulsan la Alianza del Pacífico, un esquema de "libre comercio" con los objetivos de "contener" el avance de China en el mercado mundial y de destruir el proceso de integración latinoamericana expresado en el MERCOSUR, la UNASUR, la CELAC y el ALBA. En ese esquema, la Casa Blanca quiere imponer una versión del fenecido ALCA con el apoyo de sus aliados a ambos lados del Pacífico. Además del impulso de la Alianza del Pacífico, los Estados Unidos pretenden, obviamente, destruir el proceso revolucionario venezolano.

El costo político de haber recibido a Capriles es muy alto para Santos. Si creía que los sectores manejados por Uribe lo van a dejar en paz luego de deteriorar de esta forma sus relaciones con Venezuela y con los países más pujantes del proceso de integración latinoamericana, se equivoca, puesto que el verdadero objetivo de Uribe es el de destruir el proceso de paz con la guerrilla, destruyendo al propio Santos en el proceso.

Son esos sectores representados por Uribe, los que se benefician directamente del 6% del PIB colombiano que se destina a la guerra, para no hablar de los cuantiosos ingresos del narcotráfico. Por otro lado, el comercio de Colombia con Venezuela asciende a varios miles de millones de dólares, tal vez unos 6.000, y se calcula que un 40% de las exportaciones colombianas a Venezuela consiste en compras del Estado socialista bolivariano.

Además, Santos parece ignorar que en Colombia también existe una opinión favorable hacia Venezuela que justamente ayer se hizo oir en las calles tan pronto se conoció de su reunión con Capriles. Es la misma opinión que reclama los cambios que ahora se están discutiendo en el proceso de paz en La Habana y que, de no ver satisfechas sus esperanzas de unas reformas democráticas mínimas que permitan poner fin a la violencia, mantendrán los niveles de conflictividad (desde la lucha armada hasta la lucha social de todo tipo), que motivaron a Santos a sentarse a la mesa de negociaciones en primer lugar.

Si Santos cree que puede agredir a Venezuela y al mismo tiempo mantener un status quo que le permita el flujo de las inversiones del otro lado del Pacífico y dentro de la región, sobreestima tanto la fortaleza del eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires, como el pragmatismo de China. Los países sudamericanos no aceptarán que se rompa el consenso existente en torno a la vigencia del orden democrático que Santos violó al recibir a un golpista como Capriles. Por otro lado China, a pesar de su pragmatismo, no se resignará a ver cómo los Estados Unidos impunemente desestabilizan una de sus fuentes más importantes de recursos naturales.

En realidad, el problema no es de Santos, sino de la escasa capacidad de la oligarquía colombiana para afrontar el reto del declive de Occidente y del surgimiento de un mundo multipolar. O sigue prendida a la teta del Pentágono, manteniendo sus privilegios pero viendo caer las tasas de beneficio y perdiendo cada vez más autonomía a manos de los intereses transnacionales junto a los que probablemente acabe hundiéndose, o acepta realizar cambios a lo interno y de cara al exterior que prolonguen su existencia aunque la amenacen de muerte en el largo plazo. Son decisiones difíciles de tomar, especialmente para una clase social tan reaccionaria y atrasada como la colombiana.

Es posible que al ver las consecuencias de su desliz con Capriles, Santos termine por dar marcha atrás. Esperemos que la mayoría de la oligarquía colombiana se de cuenta de que es mejor impulsar los cambios antes de que la realidad de las cosas los impulse por su cuenta.

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Publicado por Jorge Capelán para Comentarios e Información desde Nicaragua el 5/30/2013

miércoles, 20 de febrero de 2013

¿A qué va Santos al Caguan?

Campesinos de Remolino de Caguán reunidos hace unos años en un evento de derechos
humanos para denunciar las violaciones de los DD.HH. de las FF.MM. Fueron todos filmados
por los agentes de la inteligencia militar del 22 Batallón de la Contraguerrilla.



Por Horacio Duque

Hoy se desplaza a San Vicente del Caguan, donde se realizaron los diálogos de las Farc y Pastrana en el año 2000, el señor Juan Manuel Santos. Su presencia allí ocurre después de conocidos los resultados de la más reciente encuesta que indican su caída en los niveles de aceptación de su gestión y el fracaso de su proyecto de reelección por otros cuatro años más en la Casa de Nariño. 

El objetivo es la entrega de 100 mil hectáreas de tierras que según la propaganda oficial pertenecían a las Farc. Se quiere mostrar que la Ley de víctimas y restitución de tierras arroja resultados cuando la realidad de su fracaso es un hecho como lo han demostrado los debates de senadores de la oposición democrática en el Congreso de la República.

Sin embargo la realidad es otra. Los campesinos de la región han expresado en varias asambleas comunales realizadas recientemente que lo que se dará hoy es la legalización de un despojo por parte de los militares y paramilitares que operan en llave, de centenares de predios que pertenecían a campesinos pobres.

Santos hará entrega hoy de títulos de tierras a miembros del Ejército (Coroneles, Capitanes, tenientes y sub oficiales) y sus testaferros paramilitares, de tierras que les fueron cercenadas a miles de labriegos que hoy están en condiciones de desplazamiento forzado en los centros urbanos.

El sargento Arroyave en acción, filmando los 1500 campesinos reunidos en el evento.


Con esta medida el jefe de la Casa de Nariño pretende bajar la presión de la ultraderechista y uribista cúpula militar que está demandando la suspensión de la Mesa de Conversaciones de paz de La Habana mediante memoriales que se han comunicado por los generales en los Consejos de Seguridad realizados recientemente en la Casa de Nariño. Ya es bastante conocido el altercado y la presión vociferante de jefes militares que amenazan ciertas instituciones de no ser cancelados los diálogos de paz con las Farc. 

Con las supuestas entregas de tierras a los seudocampesinos de San Vicente del Caguan, el Ministro de Agricultura, pretende correr una cortina de humo frente a su fracaso político con el campo, hundido en ruinas. Es la razón por la cual las protestas de los agricultores ligados al café el maíz el arroz, el algodón y otros productos están exigiendo su renuncia inmediata del alto cargo que ostenta, aunque lo nombren en la Junta Directiva del Banco de la República para llenar una de las dos vacantes existentes.

Santos va al Caguan a intentar tapar su fracaso y a sacar pecho contra la resistencia campesina revolucionaria invicta. 

domingo, 6 de enero de 2013

Tipo bueno- tipo malo. Por Alberto Pinzón Sánchez

Santos discutiendo con el jefe de las FF.MM., el general Alejandro Navas, Foto presidencia



Miguel Bonasso, describe magistralmente en sus memorias tituladas Recuerdo de la Muerte; la táctica preferida por sus torturadores de la dictadura fascista Argentina del “bad guy-good guy” (tipo malo-tipo bueno), usada también eficientemente en todas las dictaduras fascistas del llamado Cono Sur, al haber sido esparcida como una peste inhumana y finalmente generalizada en Nuestra America por todos los torturadores fascistas y paramilitares, primero desde la conocida Escuela de las Américas y luego por el mundo, desde Abu Ghraib y Guantánamo:

Una vez capturado el opositor al régimen, viene un interrogatorio brutal y espantoso con todo tipo de torturas imaginables, a cargo de un sádico insultante o tipo malo. Luego, como presumen que el detenido no ha dicho todo, lo dejan descansar unos minutos para que entre en escena un sádico más refinado y menos humillante, quien con ademanes educados y lenguaje un poco más elevado (aunque no tanto) le ofrece café tinto con un cigarrillo y le dice que no quiere verlo sufrir más, sino verlo por la calle en libertad, sonriente y próspero. Pero para eso debe decirle a él (solamente a él) lo que, comprensiblemente, le ocultó al anterior tipo, ese impolítico, perverso y mal hablado.

El resultado indiscutible de esta táctica de dominación basada en el miedo, el cual según el nazi Goebbls es la única emoción humana perdurable y manipulable, llevó luego a sus gestores y beneficiarios a teorizar sobre ella y a elevarla a canon político: Fue la famosa teoría del cochero americano del “garrote y zanahoria” presentado al mundo en 1997 por la Secretaria de Estado de los EE UU señora Madeleine Albright, al inicio del Plan Colombia y luego, en los diálogos frustrados del Caguán adoptada en el país, convertida y transformada en regla de oro estratégica para derrotar a la insurgencia colombiana, en “cualquier” mesa de negociación donde se siente, tal y como lo dejó establecido el arúspice de la oligarquía trasnacionalizada de Colombia, Alfonso López Michelsen.

“Negociar en medio de la guerra”, que fue la consigna de los militares colombianos impuesta por el presidente Pastrana a la dirigencia de las Farc durante los diálogos del Caguán, es una curiosa adaptación colombiana de la regla de la zanahoria y el garrote gringo, que 15 años después sin modificaciones, el presidente JM Santos le impuso nuevamente a la dirigencia delas Farc para iniciar y adelantar los actuales diálogos de la Habana.

Durante 50 años los regimenes de turno han prometido derrotar la guerrilla militarmente
pero hasta ahora, pese a unas inversiones gastronómicos, el resultado es magro.


La enseñanza del ex presidente López Michelsen de “derrotar militarmente a la guerrilla, para luego sentar a quienes queden, a negociar su desmovilización y reinserción”, no ha sido aún desechada totalmente por clase dominante colombiana, a pesar de la evidencia contundente de no haberla conseguido en 60 años de guerra contrainsurgente geoestratégica, apoyada siempre por el gobierno de los EEUU con la última tecnología militar disponible. Por el contrario. Todos los días vemos y escuchamos al presidente Santos, o su ministro de guerra, o a un alto mando de las hipertrofiadas fuerzas armadas de Colombia, hablando de la heroica victoria que con la “Espada de Honor” y el Corazón Verde”, están prontos de conseguir.

Sin embargo, hasta el momento y a pesar de la tregua unilateral decretada por las Farc este fin de año, lo que la realidad muestra es el efecto contrario: una continuidad de la mortandad de colombianos, tanto de guerrilleros como de soldados, en un ambiente enrarecido o podrido por la muerte, esgrimida por el gobernante como única y última razón del Estado que les va a dar la prosperidad democrática prometida. Los unos muertos en bombardeos y los otros caídos en campos minados y en ofensivas terrestres, tal como ha sido informado por las diferentes agencias periodísticas internacionales, en esta primera semana de enero 2013.

¿Acaso esto significa que las fuerzas militares colombianas solo dominan plenamente el aire, mientras que en la tierra tienen dificultades? ¿Habrá otras explicaciones, aún desconocidas, que están obligando al presidente Santos y a sus altos mandos militares a insistir diariamente frente a sus subordinados en la victoria con el fin de elevarles la moral? ¿Acaso ya hay signos y síntomas de desmoralización dentro de las tropas al haberlas preparado durante años en una victoria militar, como única vía que no llega, y no en una Solución Política del conflicto?

Sin la aviación, . . . .


El general Alejandro Navas, comandante general de los 500.000 hombres (solamente armados) que componen las mega-hipertrofiadas Fuerzas Armadas de Colombia y que consumen el 5% del PIB de Colombia; dijo recientemente (06.01.2013) en una entrevista para el diario conservador El Nuevo Siglo que:

... “Tenemos una misión muy clara: seguir combatiendo. Y esa es la orden que nos ha dado nuestro presidente de la República y el ministro de Defensa Nacional. Y seguir por esa senda del cumplimiento del deber. Lo nuestro es el combate, simple y llanamente. El combate hasta que nuestro gobernante nos diga. Hay que hacer otra cosa. Pero nosotros estamos en lo nuestro. Eso es lo que sabemos hacer y para lo cual estamos preparados. Es decir, para el combate”…. http://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/1-2013-estrategia-militar-busca-desmoralizar-farc.html

Con esta inteligente elocuencia, el general Navas lo que está dejando en claro es que una maquinaria militar tan grande e hipertrofiada como la Colombiana, orientada únicamente al combate militar hasta la victoria (y por no conseguirla se hipertrofió tanto) no puede detenerse de un momento para otro. Frenar en seco. Ni siquiera por una orden presidencial, que se supone es política, y que esta inercia militarista al no poder parar o detenerse porque se derrumba, le ha impuesto al presidente Santos aquella consigna de “negociar en medio de la guerra”, muy en contradicción con el clamor Popular de adelantar los diálogos de la Habana en medio de un ambiente distendido con una Tregua Bilateral.

¿Será capaz el presidente Santos de explicarle al Pueblo colombiano, que él no es tipo dual (bueno- malo) o de garrote y la zanahoria que pintan los caricaturistas, que si puede ordenar la Tregua Bilateral para adelantar los diálogos en la Habana, como se lo está demandando la movilización social sin que pase nada?


miércoles, 2 de enero de 2013

Parece ser que Santos y su gobierno quieren cerrar caminos a la democracia

Avisos como éste ha sido lo común desde que comenzó el proceso de paz en Oslo y la
Habana el 18 de noviembre, 2012. Mientras las FARC han declarado una tregua de
operaciones ofensivas,  el Estado, dirigido por Santos, ha iniciado una Guerra Total.



Por Athemay Sterling Acosta
Enero 03 de 2013

“Todo pueblo cuyos derechos fundamentales sean gravemente ignorados tiene el derecho de hacerlos valer especialmente por la lucha política o sindical, e incluso, como última instancia, por el recurso a la fuerza. Los movimientos de liberación deben tener acceso a las organizaciones internacionales y sus combatientes tienen derecho a ser protegidos por el derecho humanitario de la guerra”.
Declaración de Argel  4 de Julio de 1976 


1
Cuando un Régimen Político se encuentra en crisis: está desgastado, en descomposición y por supuesto en camino a su destrucción como lo ha demostrado Santos en este comienzo de año de 2013 y fin de la calenda pasada cuando apela a la guerra, estando la insurgencia en cese al fuego unilateral,  su gobierno y él invocan la imposición, la muerte y  la violencia, como el gasto insensato del erario que no es de Él, y gastarlo en billones en Bombardeos en medio de las festividades, cuando arroja toneladas de bombas sin fin, como hizo EEUU en Vietnam donde fue derrotado, afectando a la población civil que tiene protección del Derecho Público Internacional, bombardear sin estar permitido en el Derecho Internacional a los combatientes en tregua y cese al fuego que durará hasta el 20 de enero de 2013, si es que Santos y su deteriorado gobernar determina acordar con Ellas un cese bilateral de fuegos con las Farc-Ep, continuaría este cese al fuego pero de forma bilateral como lo exige Colombia entera.

Lea Juan Manuel Santos, y aprenda este axioma mío de la política: cuando un gobierno como el suyo no es capaz de gobernar mediante la persuasión, mediante el convencimiento, es decir políticamente, y tiene que apelar a la fuerza, al engaño, a la perfidia, a la guerra contra el pueblo, a la muerte desde el mismo Estado que debe preservar la vida de Colombianas y colombianos y no lo hace, significa que ya no es capaz de gobernar políticamente, está en plena crisis de poder realmente político, y se asienta en las FFMM a quienes le dio Fuero Militar para vulnerar los Derechos y apoyarlo a Usted, lo obliga a renunciar, a hacerse a un lado, para que seamos nosotros en plena movilización pacífica o insurreccional,  y seamos todo el movimiento popular sin exclusiones, quienes en un Gobierno de Transición creemos las bases materiales y subjetivas para construir un Estado de Nuevo Tipo, donde toda la población colombiana, nacionales y extranjeros, podamos ejercer los Derechos Universales conquistados por la humanidad y los practiquemos a plenitud, es decir que haya Paz con Justicia Social. 



2
Usted Santos con sus áulicos en el interregno que indico realizó múltiples sobrevuelos de naves de guerra, unas que bombardeaban indiscriminadamente y  causaron estrés postraumático en niños, mujeres, ancianos y población campesina creando zozobra innecesaria, dicen unos, yo digo  practicando Usted el más nazi terrorismo de Estado contra el pueblo campesino que produce la alimentación a Colombia entera, ¿o es que quiere destruir también la riqueza socialmente producida para reemplazarlas por transgénicas? ¿O quiere desruralizar más a Colombia a través del desalojo y despojo al pueblo campesino?  Todo esto lo he vivido cuando converso e interactúo con la población campesina colombiana.

Le digo que no piense en reelección, piense mejor como ya le planteé, y hágase a un lado, pues sino no es capaz de gobernar políticamente, y el anhelo nacional es la Paz con Justicia Social, y usted está en contravía, ni gobernará este período y menos será reelegido.

La derecha colombiana dirigida por su señoría, aunada en una resquebrajada “unidad nacional” aúpan al narco paramilitarismo que ya ha cobrado la vida de Dirigentes Populares, y usted con su gobierno son los sujetos activos criminales determinadores por la apología que hace diariamente a la guerra, a la muerte y a la violencia.

En estas festividades de fin y comienzo de año ya nos ha asesinado a varios de nuestros compañeros y dirigentes del movimiento popular colombiano que lo confronta a Usted, pues somos afectados por su Régimen Político de Derecha, y por eso somos Oposición Política a su Régimen neoliberal y nazi-guerrerista, adiestrado por la CIA, la MOSAD y el Imperialismo.

Un gobernante verdadero debe llamar a la Paz, a la Convivencia, a la tranquilidad, a la participación democrática en la vida del Estado, que la gente toda ejerza sus Derechos en realidad y no se queden formalmente en esta Constitución Política sujeta a ser reemplazada por otra como consecuencia del sentir del País de una Asamblea Nacional Constituyente realmente Democrática, sin exclusiones, pues la actual se hizo contra las Farc-Ep, la Unión Patriótica y la Oposición Política que existimos en Colombia bajo el amparo de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos o Declaración de Argel de 1976, de la cual coloco como epígrafe parte de ella en este escrito, a pesar que su clase social y sectores que lo apoyan han generado en Colombia la más grande catástrofe humanitaria y social en toda nuestra historia.

Su Derecha y usted mismo a través de Gina Parody su alcaldesa esquirol, paracos del bloque capital de “facho” Santos, Uribe también, su “unidad Nacional”, “uribeños”,  e igualmente con el Representante por Bogotá Miguel Gómez hijo del clan fascista de los Gómez, militante del Partido Conservador, integrante de la “unidad nacional” el más gran reaccionario del DC dizque iniciarán la revocatoria del mandato a Gustavo Petro, toda una campaña de la Derecha Colombiana y Bogotana en especial que no les dará frutos, pues respaldamos la política de defender lo público como Gobierna el legítimo Alcalde Gustavo Petro en el DC.

Ustedes atacan hasta su propia Democracia, ya no la resisten, por eso serán reemplazados por auténticos hijos del pueblo, que si ustedes en su incapacidad para gobernar cierran el camino, se abrirán otros, fundados en la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos o Declaración de Argel que nos permite como ella dice en su Preámbulo:

“Vivimos tiempos de grandes esperanzas, pero también de profundas inquietudes, - tiempos llenos de conflictos y de contradicciones, - tiempos en que las luchas de liberación han alzado a los pueblos del mundo contra las estructuras nacionales e internacionales del imperialismo, y han conseguido derribar sistemas coloniales, - tiempos de luchas y de victorias en que las naciones se dan, entre ellas o en su interior, nuevos ideales de justicia, - tiempos en que las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas desde la Declaración Universal de los Derechos del Hombre hasta la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados, han expresado la búsqueda de un nuevo orden político y económico internacional.
Pero son también tiempos de frustraciones y derrotas, en que aparecen nuevas formas de imperialismo para oprimir y explotar a los pueblos.
El imperialismo, con procedimientos pérfidos y brutales, con la complicidad de gobiernos que a menudo se han autodesignado, sigue dominando una parte del mundo. Interviniendo directa e indirectamente, por intermedio de las empresas multinacionales, utilizando a políticos locales corrompidos, ayudando a regímenes militares que se basan en la represión policial, la tortura y la exterminación física de los opositores; por un conjunto de prácticas a las que se les llama neo-colonialismo, el imperialismo extiende su dominación a numerosos pueblos.
Conscientes de interpretar las aspiraciones de nuestra época, nos hemos reunido en Argel para proclamar que todos los pueblos del mundo tienen el mismo derecho a la libertad, el derecho de liberarse de toda traba extranjera, y de darse el gobierno que elijan; el derecho, si están sojuzgados, de luchar por su liberación, y el derecho de contar en su lucha con el apoyo de otros pueblos.
Persuadidos de que el respeto efectivo de los derechos del hombre implica el respeto de los derechos de los pueblos, hemos adoptado la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos.
Que todos los que, a través del mundo, libran la gran lucha, a menudo con las armas en la mano, por la libertad de todos los pueblos, encuentren en la presente declaración la seguridad de que su lucha es legítima”.

También nos apoyamos en lo indicado al final de Ella misma cuando ordena y legitima nuestra lucha popular, sea en el terreno que sea, cuando se nos cierra caminos para elevar de nivel la Democracia,  que Santos y su santoral sigue oponiéndose a Ella y al cambio a favor del pueblo.
Y si eso llegare a suceder  pues será el mismo pueblo quien venza, pues no hemos nacido para ser vencidos, sino para vencer. ¡Y Venceremos!
Dice el final de la Declaración de Argel del 4 de Julio de 1976 que:

“…Los atentados más graves a los derechos fundamentales de los pueblos, sobre todo a su derecho a la existencia, constituyen crímenes internacionales que entrañan la responsabilidad penal individual de sus autores. Todo pueblo cuyos derechos fundamentales sean gravemente ignorados tiene el derecho de hacerlos valer especialmente por la lucha política o sindical, e incluso, como última instancia, por el recurso a la fuerza. Los movimientos de liberación deben tener acceso a las organizaciones internacionales y sus combatientes tienen derecho a ser protegidos por el derecho humanitario de la guerra. El restablecimiento de los derechos fundamentales de un pueblo, cuando son gravemente ignorados, es un deber que se impone a todos los miembros de la comunidad internacional…”

Juan Manuel Santos: así actuaremos el pueblo colombiano de manera legítima y eficaz con el apoyo Iuris del Derecho Público Internacional que los tiene a Ustedes en la mira para ser juzgados por crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, de agresión y acciones genocidas, de los cuales usted y otros son sujetos activos cuando ordenaron masacres en el marco del tipo penal de la perfidia, por ejemplo; y también determinadores cuando como gobernantes ilegítimos hacen propaganda nazi a la muerte, a la violencia y a la guerra contra la sociedad colombiana, afectando también la Paz Continental y Mundial. 

martes, 11 de diciembre de 2012

El doble discurso de Juan Manuel Santos





Por Alberto Pinzón Sánchez
“NOSOTROS AQUÍ LLEVAMOS AÑOS persiguiendo campesinos, mientras el Gringo allá metiendo varillo”, reconoció por fin el presidente JM Santos, el pasado 6 de diciembre en el llamado parlamento colombiano, pero sobre todo y como gesto de gran simbolismo ideológico para los colombianos, frente al representante de la otra muela de la tenaza para la re-composición del régimen y su mejor aliado actual (ya que con Uribe Vélez no hubo arreglo) el inquisidor Ordoñez, recientemente elegido de una terna corrupta de uno, y quien molesto por un puente dental mal hecho por algún tegua baratero de Bucaramanga, dubitativo parece estar diciendo, “esto es solo de dientes para afuera”.
No es una gran sorpresa que JM Santos hubiera aceptado “que el agua mojaba”, tanto tiempo después de que el Departamento de Estado hubo aceptado su fracaso mundial frente a la “War Drugs” o guerra contra las drogas; emprendida a sangre y fuego contra los pueblos de la Patria Grande, especialmente el colombiano, contra el que se ensañó con todas sus armas ideológicas, militares, tecnológicas, químicas y periodísticas posibles, produciéndole, con su famoso Plan Colombia y demás planes militares derivados para exterminar unos cuantos campesinos resistentes, una verdadera catástrofe humana todavía no calculada en todo su tamaño; no solo por el Terrorismo de Estado patrocinado por sus multinacionales bananeras, mineras y elaborado en las 9 nueve bases militares del US Army en Colombia, sino por el linchamiento moral del que hemos sido victimas todos los colombianos, quienes impotentes fuimos convertidos ante la faz del mundo en mafiosos, criminales o, en narco terroristas y, la pobre Colombia en un país rufián.

LO SORPRENDENTE, ADEMÁS de su lenguaje fullero de tahúr de garito de barrio, empleando en el pulcro y honesto parlamento colombiano, la jeringonza paisa y llamando eufemísticamente a sus eternos e irrestrictos aliados del gobierno de los EEUU, con el despectivo y populachero nombre de “gringos”, así como “ the drugs” con el feo colombianismo de “varillo”; habiendo términos más sugestivos y elegantes para un “gentleman” con su distinguida audiencia, como amigos norteamericanos, nieve a las neuronas, golpe a la Psiquis, o simplemente bazucazo al cerebro; lo sorprendente, repito, es la ambivalencia y la incertidumbre con que está impregnando toda su política de gobierno para tratar de remontar o superar el pesimismo generalizado frente a su gobierno y que se ha apoderado de los colombianos: Esa mezcla peligrosa de “ponzoña con dulzura” que Vicente Fernández le reprochaba a los besos de la Araña, y la diplomacia del Departamento de Estado con más empirismo, ha llamado desde siempre, el uso adecuadamente combinado de “zanahoria con garrote”.
Un día (para complacer a Uribe Vélez) JM Santos amenaza con todos los juguetes de que dispone al presidente de Nicaragua Ortega y al otro, le ofrece un dialogo amistoso con grandes pactos de beneficio mutuo. Otro, para complacer la tribuna mediática nombra públicamente a una ex magistrada liberal-conservadora en la terna para la elección de Procurador, para luego abandona, porque sus pactos privados y electoreros para su reeleción, están con el inquisidor Ordoñez.

Y, EN EL ASUNTO de las conversaciones que se desarrollan en la Habana, para construir una duradera confianza negociadora; un día consintiendo a la diplomacia extranjera anuncia con gran estruendo mediático concesiones y avances muy positivos en el camino de la paz; mientras en el selecto parlamento colombiano hace aprobar (contra viento y marea) el Fuero Militar, o su adlátere el ministro de guerra Pinzón, todos los días lanza una poderosa bocanada de candela con combates simulados de rompimientos de la tregua unilateral decretada por la Insurgencia de las Farc, montajes periodísticos sobre misiles térmicos de Afganistán que llegaron a Colombia, no se sabe como ni cuando, no se alteran en la selva amazónica y para los cuales está preparándose comprando nuevas armas, o simplemente, porque no tiene más, inspirado en el lema de gobierno de Chile por la Razón o la Fuerza, amenaza de que si por la razón suya no se logra la paz de Santos, él tendrá la fuerza para imponerlas a ambas: la razón y la paz.
Leyendo el triste articulo del profesor Alfredo Molano sobre su viaje a EEUU, aparecido en su columna (El Espectador 10.12.2012) a cualquiera le puede surgir la pregunta: ¿ Será que todo este doble discurso no es de J M Santos, sino que viene churretiado desde más arriba?

domingo, 2 de diciembre de 2012

El desplome de Santos y la paz de La Habana

El jefe del Estado y su Mindefensa, Juan Carlos Pinzón.



Por Horacio Duque
CALI, 2 de DICIEMBRE de 2012. / En términos de credibilidad y legitimidad, el fallo de la Corte Internacional de Justicia acerca del contencioso de Colombia con Nicaragua por las áreas marinas que rodean el archipielago de San Andres y Providencia ha sido un golpe político demoledor para J.M.Santos. Así lo señalan las encuestas realizadas para la revista Semana.
Casi 70 de cada 100 colombianos no le creen al Jefe de la Casa de Nariño. 65 de cada 100 no votarían su reelección para un nuevo periodo de 4 años. Esta fractura del Presidente no es la primera. En sus casi 30 meses de gestión, de 48, en varios momentos se ha registrado el declive. La última vez, hace 5 meses, el anunció de las conversaciones de paz con las Farc y la promesa de construir 100 mil viviendas gratis derivó en una leve mejoría de los niveles de aceptación popular.
Al revisar los detalles del sondeo se encuentra que hay otros factores incidiendo en la severa caída de Santos. La mayoría de los ciudadanos están descontentos con los magros resultados de la Ley de restitución de tierras, con el curso de la economía, con el desempleo, con la crisis de la salud, con la situación de millones de colombianos víctimas de la violencia, con los daños ambientales de la Locomotora Minera, con la impunidad en los “falsos positivos”, con el fraude de la reelección del Procurador y con la violencia neoparamilitar autora de una seguidilla de masacres y homicidios en Medellin, Armenia, Cali y el Centro del Valle del Caúca. El veredicto ciudadano es demoledor y desmiente la propaganda oficial de la “prosperidad democrática”.
Pero la tendencia a la baja política incluye otros nombres e instituciones. El patriotero neofascista del Uberrimo queda muy mal parado. Igual ocurre con Andrés Pastrana, de ingrata recordación por ser el autor del infame Plan Patriota que desangró aún más a Colombia en los últimos 10 años. Las Fuerzas Armadas de 500 mil unidades amplían su imagen negativa y los medios masivos de comunicación dominantes pierden crédito por su descarada manipulación de conciencias.
El proceso de paz de La Habana, después de alcanzar un nivel de aceptación superior al 72% se ve contaminado por los indices adversos del gobierno. Cae un preocupante porcentaje. Afirmaciones como aquella de que el “modelo económico, político, militar y la inversión extranjera no se discuten”, lanzada por De La Calle, afectaron el optimismo popular con las conversaciones de La Habana. Las frecuentes descalificaciones y ataques del Ministro Pinzón, dice él que en acuerdo con Santos, y de los altos jerarcas militares han diezmado el ambiente favorable para los diálogos que permitan superar el conflicto social y armado. La hostilidad de los funcionarios del Ministerio de Defensa contra el proceso de paz ha hecho un tremendo daño.
El camino apropiado para fortalecer la Mesa de Conversaciones de La Habana es aquel que consiste en ampliar los espacios de participación popular para que toda la sociedad aporte con sus iniciativas en la construcción de los proyectos y estrategias propias de los 6 temas de la Agenda trazada en el Acuerdo General.
Para los días 17, 18 y 19 de diciembre se ha previsto un Foro Nacional sobre el desarrollo rural en Bogotá, organizado por la Universidad Nacional y las Naciones Unidas. Los potenciales democráticos de un evento como este son evidentes. Sin querer decir que sea la formula mágica, su aporte es a todas luces plausible, no obstante que el Jefe de Fedegan, Jose Felix Lafaurie, el representante de latifundistas, terratenientes y paramilitares en reposo, se haya ido lanza en ristre contra el mismo para ridiculizarlo. Para este caballero de la hacienda rural es preferible el cenáculo oscuro de los gremios al aporte plural de la multitud del campo colombiano. 
El jefe paramilitar involucra al presidente de los ganaderos colombianos con el paramilitarismo.
No quiero decir que sus planteamientos deban ser obstruidos con descalificaciones personales, pero el tono insolente de su retórica no es precisamente el del demócrata liberal que dice ser, por muchos lados se escurre la naturaleza autoritaria de su mundo interior, que me parece es lo que indujo la indagación penal por sus vínculos con el paramilitarismo de Montería, en cabeza de Mancuso.
El diálogo de Santos con el Presidente Daniel Ortega de Nicaragua en México está indicando que el matoneo y la prepotencia no son las conductas adecuadas para resolver los problemas políticos y diplomáticos. Esa debería ser la fórmula para las previsibles dificultades en las conversaciones con la insurgencia revolucionaria para concretar la paz.
En todo caso, ante eventuales convulsiones y pataleos oficialistas, las Farc han solicitado al CICR el registro, en calidad de documento especial, del Acuerdo General para la superación de la violencia y la construcción de una paz estable y duradera, suscrito en La Habana, lo que implica elevarlo a la condición de un instrumento complementario del Derecho Internacional Humanitario cuyas normas regulan los conflictos civiles internos. No son meras formalidades al estilo del santanderismo liberal de la élite dominante. Mas bien esa medida debe interpretarse dentro de los códigos de lo que hoy se conoce como el pensamiento estratégico. El bloque de constitucionalidad con los pactos internacionales incorporados al texto superior debería reforzar la previsión hecha. Amanecerá y veremos. Es la precaución que tanta falta hizo en La Haya y concluyó con la amputación de 100 mil kilómetros de Mar Caribe. Fracaso por el que desde hace rato deberían haber caído cabezas. Pero, que le hacemos, así es todo aquí. Todos estos burócratas siempre caen parados.

martes, 27 de noviembre de 2012

¡A defender el proceso de paz de la Habana!




Por Alberto Pinzón Sánchez

“Conozco a mi hermano” dice el antiguo presidente de la sociedad Interamericana de prensa (SIP) Enrique Santos Calderón, en una entrevista “chusca” concedida a la revista Semana (24.11 2012) en donde entre otras cosas, sibilinamente le escoge negociadores a la contraparte en la mesa de la Habana, y con su lenguaje irrespetuoso típico, los critica por su excesiva publicidad: Al “viejito Pascuas, la reinita holandesa, la viuda de Tirofijo, y la efigie de Trinidad”.

Claro que sin decir nada de la simpatía desbordante del general Mora, la locuacidad imparable del jefe de la delegación estatal colombiana, la presencia tan activa del innominado general Naranjo (estaba en Méjico haciendo una vueltica) o de las diarias declaraciones y provocaciones que el Hulk, ministro de guerra, hace todos los días en su antiguo diario familiar.

Enrique Santos Calderón
0A renglón seguido dice: “(Mi hermano) el presidente está jugado, y si esto se empantana del todo, no dudará en levantarse de la mesa”. Como si el pueblo colombiano no conociera en carne propia la ludopatía del gobernante; su maña fullera de tahúr y simulador exquisito, su fría capacidad de tomar decisiones momentáneas según el naipe que esté sobre la mesa y no de acuerdo a plan de largo plazo, su frialdad “verdaderamente positiva” para eliminar adversarios con quienes minutos antes estaba hablando de Paz (Raúl Reyes, Alfonso Cano)y luego extasiado brindar con Wisky sobre sus cadáveres, ó, cambiar diametralmente de juego como lo hizo con Rafael Pardo, culpándolo públicamente de ser aliado de las Farc cuando se le atravesó como candidato a la presidencia, para luego, según la carta jugada con el partido Liberal, nombrarlo como ministro de trabajo y en fin: no todas las quejas personales contra JM Santos enumeradas el senador antioqueño Juan Carlos Vélez, son falsas.  


PERO NO ES SOLAMENTE LA PRESIÓN del tiempo express que pretende descargar sobre la mesa de la Habana, sino la advertencia que hace incluso sobre todo el proceso de paz, como una derivación del fallo de la Corte Internacional de Justicia, sobre el diferendo colombo nicaragüense. Dice el entrevistado:

“La tensión con Nicaragua es un nubarrón que ha aparecido. Es peligroso y puede afectar el proceso y tensionar de nuevo el entorno regional. Hay que evitar que prospere en la sociedad colombiana el chauvinismo beligerante. Una actitud belicosa con Nicaragua podría frenar el compromiso de Chávez con el proceso e incluso a los cubanos”

Advertencia seria que confirma los hechos que estamos presenciando en la realidad colombiana: Una doble estrategia Estatal para adelantar dicho proceso de paz, en donde aparte de las conversaciones de la Habana, el musculado ministro de guerra Pinzón y el alto mando militar, en concordancia con los enemigos “conocidos y abiertos” de la paz, y en paralelo, preparan cuidadosamente las provocaciones y la carta de póker que haga levantar impulsivamente al jugador de la mesa de la Habana para que desemboque en el escenario ideal para el Imperialismo trasnacional:

Guerra interna en Colombia y guerra en Caribe, a partir del portaviones que Uribe Vélez construyó en la isla de San Andrés como complemento de las otras 9 bases estadounidenses en el interior de Colombia y que, arrastre consigo a los enemigos ideológicos de EEUU (sandinismo nicaragüense, bolivarismo venezolano y castrismo cubano) para ajustar cuentas de una vez por todas con ellos.


Tropas colombianas en la Isla de San Andres
La Oligarquía vendepatria colombiana estaba segura que, habiendo en al Corte Internacional de Justicia de la Haya, un representante de los EEUU, otro de Inglaterra y otro de Francia (potencias todas con grandes intereses territoriales en el Caribe) sus intereses de lacayo sublime en el Caribe estaban muy bien resguardados. Pero el fallo proferido les ha dado un golpe jurídico inesperado, cuyas repercusiones políticas al interior de Colombia, apenas empiezan a presentarse. Pues la ambigüedad del jugador de póker, esperando la carta favorable para decidir una postura internacional del Estado colombiano sobre tal fallo, junto con los “pataleos de ahogado” que se están dando para ganar un tiempo que es perdido porque solamente le dejará el mismo problema a los siguientes gobernantes de Colombia; ha generado un vacío político ampliamente utilizado por los militaristas, latifundistas y paramilitares del Ejercito Anti restitución de Tierras (EAT) para dar al traste con el proceso de paz de la Habana.


ASÍ PUES QUE EL PUEBLO TRABAJADOR colombiano movilizado conscientemente en toda la geografía del país, en favor de una Salida Política al histórico conflicto social y armado colombiano, conociendo bien al hermano de don Enriquito, debe redoblar esfuerzos de todo tipo para desenmascarar y neutralizar esta marrulla oligárquica que se está adobando, y levantar aún más alto la bandera de la solución diplomática de los conflictos colombianos sean ellos internos como la guerra contrainsurgente geoestratégica, o internacionales como el que se acaba de presentar en el caribe colombiano con Nicaragua.

viernes, 26 de octubre de 2012

El otro vocero de las FARC

Estas rodeado de la verdad, La Calle, rodeado por las palabras de Joseph Stiglitz e Iván
Márquez, ambas describen la realidad. Para Humberto de la Calle y Santos esa realidad
es "petreo", inamovible. Pero eso no depende de los mencionados si no la correlación de
fuerza. Si el factor subjetivo madura, pues no hay duda que el pueblo colombiano moverá
esos factores inamovibles al basurero de la historia.



El otro vocero de las FARC

Octavio Quintero (especial para ARGENPRESS.info)

Viernes, 26 de octubre de 2012 / Joseph Stiglitz, el laureado escritor (Nobel de Economía 2001), podría sentarse con todo derecho en la mesa de Oslo a hablar de Paz en Colombia a nombre de las FARC; y tal vez no sería tachado de “anacrónico”...
En su último libro, “El precio de la desigualdad”, nuevo best seller de Tauros, Stiglitz dice de entrada:
“El 1 % de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99 %. A lo largo de la historia esto es algo que esa minoría solo ha logrado entender… cuando ya era demasiado tarde”.
De entrada también, Iván Márquez, el guerrillero jefe de las negociaciones de Paz con Santos, dijo…
“Más de 30 millones de colombianos (el 70% de la población) viven en la pobreza; 12 millones en la indigencia; el 50% de la población económicamente activa, agoniza entre el desempleo y el subempleo; casi 6 millones de campesinos deambulan por las calles víctimas del desplazamiento forzoso. De 114 millones de hectáreas que tiene el país, 38 están asignadas a la exploración petrolera y 11 millones a la minería; de las 750.000 hectáreas en explotación forestal, se proyecta pasar a 12 millones. La ganadería extensiva ocupa 39.2 millones. El área cultivable es de 21.5 millones de hectáreas, pero solamente 4.7 millones de ellas están dedicadas a la agricultura, guarismo en decadencia porque ya el país importa 10 millones de toneladas de alimentos al año”.
Y como respondiendo al prólogo de “El precio de la desigualdad”, el guerrillero dice con respecto a ese 1% del que habla Stiglitz: (…) “Ellos sólo piensan en el incremento de su botín, no en la reducción de la miseria”.

TANTO EL NOBEL COMO EL GUERRILLERO proponen un cambio inmediato de modelo económico. Y es de suponer que la respuesta que dio el vocero oficial del gobierno de Santos, Humberto de la Calle, a Márquez, resulta válida también para Stiglitz…
(..) “Ni el modelo de desarrollo económico que tiene Colombia en la actualidad, ni el régimen jurídico que ampara la propiedad privada, ni el modelo de inversión extranjera vigente en el país, ni la doctrina militar, serán parte de la negociación de paz entre el Gobierno y las FARC”.
Volvamos a este libro que, seguramente, el negociador de Santos ya debe haber leído porque él es un intelectual in…
“Los mercados por sí solos no son ni eficientes ni estables y tienden a acumular la riqueza en manos de unos pocos, más que a promover la competencia… Las políticas de gobiernos e instituciones son propensas a acentuar esta tendencia, influyendo sobre los mercados en modos que dan ventaja a los más ricos frente al resto. La democracia y el imperio de la ley se ven a su vez debilitados por la cada vez mayor concentración del poder en manos de los más privilegiados.
“El precio de la desigualdad constituye una contundente crítica a las ideas del libre mercado y a la dirección que Estados Unidos y muchas otras sociedades (Colombia entre ellas) han tomado durante los últimos treinta años”…
Fin de folio: Ya las FARC pueden levantarse de la mesa y dejar este libro de Stiglitz como propuesta al gobierno para que tome de él lo que a bien tenga. Aunque, a juzgar por la contundente afirmación de De la Calle, también Santos ha declarado “inamovibles” las causas subjetivas de la violencia en Colombia, de las que hablara en su momento el expresidente Belisario...