El otro vocero de las FARC
Octavio Quintero (especial para ARGENPRESS.info)
Viernes, 26 de octubre de 2012 / Joseph Stiglitz, el laureado escritor (Nobel de Economía 2001), podría
sentarse con todo derecho en la mesa de Oslo a hablar de Paz en Colombia a
nombre de las FARC; y tal vez no sería tachado de “anacrónico”...
En su último libro, “El precio de la desigualdad”, nuevo best seller
de Tauros, Stiglitz dice de entrada:
“El 1 % de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor
educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que
el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo
vive el otro 99 %. A lo largo de la historia esto es algo que esa minoría solo
ha logrado entender… cuando ya era demasiado tarde”.
De entrada también, Iván Márquez, el guerrillero jefe de las
negociaciones de Paz con Santos, dijo…
“Más de 30 millones de colombianos (el 70% de la población) viven en
la pobreza; 12 millones en la indigencia; el 50% de la población económicamente
activa, agoniza entre el desempleo y el subempleo; casi 6 millones de
campesinos deambulan por las calles víctimas del desplazamiento forzoso. De 114
millones de hectáreas que tiene el país, 38 están asignadas a la exploración petrolera
y 11 millones a la minería; de las 750.000 hectáreas en explotación forestal,
se proyecta pasar a 12 millones. La ganadería extensiva ocupa 39.2 millones. El
área cultivable es de 21.5 millones de hectáreas, pero solamente 4.7 millones
de ellas están dedicadas a la agricultura, guarismo en decadencia porque ya el
país importa 10 millones de toneladas de alimentos al año”.
Y como respondiendo al prólogo de “El precio de la desigualdad”, el
guerrillero dice con respecto a ese 1% del que habla Stiglitz: (…) “Ellos sólo
piensan en el incremento de su botín, no en la reducción de la miseria”.
TANTO EL NOBEL COMO EL GUERRILLERO
proponen un cambio inmediato de modelo económico. Y
es de suponer que la respuesta que dio el vocero oficial del gobierno de
Santos, Humberto de la Calle, a Márquez, resulta válida también para Stiglitz…
(..) “Ni el modelo de desarrollo económico que tiene Colombia en la
actualidad, ni el régimen jurídico que ampara la propiedad privada, ni el
modelo de inversión extranjera vigente en el país, ni la doctrina militar,
serán parte de la negociación de paz entre el Gobierno y las FARC”.
Volvamos a este libro que, seguramente, el negociador de Santos ya
debe haber leído porque él es un intelectual in…
“Los mercados por sí solos no son ni eficientes ni estables y tienden
a acumular la riqueza en manos de unos pocos, más que a promover la
competencia… Las políticas de gobiernos e instituciones son propensas a
acentuar esta tendencia, influyendo sobre los mercados en modos que dan ventaja
a los más ricos frente al resto. La democracia y el imperio de la ley se ven a
su vez debilitados por la cada vez mayor concentración del poder en manos de
los más privilegiados.
“El precio de la desigualdad constituye una contundente crítica a las
ideas del libre mercado y a la dirección que Estados Unidos y muchas otras
sociedades (Colombia entre ellas) han tomado durante los últimos treinta años”…
Fin de folio: Ya las FARC pueden levantarse de la mesa y dejar este
libro de Stiglitz como propuesta al gobierno para que tome de él lo que a bien
tenga. Aunque, a juzgar por la contundente afirmación de De la Calle, también
Santos ha declarado “inamovibles” las causas subjetivas de la violencia en
Colombia, de las que hablara en su momento el expresidente Belisario...