“El
proceso de paz”
“Me parece
que hay una intolerancia muy grande en este país. Se le está planteando al
movimiento guerrillero que se traslade a la plaza pública, que deje las armas,
que se presente a la contienda electoral. Yo me imagino que las declaraciones
de los voceros de la insurgencia, si se hubieran dado en Bogotá, ya los habrían
matado.
Se dio un
debate en el que se presentó lo que está sucediendo en el país y están diciendo
claramente que “aquí no funciona nada, no hay garantías para los trabajadores,
no hay derecho a la salud”.
Y en el
aspecto carcelario ya sabemos como funciona todo. O sea, si no aceptan en un
país como Oslo, que se sienten sin armas, a debatir sobre la situación
colombiana, uno entonces piensa que la intolerancia en el país sigue su curso y
eso resta posibilidades.
Afortunadamente
el presidente Santos en sus declaraciones fue un poco más moderado y planteó el
tema de la restitución de tierras, al menos no fue tan torpe y eso lo
interpreto positivamente.
Yo creo
que el país debe entrar en una etapa que permita que en el escenario político, los
dirigentes puedan hablar de la problemática del país. Porque no se puede seguir
metiéndole gasolina al fuego.
He
escuchado a varios periodistas de los medios tradicionales que demuestran que
la intolerancia es muy grande.
Yo creo
que el movimiento insurgente con ayuda de los medios populares alternativos,
deberán hacer un seguimiento más de cerca de toda esta situación.
Hay un
atropello a la libertad en los diferentes aspectos de la política nacional.
Necesitamos ver como se democratizan los medios de información porque la
intolerancia sigue.
Creo que
lo que más le molestó a los sectores que quieren continuar la guerra porque les
conviene, es que el vocero de las FARC, Iván Márquez, hubiera hecho un
diagnóstico de la vida política del país incluyendo lo social y económico
mostrando al mundo lo que verdaderamente ocurre en el país.
Eso fue lo
que más les molestó, ellos no quieren que se sepa en el mundo lo que ocurre.
A pesar de
todas las maniobras contra el movimiento popular y con las FARC en Oslo, se
está generando una polémica muy favorable porque se está mostrando al mundo lo
que ocurre en Colombia.
Es
interesante este debate que se está planteando.