Una pluma guerrera y revolucionaria
Por César Zelada
En
un mundo tan inestable y guerrerista como en el que vivimos. Y en una sociedad
tan reaccionaria como la peruana, el debate filosófico sobre la verdad, se
vuelve tedioso, y el periodismo un “mercadeo de noticias”. La burguesía ostenta
el poder de los mass media y sus comunicadores ideólogos mercenarios para
imponer “su verdad” donde la “libertad y la democracia” están en función de sus
intereses económicos, mezquinos e injustos (palo para los trabajadores en lucha
por sus derechos y flores para las grandes transnacionales como la Yanacocha).
No obstante, siempre hay algunos, que contra viento y marea, mantienen su firme
posición ideológica. Y uno de ellos es Raúl Wienner.
Conocí
a Wienner en la lucha de clases. No recuerdo exactamente cuándo. Pero en varias
oportunidades estuve sentado con él y los trabajadores mineros de Casapalca,
Quenuales; textiles Topy Top, San Sebastián; Movimiento Sin Techo Lima Norte,
etc. Y él escuchaba sensiblemente sus problemas, angustias y sueños, que
colisionaban con los intereses de la patronal explotadora de los Gubbins,
Flores, etc. Que ni siquiera permitían que se organizaran en sindicatos (¿eso
es democracia?). Y cuando lo hacían, pues, los metían presos como sucedió con
el dirigente minero Pedro Condori.
Pero
sí recuerdo que comencé a leer sus artículos en el diario Liberación dirigido
por César Hildebrant en plena efervescencia de lucha contra la dictadura
mafiosa fujimontesinista. Entre tanta hipocresía de prensa y analistas geishas,
las notas de Wienner eran como una Inca Kola en el desierto.
No
es un periodista común. Como el periodista independiente Robert Fisk (que
cuestiona el sistema), parte de los hechos concretos, recolectando la mayor
cantidad de información posible para luego analizar, sacar conclusiones e
informar al pueblo. Pero a diferencia de Fisk, Wienner, está vinculado a la
lucha incansable de los trabajadores contra la injusticia y la corrupción.
En
ese sentido a desarrollado una pluma que a guerreado contra los poderes
facticos del país y sus mercenarios a sueldo. Ha publicado más de 20 libros
dedicados a demostrar los actos de corrupción intrínsecos a las privatizaciones
de las empresas públicas y a desenmascarar la violenta hipocresía fujimorista y
la corrupción aprista en los últimos años.
Wienner,
con su particular pluma e ironía, ha reflejado las grandes y explosivas
contradicciones generadas por el impase histórico entre cambio y continuismo
neoliberal. Pero no solo escribe sino que además ha participado como expositor
en varios foros populares expresando su agudo análisis político. De hecho,
apoyo como asesor de campaña a Ollanta Humala. Y justamente su gran valía en la
victoria del 5-J se manifestó cuando el actual presidente lo visitó en la clínica
para saludarlo.
El
intelectual Fernando Buen Abbad escribió, “…Ya basta de que cualquier payaso
capaz de publicar, bajo cualquier método y medio, sus canalladas se haga llamar
“periodista” a costa de degenerar la verdad que es de todos… Ahora que se
alían las mafias mediáticas y forman su ejército de “periodistas” para
bombardearnos con misiles de injurias y mentiras... nosotros debemos hacer del
“periodismo” un frente riguroso en sus principios y adaptable en su
organización para sumarnos abiertamente a todas las fuerzas de la comunicación
emancipadora donde se propicie colaboración revolucionaria irrestricta…”.
En
esta misma línea de combate se encuentra Raúl. Wienner es un hombre de gran
humor y estoy seguro que logrará superar esta batalla de salud. Raúl es un
programa militante de acción, unidad, lucha popular y ética. Raúl una pluma
guerrera y revolucionaria.