domingo, 28 de octubre de 2012

Debate sobre la Tierra en Colombia. Habla el presidente de Fedegan, acusado por nexos paramilitares





José Félix Lafaurie, presidente  ejecutivo del  gremio los ganaderos  (Fedegán)  investigado por la Fiscalía de Colombia por Paramilitarismo, escribe en el periódico Vanguardia Liberal (28.10.2012) la visión  que  “su”  gremio tiene sobre  el Agro colombiano. Como contribución al debate sobre la Tierra,  que se ha abierto en Colombia a raíz de la apertura de diálogos para la terminación del conflicto;  ANNCOL  presenta  el articulo a sus lectores , para que contrasten  un solo aspecto del  “blindaje terrateniente”  que ha tenido y tiene el Narcoparamilitarismo y el Terrorismo de Estado  en Colombia, y saquen sus propias conclusiones,  ahora que se va a aprobar el Fuero Militar para continuar la Guerra  Sucia Impune. . .
ANNCOL

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La hora cero para el “agro”

Por José Félix Lafaurie
José Félix Lafaurie, presidente de los
ganaderos, organización que ha sido
acusada 
siempre por de haber financiado al paramilitarismo
en Colombia
Los diálogos con las Farc contribuyeron, irónicamente, a descongelar el debate sobre la política rural al más alto nivel del Estado y sus instituciones. Lamentable que hubiéramos tenido que esperar otro acercamiento con las guerrillas para ganar su atención y visibilizar las reiteradas demandas del sector. Pero preocupa que el futuro del campo se circunscriba al estrecho escenario de las mesas de negociación, donde priman intereses y visiones ilusas sobre su realidad. Un mal tratamiento a la cuestión rural o ceder a las presiones de la guerrilla nos puede dejar frente a una colcha de retazos de buenas intenciones o, en el peor de los casos, en el limbo del subdesarrollo.

Y es que luego del discurso de Márquez en Noruega, creo que nadie sabe para dónde va la negociación en materia de “Desarrollo Integral Rural”. Las posturas antagónicas son apenas un indicio de lo mal que puede salir el experimento. El equipo negociador del gobierno ha mantenido una agenda acotada de seis temas –que no son de poca monta–. Entre tanto, el revisionismo de las Farc incluye todo lo que se mueva sobre el suelo, el subsuelo y el sobresuelo. Desde el modelo minero-energético, la propiedad de la tierra, el déficit presupuestal del sector, la institucionalidad y hasta el cierre a la internacionalización de la economía y la inversión extranjera.

Mancuso el 1 de mayo 2012

Pregunto, por ejemplo, ¿Cómo desatar los nudos gordianos, para hacer compatible la posición extremista de las Farc frente a los TLC, con la política de Comercio Exterior que se trazó este gobierno? Lo cierto es que estamos ante un momento retador para la humanidad, y el campo es un actor de primera línea en la configuración de esa nueva era –atada a la profundización de la globalización– que no podemos seguir ignorando. Allí están los recientes diagnósticos del PNUD, FAO, USDA y distintos “think thank” colombianos, en los que se ha llegado a un consenso: la urgencia de aprovechar la multifuncionalidad de la tierra para concebir un desarrollo rural sostenible y sustentable, capaz de garantizar además del suministro agroalimentario, biocombustibles y servicios ambientales.

Es el mapa que ya debería tener claro el equipo negociador del gobierno, pues toca temas relevantes que aflorarán en La Habana. Capacitación, transferencia de tecnología, innovación, encadenamientos productivos, bienes públicos, “aperturismo” a ultranza y, quizá la más importante: vías de comunicación para las zonas marginales. Ahí está el debate. En acordar los costos y la financiación del verdadero desarrollo rural. El campo no aguanta más discursos demagógicos.