La firma en los Posos para comenzar el proceso de paz hace más de diez años. ¿Cómo evitar que los sectores guerreristas de nuevo impiden el éxito en el proceso? |
ANNCOL debate sobre el documento público “La oportunidad única e irrepetible de los diálogos en Oslo”
“Centenares
de artistas, profesores, investigadores, periodistas y líderes comunitarios que
respaldan el proceso de paz que comienza esta semana” (sic); han publicado y
reproducido una amplia e interesante “declaración pública” en diversos portales
web´s bajo el titulo “Diálogos en Oslo: Una oportunidad única e irrepetible”,
como un importante insumo para un debate democrático amplio y de altura sobre el
proceso de diálogos firmado en la Habana (27.agosto.2012) entre el Estado
colombiano y la insurgencia de las Farc.
ANNCOL, consiente de la
importancia de este documento, e independientemente de que la insurgencia de
las Farc –EP haga su propia valoración y le de respuesta, se permite presentar
para la discusión algunas consideraciones sobre el mismo:
PRIMERO: en el cuarto considerando, se
habla de que “el importante asunto del cese al fuego es altamente deseable, que
requiere para su éxito de un sistema de verificación eficaz, que de momento no
parece ser factible, aunque su ausencia no es un obstáculo insuperable”.
Afirmación que nos permitimos controvertir
en ambos aspectos:
- a) Si es indispensable un
cese al fuego y de hostilidades bilateral, que genere un ambiente pacífico, no
solo en las palabras como lo anota el documento, sino también en los hechos, y
b) no creemos que la
inexistencia actual de un sistema de verificación del cese al fuego, sea una
razón válida para continuar unas riesgosas conversaciones de paz en medio de la
guerra, porque como toda obra humana se puede hacer y deshacer a voluntad de
las partes y con la velocidad que los hechos lo requieran.
SEGUNDO:
en el último
considerando, el documento introduce un concepto nuevo y extraño a lo pactado,
cual es el de la “paz negociada”. ANNCOL considera que el bien social supremo
de la Paz, que se debe alcanzar en un plazo no muy lejano y que como
adecuadamente lo anota el documento depende en Colombia de las diversas y
variadas reformas estructurales que la sociedad necesita con urgencia,
aplazadas a lo largo de los siglos; no puede ser convertido en una mercancía
cuyo valor de cambio es objeto de un negocio político de corto plazo, mientras
que su valor de uso se escatima en medio de la guerra indefinida.
También en ese mismo párrafo
del documento, se hace hincapié en el asunto de los conflictos por la tierra y
se proponen “algunos temas para iluminar el proceso de desarrollo agrario rural
con el cual se inicia la agenda de negociación”, tales como:
1- la superación de la pobreza
rural,
2- la democratización de la
propiedad de la tierra,
3- la relación
agricultura-minería,
4- la reconversión de tierras
dedicadas a la ganadería,
5-la inversión extranjera,
6-la reprimarización de la
economía,
7-las reservas campesinas,
8- la seguridad alimentaria y
9-la protección de los recursos
naturales.
ANNCOL considera estos temas
son importantes de considerar, pero que no agotan todo este complejo y
enmarañado asunto de la Reforma Agraria. Punto esencial y prioritario como
quedó pactado en el primer documento firmado, pero que no constituye la única
reforma que requiere y demanda la sociedad colombiana para poner fin al
conflicto, superarlo, y alcanzar la paz social.
QUE HAY MÁS REFORMAS PENDIENTES, las cuales tarde o temprano tocarán el asunto agrario con el cual
están profundamente relacionadas, por ejemplo, al tratar la cuestión de la
inversión del capital financiero en el suelo, o del Ordenamiento Territorial,
se tendrá que abordar desde el aspecto que las encadena a todas ellas cual es
el de las relaciones de producción vigentes actualmente en Colombia; valga
decir las relaciones de propiedad de la tierra considerada como una sola: la
propiedad privada, cuando en la realidad de nuestro país coexisten otras formas
de propiedad de la tierra como la indígena, la afro, la comunitaria, la
pública, la mixta, la comunal, la municipal, la cooperativa , el subsuelo, y
que no están explicitadas en leyes específicas o reglamentos de la
Constitución, por lo que habrá que expedirlas y reglamentar las adecuadamente.
Y como un documento actual y
vigente para la reflexión y, también de análisis coherente y concatenado;
ANNCOL se permite anexar el texto de una conferencia sobre el asunto de las
diversas Reformas que Colombia necesita, resaltando especialmente el punto 5
sobre las diversas formas de propiedad, que fue presentado como un video en la
Universidad Santiago de Cali en el año 2002, en pleno proceso del Caguán por el
comandante Alfonso Cano, y al cual también se le ha pretendido dar sepultura,
olvidando, claro está, que las ideas no mueren con los hombres , sino que
siguen su propio camino de desarrollo.
Alfonso Cano. |
Anexo:
Un Nuevo Estado para Colombia
Por Alfonso Cano
Conferencia dictada en la Universidad Santiago de Cali
2002 por tv video.
“Sin pretender agotar nuestra
propuesta contenida tanto en el Programa
Agrario de los Guerrilleros de Marquetalia de 1964 como en la Plataforma para un Nuevo Gobierno de
Reconciliación y Reconstrucción Nacional, esbozo estas líneas gruesas:
1.
Para
construir un nuevo Estado es imprescindible erigir un Nuevo Gobierno cuyas
fuerzas mayoritarias representen los intereses del pueblo.
2.
Ese
nuevo Gobierno debe generar las condiciones democráticas para reconciliar a
Colombia en base a la concepción y práctica de la democracia directa como
columna vertebral de la conducción política de la nación. Porque como dijo El
Libertador Simón Bolívar “La soberanía
del pueblo es la única autoridad legítima de las naciones”. Se trata de
eliminar las corruptas interferencias gamonalistas que se le han atravesado al
pueblo para el ejercicio pleno de su soberanía, priorizando y generalizando
mecanismos como los plebiscitos, referendos, cabildos, asambleas populares,
consultas y controles directos. Es evidente, que esta situación requiere con
urgencia un reordenamiento territorial privilegiante de las regiones, sostenido
en las históricas realidades populares, económicas, sociales y culturales y no,
como ahora, en el mezquino interés de los gamonales.
3.
El
nuevo Gobierno tendrá como principio inalienable la defensa de la Soberanía
Nacional tanto en lo político, como en lo económico, en lo militar y en lo
territorial. Se trata de mantener relaciones fluidas con todos los países del
mundo bajo el precepto de la libre autodeterminación y del respeto mutuo. El
proceso que ha generado el mercado mundial en la actualidad hay que encararlo
no como fatalidad sino como una realidad que es positiva en tanto se aborde con
criterios y estrategias definidas que beneficien a todos los colombianos.
4.
A
ese nuevo Gobierno, debe corresponder una Fuerza Pública nueva, totalmente
ajena a la Concepción y práctica de la Doctrina de Seguridad Nacional,
respetuosa y defensora de los Derechos Humanos de los asociados así como de las
fronteras patrias. Si esa Nueva Fuerza expresa cabalmente los intereses de ese
nuevo Gobierno alejaremos de una vez por toda esa historia de confrontaciones
que ha signado nuestro devenir.
5.
El
Régimen de propiedad debe ser la unidad funcional de lo Estatal, lo privado, lo
mixto y lo cooperativo destacando que los sectores estratégicos de la economía
serán patrimonio oficial. En Colombia las empresas estatales, que en los
sectores fundamentales de la economía y los servicios no han producido grandes
beneficios, han fracasado porque frente al timón de la administración del
Estado está un sector social que solo piensa en su beneficio particular. No han
tenido la ética del bien común como línea de conducta sino intereses de clase.
Por eso y porque hay desgreño, incapacidad, corrupción, coimas provenientes de
sector privado nacional y de las transnacionales, es que se ha fracasado.
6.
También
la justicia hay que transformarla y darle el mismo contenido que ha de tener el
nuevo Gobierno, para que esta rama PERMANENTE DEL PODER PÚBLICO esté acorde con
el devenir social. Para que no sea peor robarse un pan que saquear a DRAGACOL
como ocurre hoy en día, para que no sea más punible defenderse de la agresión
de un policía que entregarle la Soberanía Nacional al gobierno norteamericano,
para que el despido injusto de un trabajador sea un delito merecedor de cárcel
y no sea criminalizada la protesta social. Para que no reine la impunidad sobre
todo cuando son los oligarcas y los administradores públicos los que delinquen.
Para que haya respeto por la vida y no se ejerza la pena de muerte impunemente
por parte de la autoridad. Para que la elección a las más Altas Instancias de
la Justicia no sea fruto de un proceso amañado y politiquero sino de una
elección democrática a partir de los propios jueces y Magistrados.
Campesinos de la región de Fusagasugá |
7.
Si
existe una urgencia estratégica para modificar radicalmente la actual situación
es la necesidad de desarrollar una Nueva Política Agraria, que parta de
redistribuir las tierras erradicando el papel que les han dado como alcancía de
latifundistas y como lavadero de dólares provenientes del narcotráfico.
Redistribuir las tierras fértiles, con vías de comunicación y otorgando todas
las facilidades técnicas, económicas y de mercado en el marco de un diseño
económico general que nos inserte con fuerza y soberanía en el mercado agrícola
mundial. Y liquidar de una vez por todas, el negocio de tierras urbano que solo
lacras le ha traído al desarrollo de nuestras ciudades.
8.
Lo
nuevo de la política social debe ser el criterio de obligatoriedad Estatal que
la debe sustentar, marcando diferencia con la criminal concepción neoliberal en
boga, que mide la educación, la salud, la vivienda, el deporte y la recreación
como un negocio rentable que debe de pagar de contado y con intereses, quien
recibe sus beneficios. Y erradicar esa concepción criminal que manipula, roba,
negocia y trampea con las prestaciones sociales de los trabajadores y los
pensionados. Todo lo que hagamos debe tener como referencia es al colombiano,
su bienestar y su realización como ser humano. Precisamente por esto afirmamos
que la paz tiene el nombre de justicia social.
9.
Ninguna
nación que aspire a la prosperidad puede soslayar la atención al desarrollo de
la CIENCIA Y TECNOLOGIA. Estos motores como parte constitutiva de las fuerzas
productivas, juegan papel de primer orden en nuestro futuro como nación
soberana pues en caso contrario, estaremos condenados a perpetuidad al atraso y
a la dependencia tecnológica que impedirá la utilización plena de los recursos
constitutivos de nuestra riqueza nacional.
EL
NUEVO GOBIERNO reclama
una producción intelectual y cultural libre y democrática, tendiente al
desarrollo espiritual de los valores más preciados de nuestra nacionalidad y
cultura diversa. Debe democratizar los medios de comunicación masivos, con
estrictas medidas antimonopolio y de su uso político, dando impulso y prioridad
a los medios de comunicación de propiedad comunitaria y popular.
Un gobierno que acometa estas
modificaciones estructurales al Régimen Político y por tanto al Estado en su
conjunto, es nuestra propuesta a los colombianos para salir del oscuro túnel en
que han hundido al país.
La
confrontación fratricida en que nos encontramos inmersos nos ha sido impuesta a
todos, por un Régimen violento que arremete contra todo aquello que intente
modificar las relaciones de poder y redistribuir el potencial de nuestra
nación.
La lucha por encontrar una
salida política a la situación reclama la mayor participación ciudadana. La
casta política que dirige al país está notificada que en este proceso de
diálogos no se busca la comodidad de los Altos Cargos burocráticos, ni taxis,
ni becas, ni dineros. Solo en la medida que se haga conciencia de la necesidad
de profundos cambios en el Régimen y en el aparato de Estado, podrán evidenciar
voluntad política para evitarle la profundización de los odios a nuestro
martirizado pueblo.
Alfonso y Jacobo, trabajando en Casa Verde |
Dijo nuestro Comandante Jacobo
Arenas que “El destino de Colombia no
puede ser la guerra civil” y nosotros hacemos lo imposible para serles fiel
a su pensamiento. Lo seguiremos poniendo todo por encontrar la solución
civilizada con base en acuerdos en la búsqueda de una patria próspera,
democrática, soberana y con justicia social. Precisamente de eso es que se
trata.
Les agradezco inmensamente su
tiempo y su atención”.
ALFONSO
CANO (10.10.2000).