“Desde el comienzo del
conflicto, Turquía ha estado muy implicada en la invasión en todos los niveles:
el armamento, el transporte y el pasaje de los terroristas, todo pasa por
Turquía”, dijo este lunes 15 de octubre el sociólogo norteamericano James
Petras en su espacio de análisis de la coyuntura internacional por CX36 Radio
Centenario (*). Al respecto agregó que “el gobierno de Erdogan hace por un lado
el trabajo sucio con la OTAN como protagonista y por otro, apunta a extender su
influencia hacia el mundo árabe”. En otro orden, petras se refirió a la marcha
de la campaña electoral en Estados Unidos y cuestionó la adjudicación del
premio Nobel de la paz a la Unión Europea. Lo que sigue es la transcripción del
análisis de James Petras.
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Efrain
Chury Iribarne:
Como cada lunes a esta hora, le estamos dando la bienvenida a James petras.
¿Cómo estás?
James
Petras:
Estoy muy bien, buenos días. Pronto para comenzar este espacio.
EChI:
Bien, aún
estamos sorprendidos por la adjudicación del Premio Nobel de la Paz a la Unión
Europea (1), sobre todo tras todo el daño que ha hecho a lo largo y ancho del
mundo con sus ataques a través de la OTAN (2).
JP:
Tienes razón,
es una anomalía. En un momento en que Europa está muy polarizado, por una parte
Alemania, Francia, los países nórdicos, concentrando todas las riquezas,
mientras que en el sur europeo la gente ha perdido un 30% de su standard de
vida.
Debemos entender que Europa no
funciona ahora o funciona como ejemplo de las grandes desigualdades en el
mundo, donde los poderosos se aprovechan de la liberación de los controles para
dominar los mercados en el sur. Es decir, Alemania ahora puede exportar a
Portugal, Grecia, Espana. sin ninguna limitación; los grandes especuladores de
Inglaterra y Francia prestan dinero a tasas exorbitantes; los gobernantes
tontos aceptan los préstamos sin capacidad de pagar; y todo termina en esta
situación en la que hay acreedores ricos exigiendo, interviniendo en la
política del os países del sur, mientras las grandes masas están en las calles
enfrentando no sólo a sus gobernantes, sino también a los poderes del norte.
Ahora cómo explicamos, en un
mundo tan obviamente injusto, con tantas protestas y divisiones sociales y
políticas; cómo podemos entender que el Comité Nobel insista en este preciso
momento que es el de más bajo prestigio de Europa, nominarlo con el premio. La
razón es precisamente el desprestigio, el desgate de Europa.
Tratan de alguna forma
legitimar lo que es ilegítimo ahora, donde las prácticas de Europa unida,
camufladas en las grandes maneras de explotación, buscan distraer al público de
los desastres que han resultado de tratar de unificar poderes imperiales con
países periféricos o países en dependencia total.
Por tanto, el Premio Nobel es
un instrumento propagandístico, tratando de rescatar un sistema de explotación
que tiene poco contacto con la realidad; porque la realidad debe indicar una
denuncia y no un premio a la forma en que se está organizando Europa en este
momento.
De todos modos, si la idea era
fortalecer Europa, en vez de dar el premio a la Europa integrada, debería
dárselo a la OTAN que ha hecho más por el imperialismo europeo que la Unión
Europea. Han invadido países como Pakistán a través de los drones, Afganistán,
Irak, la intervención en Libia destruyendo ese país; ahora utilizando
terroristas como intermediarios en Siria; apoyando a Israel.
Todos los esfuerzos por
reafirmar a Europa como país imperialista salen principalmente de la OTAN, y si
la función del Premio Nobel es fortalecer a los países imperialistas, dadas las
actuales circunstancias, en vez de dar el premio a la Unión Europea debería
haberlo recibido la OTAN que ha hecho todo el trabajo sucio para mantener la
presencia europea compartiendo el imperio capitalista con los Estados Unidos.
El Premio Nobel está muy
desprestigiado desde hace muchos años.A veces lo han otorgado a figuras como
Martin Luther King o Nelson Mandela, pero en los grandes momentos de crisis ha
funcionado como un instrumento de fortalecer el imperialismo. No debemos
olvidar que Menajem Beguin de Israel, el gran masacrador de palestinos recibió
un premio (1978); y tenemos el caso de Henry Kissinger (1973) un asesino
universal que participó en masacres en Indochina, Indonesia, miles y millones
de personas, y recibe el premio Nobel.
Me parece que hay que tenerlo
en cuenta porque mucha gente de izquierda cita al premio Nobel fulano de tal,
.Pero debemos recordar a Jean Paul Sartre que cuando lo nombraron para el
premio Nobel (1964) dijo que no lo quería porque el Premio Nobel es una forma
de fortalecer la legitimidad del imperialismo (3)Es el único que conozco que
tuvo la altura de rechazar ese premio. Además la fuente del Nobel era la
fabricación de armas de destrucción en los primeros años del siglo pasado.
En ese sentido, el hombre Nobel
fue Jean Paul Sartre que lo rechazó.
EChI:
¿Cómo está la
campaña electoral en Estados Unidos?
JP:
La campaña
sigue sin grandes acontecimientos. Hay una brecha entre los grandes títulos de
los diarios y el aburrimiento o falta de atención del público. Por ejemplo, los
domingos, día de fútbol americano en Estados Unidos, hay millones de personas
mirándolo en televisión, y habrá cien personas interesadas en la noticia
política.
Hay un gran escepticismo ante
la política actual, no hay acontecimientos a favor o en contra. Los medios
tratan de estimular el interés, anuncian que va ganando Romney en tal Estado o
que va perdiendo Obama en tal otro Estado.Pero en general la asistencia a
mítines no son de cientos de miles, son apenas diez mil o cinco mil personas en
un acto según el caso; podemos decir que son los militantes, los activistas,
los funcionarios locales los que se están movilizando. Pero entre lo que dicen
los políticos, lo que publican los medios y lo que siente el público hay una
gran brecha, y lo peor es que hay poca cosa para motivar a la gente.
Ahora, es cierto que hay
momentos, como el debate por ejemplo, que logran motivar a la opinión pública y
consiguen respuesta a las entrevistas, pero es todo muy pasivo. Si lo
contrastamos con lo que pasa por ejemplo en Venezuela donde cientos de miles de
personas se movilizan, van puerta a puerta.
Aquí en los barrios hay pocas
señales de los candidatos, carteles que digan vota por Obama o vota por Romney;
no hay. En mi ciudad no recuerdo haber visto más que uno o dos recorriendo toda
la ciudad; todo se hace a partir de propagandas de los medios financiadas por
los grandes intereses. No hay ninguna movilización de las bases, el
sindicalismo utiliza el teléfono –tienen lo que llaman ‘banco de teléfonos’- y
la mayoría de la gente cuando oye quien le está hablando cuelga el teléfono o
ni responde a las llamadas.
Son elecciones de muy baja
intensidad, que no responde únicamente por falta de causas o frustraciones,
porque hay mucha frustración, pero todo el mundo entiende que lo que dicen lo
políticos norteamericanos y lo que van a hacer es completamente opuesto. Y ante
esta situación tan cínica, la gente en vez de movilizarse como lo hacen en
Europa –lo vimos en Grecia, Italia, España-, aquí se van hacia la ‘no
política’, se despolitizan frente a la frustración y el engaño. Prefieren mirar
la televisión para entretenerse, sacar alguna pasión; en vez de plantear que
los problemas son graves y decir ‘voy a hablar con mi vecino para movilizar la
comunidad’; la gente aquí se encierra cada vez más en su privacidad, en su vida
privada.
EChI:
¿En qué otros
temas estás trabajando?
JP:
El gran tema
es el papel de Turquía que está actuando como la principal punta de lanza
contra el gobierno de Siria. Desde el comienzo del conflicto, Turquía ha estado
muy implicada en la invasión por parte de los terroristas. Turquía interviene
en todos los niveles: el armamento de los terroristas, transporte de los
terroristas, el pasaje de los terroristas, todo pasa por Turquía.
Turquía está muy implicada de
dos formas al mismo tiempo. En primer lugar, con un gobierno islámico quiere
formar un nuevo acuerdo internacional con Mohamed Morsi en Egipto, con la nueva
dirección en Túnez, los cipayos en el gobierno libio, etc. Turquía tiene
ambiciones regionales. Y en segundo lugar, quiere conseguir la aprobación de la
OTAN para el otro proyecto que es recibir mayor posibilidad de entrar en la
Unión Europea.
Por tanto, está mirando para
dos lados, por un lado hace el trabajo sucio con la OTAN como protagonista y
por otro, está interesado en extender su influencia hacia el mundo árabe. Por
esa razón Recep Tayipp Erdogan, el presidente de Turquía, va contra opinión de
la mayoría de su propio pueblo y forzosamente está buscando provocar una
guerra. Ha movilizado miles de tropas, aviones tanques, blindados, armados, en
la frontera y está tirando artillería dentro de Siria. Está inmerso en una
guerra de menor intensidad, pero a cada momento está provocando y por eso
escalando.
La intervención del avión ruso
viajando a Siria es el último indicador de que Turquía está preparando una
guerra total, porque los terroristas que vienen –de Al Qaeda y otros grupos que
están entrando y cometiendo grandes atrocidades- aparentemente no son capaces
de derrocar el gobierno. Pero lo que Turquía quiere, en la primera fase, es
establecer un territorio protegido por OTAN dentro de Siria y a partir de eso,
extender la posibilidad de atacar y tomar las principales ciudades. Este es el
plan militar OTAN-Turquía.
Lo que pasa es que los otros
países occidentales no están en condiciones de apoyar una guerra más en este
momento, por la crisis económica y por el costo político que eso puede tener,
con una guerra sumamente impopular que tiene repercusiones en toda el área,
puede afectar el petróleo, desestabilizar el Líbano,afectar las relaciones con
Irán. Turquía está más agresivo que sus socios, y por eso también es que
Erdogan hace denuncias a los países occidentales supuestamente por la crisis
humanitaria, crisis que precisamente es producto de su apoyo a los grupos externos
que están entrando en Siria y llevando adelante una guerra destructiva.
EChI:
¿Cuál es la
posición de Rusia y China frente al protagonismo turco?
JP:
Las relaciones
de los Estados Unidos con Rusia y China están cada vez más deterioradas. Con China
los Estados Unidos están imponiendo medidas proteccionistas y tratando de
fomentar una guerra comercial, lo que parece muy irracional e incluso hay
divisiones en la cúpula económica aquí; pero la clase política está en ese
camino, estableciendo alianzas, fomentando a los japoneses para crear
situaciones conflictivas en algunas islas frente a China.
Del otro lado, con Rusia hay
una guerra propagandística muy intensa contra Putin.En todos los diarios están
demonizándolo, mientras la Casa Blanca sigue adelante con su política tratando
de fomentar la intervención a partir de grupos internos en Rusia.
En ese sentido, las relaciones
van cada vez peor. Y con Romney aprovechando esta política actual de Obama
quiere profundizar el conflicto.En vez de buscar normalizar las relaciones
busca volver a la guerra fría.Estamos en la antesala de una nueva guerra fría,
en condiciones totalmente distintas al pasado, donde Europa está en declive, en
crisis. Ellos creen que fomentando una nueva guerra fría pueden estimular la
economía, pero que con los déficit que tienen, con la dependencia de Europa
sobre el petróleo y gas de Rusia y la dependencia financiera de los Estados
Unidos con China, una nueva guerra fría no se puede montar. Las condiciones son
sumamente desfavorables.Hay una desvinculación entre la política agresiva y las
condiciones reales en el mundo.
EChI:
Petras, te
agradecemos muchísimo todo este análisis.
JP:
Un placer para
mi, nos encontramos el próximo lunes. Un saludo a la audiencia.
Notas de Redacción
(1) El premio Nobel de la Paz
2012 fue otorgado el viernes 12 a la Unión Europea (UE), sacudida por una grave
crisis, “por haber extirpado las guerras y afianzado los derechos humanos en
una región del planeta que salía devastada de la Segunda Guerra Mundial”.
La UE (integrada por 27 países)
y las instituciones que la precedieron "contribuyeron durante más de seis
décadas a promover la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos
humanos", dijo en Oslo el presidente del Comité Nobel, el noruego Thorbjoern
Jagland, cuyo país paradójicamente no es miembro del bloque.
(2) OTAN. (Organización del
Tratado del Atlántico Norte) Es una organización internacional de carácter
militar creada como resultado de las negociaciones entre los signatarios del Tratado
de Bruselas de 1948 (Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos y el Reino
Unido), Estados Unidos y Canadá, así como otros países de Europa Occidental
invitados a participar (Dinamarca, Italia, Islandia, Noruega, España y
Portugal), con el objetivo de organizar Europa ante la amenaza de la Unión
Soviética después de la Segunda Guerra Mundial, que constituyó una organización
paralela al Pacto de Varsovia.1 La sede de la OTAN se encuentra en Bruselas y
la de su comando militar en Mons, Bélgica. Mediante los medios logísticos de
los países aliados, la OTAN cohesiona y organiza los países aliados en materia
política, económica y militar. El secretario general electo es Anders Fogh
Rasmussen, primer ministro de Dinamarca desde 2001 hasta 2009. Éste fue elegido
el sábado 4 de abril del 2009 durante la cumbre del 60 aniversario de esta
organización y tomó posesión el primero de agosto del mismo año.
(3) Jean Paul Sartre rechaza el
Nobel. En 1964, los favoritos al Nobel de Literatura eran varios. Pero había un
consenso generalizado de que el autor de “La Nausea” sería el ganador. No se
equivocaron. Y quien menos se equivocó fue el propio Sartre, que incluso una
semana antes, en una carta fechada el 14 de octubre y dirigida al Comité Nobel,
había anticipado inequívocamente que no deseaba el premio. Enfatizaba, además,
que no deseaba privar “a algún otro concurrente de la posibilidad de recibirlo”
(y recompensarlo con los 52,000 dólares de aquel entonces). Agregaba que
renunciaba por adelantado “para no cometer la indelicadeza de rechazarlo en
caso de que le fuera conferido”. Consecuente consigo mismo, cumplió su palabra.
El 20 de octubre la Academia
sueca anuncia su veredicto ("por la calidad de sus escritos, su anhelo de
la verdad y la influencia fundamental que su pluma ha ejercido en estos
tiempos") e inmediatamente Sartre hace saber el suyo: lo repudia, no lo
quiere. Se desata entonces un escándalo con ribetes de guerra civil entre la
intelectualidad francesa. Sartre, acostumbrado a desencadenar encendidas polémicas
y encarnizados debates en el mundo literario francés, ya sea por sus
declaraciones o sus libros, terminó arrastrando a toda Francia en éste.
Tres días después de haberlo
rechazado, el 23 de octubre, un aviso en el diario L´Figaro, pagado por el propio
Sartre, daba cuenta de las razones de su negativa. En éste manifestaba que no
aceptaba el premio porque no quería ser "institucionalizado por el Oeste o
por el Este". Era la respuesta natural del eterno contestatario en un
mundo bipolar que las generaciones de ahora no han llegado a conocer. Lamentó
que su negativa hubiera dado lugar al escándalo. Aclaró que enterado del
carácter irrevocable de las decisiones de la Academia, él había buscado
anticipadamente prevenir que el elegido fuera él para evitar todo lo que ya
había previsto sucedería y sucedió. Concluía afirmando que bajo ningún aspecto
su negativa debería interpretarse como un desprecio hacia el pueblo sueco al
cual manifestaba su afecto.
Pero lo que debió poner punto
final al escándalo, y que en modo alguno ayudó a detener los insultos y la
controversia, ya que el eco de estos se dejaría oír por mucho tiempo todavía,
lo constituye la entrevista que concedió a la revista francesa Le Nouvel
Observateur el 19 de noviembre de 1964.
En esta entrevista, a la
pregunta del periodista de por qué rechazó el premio, Sartre contesta sin
ambages: “Porque estimo que desde hace cierto tiempo este premio tiene un tinte
político”. Ante la pregunta de si es consciente de lo que puede hacer con el
dinero que esta rechazando, responde: "Nadie me puede exigir que renuncié,
por 200,000 coronas, a los principios que no son sólo de uno sino compartidos
por todos los camaradas". Y se explaya aún más hasta ser concluyente: “En
la actual situación, el Nobel es otorgado objetivamente a los escritores de
Occidente o a los rebeldes del Este”. “Encuentro esta insistencia en
otorgármelo un poco ridícula”, sentenció finalmente.
(*)
Escuche en vivo los lunes a las 11:30 horas (hora local) la audición de James
Petras en exclusiva en español por CX36, Radio Centenario, desde Montevideo
(Uruguay) para todo el mundo a través de www.radio36.com.uy