Punto de vista de un desterrado colombiano.
Por: Valmern – Vozcol
Octubre 8 de 2012 – No.003
Los ejes centrales que, en general mueven y afianzan la
lucha por la paz, la justicia, la democracia, la soberanía y la dignidad de
patria, se alimentan de los logros alcanzados en campos tan difíciles como los
de la credibilidad, la confiabilidad y la esperanza. Estos ejes obligan a los
liderazgos del movimiento social y de masas, como a las fuerzas políticas de
izquierda y patrióticas, a medir con la máxima precisión posible cada una de
las propuestas que se plantean, cada uno de los pasos desarrollados y cada uno
de los compromisos adquiridos.
Las arrogantes, prepotentes, experimentadas, violentas y
maquiavélicas pandillas de dominación y agresión con las que cuenta el imperio,
la clase dominante tradicional y emergente, la politiquería al servicio del
sistema imperante y los grandes medios de comunicación, son perfectamente entendedoras
y profundamente temerosas de los impactos y efectos generados al interior de
los pueblos y en favor de las grandes mayorías sociales y populares, cuando
estas creen en la fuerza de su unidad, cuando confían en sus grandes y
alcanzables objetivos, cuando palpan sus logros, cuando justificadamente crece
en ellas la esperanza en el presente y en el futuro, en el país, en la región y
en el mundo.
Son las realidades, las que hoy como ayer, muestran la
imperiosa necesidad de luchar por crecientes, fortalecidos y definidos niveles
de unidad de acción, de unidad en torno a todo lo que exprese y aporte espacios
para encontrarnos en el no menos difícil, insoslayable y complejo campo de
generar toda la conciencia de masas y toda la conciencia política que se necesita
para transitar los caminos del hoy, del mañana y del futuro.
Es apenas de esperar que las pandillas de la ultraderecha,
interna y externa, seguirán haciendo uso de todo lo que dispongan, para
justificar su accionar de violencia, de mentira y de engaño, buscando negarle
al país la posibilidad de avanzar en los procesos de diálogo y en la búsqueda
de los caminos hacia la justicia social, la democracia real y la soberanía
plena. Pero la grandeza de la patria, de su pueblo y de su agigantado movimiento
social y de masas, es construida por las grandes mayorías, por quienes
realmente aman la paz y están comprometidos con los más altos objetivos de
justicia.
¿Será que los de arriba buscan triplicar sus ganancias,
estimulando la guerra?
(Hasta la próxima)