CUCUTA / 7 DE OCTUBRE DE
2012 / La cita de hoy en Venezuela es
el culmen de un agitado proceso político que ha conmocionado literalmente a
toda la sociedad bolivariana, con cerca de 30 millones de ciudadanos. Es una
cita con la historia, de esas que no ocurren con tanta frecuencia y señalan un
viraje al orden prevaleciente o al caos que mortifica.
Para decirlo en los términos de Alain Badiou, es un
"acontecimiento-verdad", que ocurre cuando la novedad sucede en el
ser y lo desgarra, alterándolo de manera brutal. Y no todos los
eventos tienen esa potencia. En la vida de los pueblos hay momentos, ocurren
hechos todos los días, pero solo algunos adquieren una fuerza descomunal, con
consecuencias imprevisibles y extraordinarias. Pensemos solo en todo lo que ha
significado para el mundo postmoderno la caída del Muro de Berlin y el colapso
del sistema sovietico. O el triunfo del neoliberalismo y su implementación
global. O lo que sucede hoy en España, Grecia, Portugal e Irlanda, a
consecuencia de la crisis del sistema financiero. O en la retracción maoista
del gigante asiático volcado en la globalidad con las claves de la oferta y la
demanda. En fin.
Para el pueblo venezolano, la de hoy 7 de octubre es una cita
con la historia. Estan convocados todos los ciudadanos a una movilización
político/electoral con profundas implicaciones en todo los ámbitos de la
sociedad.
Es la hora del Socialismo revolucionario. El momento
definitivo de la inflexión para que cobre forma el nuevo tipo de sociedad con
el que sueñan oprimidos y excluidos.
El neoliberalismo, disfrazado con ropajes de engaño
reformista, está al acecho para dar el zarpazo mortal. Encubiertos se mueven el
imperio y las multinacionales de los hidrocarburos, hambrientas de reservas
petroleras. Esta el capitalismo global afectado por una mortal crisis
financiera que lo tiene al borde del colapso porque su industria necesita
combustibles de ganga.
El socialismo necesita confirmarse en las urnas y en las
conciencias. Necesita el liderazgo del Presidente Hugo Chávez. Necesita,
obviamente, la rectificación sincera con mensajes y prácticas que recuperen la
confianza perdida en segmentos significativos del todo social, ciertamente
manipulados por el "hecho comunicacional" opositor de Capriles
Radonski.
Venezuela tiene hoy una cita con la historia. Es la hora del
Socialismo. Buen viento y buena mar.