Horacio Duque Giraldo
El 12 de octubre cerró un ciclo
de potentes movilizaciones populares por todo el territorio colombiano,
organizadas y promovidas por La Marcha Patriótica, en el marco de la semana de
la indignación y en demanda de la paz y la solución negociada del conflicto
social y armado.
Fueron acciones campesinas,
estudiantiles, obreras, populares y democráticas, que convocaron miles de
personas puestas en movimiento para exigir sus derechos y la solución de los
graves problemas que afectan a millones de ciudadanos en su salud, educación,
empleo, vivienda, agua, vida, movilidad y seguridad alimentaria.
Las manifestaciones realizadas
expresan un auge popular que crece, un "work in process", una
marcha incontenible de la multitud resuelta a protagonizar nuevas
batallas históricas por la libertad, la justicia, la paz y la democracia. Es el
dato contundente del colapso de la institucionalidad oligárquica dominante, en
situación de absoluta ilegitimidad.
Marchas estudiantiles, desfiles
obreros, concentraciones masivas de campesinos en Putumayo, Caquetá, Huila,
Nariño, Catatumbo, nos están indicando que las masas despiertan y toman la
iniciativa con todo lo que esto implica en la creación de nuevas correlaciones
de fuerza y su incidencia en el curso del orden político láctico, pues se
desenmascara el artificio de las encuestas usadas para manipular y confundir al
pueblo, al que se le quiere encerrar en la eterna conformidad y satisfacción
con el mundo de las élites dominantes.
Marcha Patriótica, el naciente
y expansivo poder político de la resistencia campesina y popular, adquiere los
niveles de una forma organizativa alternativa que suple la desueta agremiación
tradicional de los sindicatos, disociada de las necesidades obreras y
populares, pero también a los desacreditados movimientos políticos que desde el
progresismo fueron atrapados por la centrifuga de la corrupción extrema.
Lo del 12 de octubre es un
capitulo vibrante en la marcha para acumular fuerzas que fortalezcan
políticamente la negociación de la paz en La Habana, que el fascismo y el
militarismo quieren abortar.
Acertó la Marcha Patriótica y
sus dirigentes en la organización de la jornada. No hay que dejar disipar el
ánimo popular. Necesario es darle continuidad al proceso para alcanzar nuevos
niveles de lucha por una Nueva Colombia.
Ha nacido, con MP, un nuevo
Sujeto popular transformador que debe ser enriquecido en su conciencia y en su
contenido programático.
Está en movimiento un poder
constituyente revolucionario que debe fluir hacia las Constituyentes por la
paz, ya programadas en diversos puntos de Colombia.