miércoles, 31 de octubre de 2012

Colombia: Avanza la paz. Horacio Duque





Avanza la paz

Horacio Duque
D
esde cuando se hizo público “El Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, entre los delegados plenipotenciarios (1) del Estado colombiano y las Farc-ep, el pasado 4 de octubre del 2012, en la ciudad de La Habana (Cuba), la paz ha ganado un amplio consenso en la sociedad nacional y en el campo global.
De manera más precisa, tal hecho es un triunfo político contundente que establece una frontera visible con la etapa anterior de guerra y violencia estatal realizada a lo largo de 120 meses por el régimen fascista de Uribe Velez, protector de los intereses transnacionales y de la concentración de la riqueza en pocas manos.
El Acuerdo general es fruto de un Pacto realizado entre las dos partes con plena potestad negociadora: el gobierno nacional y las FARC-EP.
Dicho texto, en su integridad, es el punto de referencia objetivo para cualquier valoración del proceso. Lo demás, es producto de la visión sesgada de los pesimistas, de los partidarios de las conflagraciones perpetuas en las que llevan la peor parte los pobres del campo.
Para quienes vemos con objetividad el proceso, todo lo ocurrido desde que se hizo público el Acuerdo, se da en el marco de lo consensuado.
Un inventario somero de los hechos registrados nos permite observarlo con claridad:
- Texto del Acuerdo general en el que se indica el inicio de unas conversaciones para poner fin al conflicto; es, sin duda un documento que trasciende la coyuntura y fija los puntos centrales para la evacuación de la Agenda.
-Discurso del Presidente de la Republica, Juan Manuel Santos, ratificando su conformidad con lo firmado por sus representantes; la expresa manifestación de Santos refleja una voluntad política de llevar adelante el proceso y de cuidar la confidencialidad en los puntos que así se han acordado;
-Discurso del Comandante de las FARC, Timoleón Jiménez, para expresar su compromiso con los diálogos; no sólo se manifiesta allí la indeclinable voluntad de la insurgencia en avanzar hacia la convivencia, sino que se afirma la unidad de esas fuerzas en torno al proceso;
-Integración autónoma de las delegaciones de las partes en la Mesa de conversaciones. Es una circunstancia positiva, que debe permitir un debate democrático y la profundización en los puntos centrales de la Agenda;
-Instalación en Oslo de la Mesa de Conversaciones, con 5 delegados plenipotenciarios de parte y parte, mas 5 delegados suplentes y 20 adicionales de apoyo técnico por fuera del recinto; adecuado escenario para presentar las visiones de cada sector y de dar principio al debate de fondo;
-Exposición y rueda de prensa del señor Humberto de La Calle, como jefe de la comisión gubernamental; el vocero del presidente Santos dejó traslucir que su representación no se contrae a la defensa de las políticas gubernamentales, sino a la defensa de las expectativas del sector privado cuyo modelo se niega a debatir;
-Exposición y rueda de prensa de Iván Marqués, en nombre de las Farc-ep. El Comandante guerrillero reafirmó la voluntad de paz de toda la organización alzada en armas y de los sectores sociales afectados por la guerra;
-Participación y apoyo de dos países garantes, Cuba y Noruega, más dos acompañantes, Venezuela y Chile. Garantía para la sostenibilidad del proceso;

S
IGUEN LAS CONVERSACIONES sobre la Agenda de 5 puntos, empezando por el tema del desarrollo rural, que deben darse a partir del 15 de noviembre, previa organización de 6 grupos técnicos, en el marco de las reglas y procedimientos establecidos.
Ingenuamente se pretende reducir las conversaciones a la Agenda temática siendo que el punto de referencia es el Acuerdo general, del que las Farc no se han salido en sus presentaciones públicas para analizar las Locomotoras mineras y agrarias junto a la organización de la actual forma/Estado no democrática de la oligarquía.
La presentación de Iván Márquez en Oslo, es la visión de la insurgencia revolucionaria, construida sobre la filosofía de la paz consignada en la introducción del Pacto general firmado, que Rodrigo Téllez leyó de manera concisa. Lo demás es ganas de torpedear de los que ven con pesimismo el proceso queriendo su fracaso.
Las conversaciones de La Habana requieren musculo político cuya fuente está en el apoyo popular participativo consciente. Necesitan, por lo demás, un sujeto y una subjetividad potente que respalden la consecución de la convivencia mediante la acción multitudinaria.
C
ONSTRUIR DICHO SUJETO/ SUBJETIVIDAD implica una aproximación imparcial al texto del Acuerdo general, que no es solo su trascendental Agenda de 5 temas, sino también los otros bloques programáticos (axiología, Mesa, participación internacional, reglas de juego, tiempos), cuya adecuada interpretación y aplicación debe permitir construir en los meses que vienen formas alternas de coexistencia entre las partes en el proceso de transición democrática y de creación de una nueva institucionalidad, y no la simple rendición de los combatientes revolucionarios.
De la filosofía, de la Agenda, de las reglas de funcionamiento, de los tiempos, nos ocuparemos en próximos análisis.
1. El término plenipotenciario tiene dos raíces latinas, que son plenus cuyo significado es pleno y potens potencia. La utilización del término en el Acuerdo general entraña connotaciones jurídicas y políticas.