Por Athemay Sterling Acosta
Enero 03 de 2013
“Todo pueblo cuyos derechos fundamentales sean
gravemente ignorados tiene el derecho de hacerlos valer especialmente por la
lucha política o sindical, e incluso, como última instancia, por el recurso a
la fuerza. Los movimientos de liberación deben tener acceso a las
organizaciones internacionales y sus combatientes tienen derecho a ser
protegidos por el derecho humanitario de la guerra”.
Declaración de Argel 4 de Julio de 1976
Declaración de Argel 4 de Julio de 1976
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Cuando un Régimen Político se encuentra en crisis: está desgastado, en descomposición y por supuesto
en camino a su destrucción como lo ha demostrado Santos en este comienzo de año
de 2013 y fin de la calenda pasada cuando apela a la guerra, estando la
insurgencia en cese al fuego unilateral, su gobierno y él invocan la
imposición, la muerte y la violencia, como el gasto insensato del erario
que no es de Él, y gastarlo en billones en Bombardeos en medio de las
festividades, cuando arroja toneladas de bombas sin fin, como hizo EEUU en
Vietnam donde fue derrotado, afectando a la población civil que tiene
protección del Derecho Público Internacional, bombardear sin estar permitido en
el Derecho Internacional a los combatientes en tregua y cese al fuego que
durará hasta el 20 de enero de 2013, si es que Santos y su deteriorado gobernar
determina acordar con Ellas un cese bilateral de fuegos con las Farc-Ep,
continuaría este cese al fuego pero de forma bilateral como lo exige Colombia
entera.
Lea Juan Manuel Santos, y aprenda este axioma mío
de la política: cuando un gobierno como el suyo no es capaz de gobernar
mediante la persuasión, mediante el convencimiento, es decir políticamente, y
tiene que apelar a la fuerza, al engaño, a la perfidia, a la guerra contra el
pueblo, a la muerte desde el mismo Estado que debe preservar la vida de
Colombianas y colombianos y no lo hace, significa que ya no es capaz de
gobernar políticamente, está en plena crisis de poder realmente político, y se
asienta en las FFMM a quienes le dio Fuero Militar para vulnerar los
Derechos y apoyarlo a Usted, lo obliga a renunciar, a hacerse a un
lado, para que seamos nosotros en plena movilización pacífica o insurreccional,
y seamos todo el movimiento popular sin exclusiones, quienes en un
Gobierno de Transición creemos las bases materiales y subjetivas para construir
un Estado de Nuevo Tipo, donde toda la población colombiana, nacionales y
extranjeros, podamos ejercer los Derechos Universales conquistados por la
humanidad y los practiquemos a plenitud, es decir que haya Paz con Justicia
Social.
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Usted Santos con sus áulicos en el interregno que
indico realizó múltiples sobrevuelos de naves de guerra, unas que bombardeaban
indiscriminadamente y causaron estrés postraumático en niños, mujeres,
ancianos y población campesina creando zozobra innecesaria, dicen unos, yo digo
practicando Usted el más nazi terrorismo de Estado contra el pueblo
campesino que produce la alimentación a Colombia entera, ¿o es que quiere
destruir también la riqueza socialmente producida para reemplazarlas por
transgénicas? ¿O quiere desruralizar más a Colombia a través del desalojo y
despojo al pueblo campesino? Todo esto lo he vivido cuando converso e
interactúo con la población campesina colombiana.
Le digo que no piense en reelección, piense mejor
como ya le planteé, y hágase a un lado, pues sino no es capaz de gobernar
políticamente, y el anhelo nacional es la Paz con Justicia Social, y usted está
en contravía, ni gobernará este período y menos será reelegido.
La derecha colombiana dirigida por su señoría,
aunada en una resquebrajada “unidad nacional” aúpan al narco paramilitarismo
que ya ha cobrado la vida de Dirigentes Populares, y usted con su gobierno son
los sujetos activos criminales determinadores por la apología que hace
diariamente a la guerra, a la muerte y a la violencia.
En estas festividades de fin y comienzo de año ya
nos ha asesinado a varios de nuestros compañeros y dirigentes del movimiento
popular colombiano que lo confronta a Usted, pues somos afectados por su
Régimen Político de Derecha, y por eso somos Oposición Política a su Régimen
neoliberal y nazi-guerrerista, adiestrado por la CIA, la MOSAD y el
Imperialismo.
Un gobernante verdadero debe llamar a la Paz, a la
Convivencia, a la tranquilidad, a la participación democrática en la vida del
Estado, que la gente toda ejerza sus Derechos en realidad y no se queden
formalmente en esta Constitución Política sujeta a ser reemplazada por otra
como consecuencia del sentir del País de una Asamblea Nacional Constituyente realmente
Democrática, sin exclusiones, pues la actual se hizo contra las Farc-Ep, la
Unión Patriótica y la Oposición Política que existimos en Colombia bajo el
amparo de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos o Declaración
de Argel de 1976, de la cual coloco como epígrafe parte de ella en este
escrito, a pesar que su clase social y sectores que lo apoyan han generado en
Colombia la más grande catástrofe humanitaria y social en toda nuestra
historia.
Su Derecha y usted mismo a través de Gina Parody su
alcaldesa esquirol, paracos del bloque capital de “facho” Santos, Uribe
también, su “unidad Nacional”, “uribeños”, e igualmente con el
Representante por Bogotá Miguel Gómez hijo del clan fascista de los Gómez,
militante del Partido Conservador, integrante de la “unidad nacional” el más
gran reaccionario del DC dizque iniciarán la revocatoria del mandato a Gustavo
Petro, toda una campaña de la Derecha Colombiana y Bogotana en especial que no
les dará frutos, pues respaldamos la política de defender lo público como
Gobierna el legítimo Alcalde Gustavo Petro en el DC.
Ustedes atacan hasta su propia Democracia, ya no la
resisten, por eso serán reemplazados por auténticos hijos del pueblo, que si
ustedes en su incapacidad para gobernar cierran el camino, se abrirán otros,
fundados en la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos o
Declaración de Argel que nos permite como ella dice en su Preámbulo:
“Vivimos tiempos de grandes esperanzas, pero
también de profundas inquietudes, - tiempos llenos de conflictos y de
contradicciones, - tiempos en que las luchas de liberación han alzado a los
pueblos del mundo contra las estructuras nacionales e internacionales del
imperialismo, y han conseguido derribar sistemas coloniales, - tiempos de luchas
y de victorias en que las naciones se dan, entre ellas o en su interior, nuevos
ideales de justicia, - tiempos en que las resoluciones de la Asamblea General
de las Naciones Unidas desde la Declaración Universal de los Derechos del
Hombre hasta la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados, han
expresado la búsqueda de un nuevo orden político y económico internacional.
Pero son también tiempos de frustraciones y
derrotas, en que aparecen nuevas formas de imperialismo para oprimir y explotar
a los pueblos.
El imperialismo, con procedimientos pérfidos y
brutales, con la complicidad de gobiernos que a menudo se han autodesignado,
sigue dominando una parte del mundo. Interviniendo directa e indirectamente,
por intermedio de las empresas multinacionales, utilizando a políticos locales
corrompidos, ayudando a regímenes militares que se basan en la represión
policial, la tortura y la exterminación física de los opositores; por un
conjunto de prácticas a las que se les llama neo-colonialismo, el imperialismo
extiende su dominación a numerosos pueblos.
Conscientes de interpretar las aspiraciones de
nuestra época, nos hemos reunido en Argel para proclamar que todos los pueblos
del mundo tienen el mismo derecho a la libertad, el derecho de liberarse de toda
traba extranjera, y de darse el gobierno que elijan; el derecho, si están
sojuzgados, de luchar por su liberación, y el derecho de contar en su lucha con
el apoyo de otros pueblos.
Persuadidos de que el respeto efectivo de los
derechos del hombre implica el respeto de los derechos de los pueblos, hemos
adoptado la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos.
Que todos los que, a través del mundo, libran la
gran lucha, a menudo con las armas en la mano, por la libertad de todos los
pueblos, encuentren en la presente declaración la seguridad de que su lucha es
legítima”.
También nos apoyamos en lo indicado al final de
Ella misma cuando ordena y legitima nuestra lucha popular, sea en el terreno
que sea, cuando se nos cierra caminos para elevar de nivel la Democracia,
que Santos y su santoral sigue oponiéndose a Ella y al cambio a favor del
pueblo.
Y si eso llegare a suceder pues será el mismo
pueblo quien venza, pues no hemos nacido para ser vencidos, sino para vencer.
¡Y Venceremos!
Dice el final de la Declaración de Argel del 4 de
Julio de 1976 que:
“…Los atentados más graves a los derechos
fundamentales de los pueblos, sobre todo a su derecho a la existencia,
constituyen crímenes internacionales que entrañan la responsabilidad penal
individual de sus autores. Todo pueblo cuyos derechos fundamentales sean
gravemente ignorados tiene el derecho de hacerlos valer especialmente por la
lucha política o sindical, e incluso, como última instancia, por el recurso a
la fuerza. Los movimientos de liberación deben tener acceso a las
organizaciones internacionales y sus combatientes tienen derecho a ser
protegidos por el derecho humanitario de la guerra. El restablecimiento de los
derechos fundamentales de un pueblo, cuando son gravemente ignorados, es un deber
que se impone a todos los miembros de la comunidad internacional…”
Juan Manuel Santos: así actuaremos el pueblo
colombiano de manera legítima y eficaz con el apoyo Iuris del Derecho Público
Internacional que los tiene a Ustedes en la mira para ser juzgados por crímenes
de lesa humanidad, crímenes de guerra, de agresión y acciones genocidas, de los
cuales usted y otros son sujetos activos cuando ordenaron masacres en el marco
del tipo penal de la perfidia, por ejemplo; y también determinadores cuando como
gobernantes ilegítimos hacen propaganda nazi a la muerte, a la violencia y a la
guerra contra la sociedad colombiana, afectando también la Paz Continental y
Mundial.