jueves, 31 de enero de 2013

¡Que bajeza, Caracol! que sigue en la pista del diario El País, ofendiendo al presidente venezolano

Así se expresa la ética periodística en el canal de Caracol-TV, presentado por el ex periodista
de CNN, Luis Carlos Vélez Marroquín, ex vocero de prensa también de la empresa transnacional
estadounidense Enron que robó y arruinó a millones de habitantes en USA y en el mundo.



¡Que bajeza, Caracol! que sigue en la pista del diario El País, ofendiendo al presidente venezolano


Por Dick Emanuelsson, ANNCOL


ANNCOL / BOGOTA / El mal gusto de Caracol no tiene límites. Hace pocos minutos (miércoles 30) clausuraron el noticiero de las 10 p.m. con un “sketch” de muy, pero muy mal gusto.

El director de Caracol-TV, LUIS CARLOS VÉLEZ MARROQUÍN, mostró un muñeco que Caracol llama “BroChávez”, vestido para una operación de cirugía y hablando “desde la Habana a mis hermanos” bajo el título “BroChávez asegura que está en sus cuatro sentidos”.
 
Luis Carlos Vélez no solamente ridiculizó al presidente venezolano, cosa que Caracol siempre ha hecho desde el triunfo de Chávez, sino que también humilló y ofendió a un ser humano que batalla entre vida y muerte y este no es un dato menor.

El mismo director del canal, que tiene su pasado no solo en CNN, sino además en la empresa transnacional Enron que arruinó la vida de miles de estadounidenses, presentó a su colega Diego Fajardo que había estado en La Habana, donde participó en una rueda de prensa de la delegación de paz de las FARC. El periodista de Caracol, que fue “Soldado por un Día” en la base de entrenamiento del Ejército Nacional en Tolemaida junto con 27 de sus colegas del canal, en septiembre de 2009, quería saber cuantas hectáreas de tierra la guerrilla había robado de los campesinos desplazados en Colombia (video: https://www.youtube.com/watch?v=jdkmoR-WjLE&feature=player_embedded).

El comandante guerrillero Iván Márquez le preguntó cuales eran las fuentes para tal acusación y el periodista de confianza de los dueños de Caracol respondió “las Fuerzas Militares”.

Relató que no había quedado contento con la merecida respuesta que Iván Márquez le dio, por lo cual comenzó esta noche (ayer miércoles en Caracol) una “chilladera” entre Luis Carlos Vélez y el “Enviado Especial a La Habana”.

Pero hay más detalles,  porque éste contó, “sorprendido” y triste, que había quedado perplejo porque ninguno de los colegas en La Habana que estaban presentes en la rueda de prensa, se solidarizaron con él por el acto penoso, ni los periodistas internacionales, cubanos o los alternativos y agregó como para rematar el tema que eran colegas de “izquierda”.

Regresó inmediatamente a Bogotá, porque solo tenia como “Misión en La Habana”  crear una provocación para posteriormente utilizarla como pretexto y fuente para seguir el sabotaje mediático contra el proceso de paz. Los venezolanos, que tienen mucha experiencia a eso lo llaman “Terrorismo mediático”.



El “mal tratado periodista de Caracol” se fue al mercado del sábado pasado en su barrio vestido con una gorra y lentes oscuros para no “ser reconocido”. Pero a pesar del espectáculo de su burdo disfraz, la gente lo reconoció, dijo agregando:  “se me acercaron y me dieron la mano y me dijeron ´que bueno que le hizo la pregunta porque el pueblo colombiano quiere saber la respuesta” (de la guerrilla), agregó el periodista y el presentador, también llamado –a sus espaldas-  el  “Muñeco” por sus colegas de la misma emisora, le tendió la mano y esperábamos que el camarógrafo de Caracol se acercara con el zoom de su cámara para mostrar los “ojos llorosos” de los dos payasos infames.

¿QUE DIRÍA EL PROFESOR  COLOMBIANO, Javier Darío Restrepo, sobre lo transmitido por Caracol esta noche?

Este personaje, que por alguna razón insólita es llamado “mentor del periodismo colombiano” y “especialista en ética periodística”, nunca nos defendió cuando los seis periodistas perseguidos fuimos víctimas de las “Chuzadas”, la persecución dia y noche de la policía política secreta DAS-G3, bajo las ordenes de Uribe.

El mismo Restrepo, invitado al programa “Medios Sin Vergüenza” por la directora de Telesur, la colombiana Patricia Vanegas, para debatir la publicación de la foto en El País, defendió indirectamente a El País por la falsa foto de Chávez y volteó la responsabilidad a las autoridades venezolanas por no publicar la foto y abrir la sala de Chavez en el hospital en la Habana.

Para el periodista colombiano no se trata de un ser humano que se encuentra en una situación delicada, donde su familia tiene todo el derecho de exigir un mínimo de privacidad en medio de tanto dolor. Hay que tener en claro que por más que Chávez sea el funcionario de más alto rango en Venezuela, merece que su problema no trascienda para alimentar morbos ajenos. Me pregunto ¿adónde está la línea fronteriza que debe actuar como barrera entre la noticia y el derecho a la privacidad?

El señor Restrepo se hizo vocero de la oposición venezolana al reclamar con persistencia, publicidad en el tema de la enfermedad del presidente bolivariano.


Otro ejemplo de la “ética periodística de Caracol”, los “comunicadores” de Caracol
cambiaron el micrófono por el Galil israelita.

NUNCA HEMOS VISTO O ESCUCHADO a Restrepo hablar sobre el terrorismo mediático colombiano, las constantes mentiras en la prensa, como, por ejemplo, “las 1200 bajas de Manuel Marulanda”, reportadas en la prensa colombiana durante décadas. Tampoco vimos  alguna queja sobre la “anti-ética de los 28 periodistas de Caracol que participaron en “Un Día como Soldado”, organizado por el Ejército Nacional.
De todos modos queda evidenciado que el “enviado especial de Caracol a La Habana” actuó con tan mal gusto que muchas veces no encuentra más que silencio ante sus “observaciones” cargadas de mala intención.

Esta basura de periodismo le toca soportar al pueblo colombiano las 24 horas del día. Y lo peor y lo más grave para la salud mental de ese pueblo es que Caracol y RCN dominan el 90 por ciento del mercado comercial en donde el contenido es secundario y el monopolio del lavado político del cerebro al pueblo está por encima.

Más que nunca es importante que el pueblo colombiano cree sus propios medios para poder transmitir e informar sobre la verdadera situación en el país suramericano. No puede ni debe permitirse tanto intento de alienación, el poder de la prensa debe abocarse, indiscutiblemente, a transmitir las situaciones tal y como suceden y precisamente, desde hace años, vemos que la  realidad ha mutado, la prensa es tendenciosa por que sigue el manual político de sus dueños y los pueblos son víctimas de la manipulación imperdonable.