Gabriel Becerra (Foto H Durango) |
Ciudad democrática: Comité Distrital del Partido Comunista Colombiano
El Partido Comunista frente a la administración de Petro: “Tenemos autonomía e independencia”
El Partido Comunista frente a la administración de Petro: “Tenemos autonomía e independencia”
Entrevista
con Gabriel Becerra, Secretario General del Comité Distrital del Partido
Comunista Colombiano
El
año que comienza se perfila como un periodo de intensa actividad política en el
cual la disputa por el gobierno y el poder en el Distrito Capital seguirá en un
primer plano. A propósito de este escenario y las perspectivas de los
comunistas en Bogotá, hablamos con Gabriel Becerra, dirigente del Comité
Central del PCC y secretario político del Comité Distrital.
–
¿Cuál es la valoración que los comunistas tienen sobre la situación que vive
Bogotá?
–
No es una opinión coyuntural, desde hace varios años el PCC, el PDA y el
Movimiento Político y social Marcha Patriótica, hemos venido denunciando un
modelo mercantil de ciudad, camuflado en el discurso de la ciudad competitiva y
de servicios que no es otra cosa que la imposición de la concepción neoliberal en
el manejo económico y social del principal territorio urbano del país. Es lo
que llamamos el poder permanente de la ciudad ligada a los intereses de la
Cámara de Comercio, el capital financiero, las constructoras, los grandes
medios de comunicación, los contratistas corruptos; es un modelo basado no en
los intereses de las mayorías sino en el de la élite oligárquica. La crisis de
ese modelo abrió espacio político por primera vez a opciones distintas a la de
los partidos tradicionales. Es tanto el rechazo que ese modelo aún genera en la
mayoría de ciudadanos de la capital, que muy a pesar de las inconsecuencias e
incoherencias de las administraciones recientes, los candidatos de la derecha
han sido derrotados tres veces consecutivas y hay que evitar que regresen.
Frente
a esta realidad hemos levantado la consigna de una ciudad democrática, que en
esencia es un proyecto de ciudad por construir como parte de la lucha por un
nuevo país, empezando por revertir todo el proceso de privatización de los
servicios públicos, la recuperación del protagonismo del Estado en la garantía
de los derechos fundamentales y la disminución de la desigualdad social, la
reactivación de la capacidad productiva y del empleo digno, la lucha contra la
represión policiva y la presencia paramilitar, la recuperación del protagonismo
popular en las decisiones, entre otras aspiraciones que siguen estando a la
orden del día. En Bogotá existe una reserva democrática que hay que saber
ampliar y fortalecer.
Posición
frente a Petro
–
Y en particular, ¿cuál es la posición del PCC respecto al gobierno de Gustavo
Petro?
–
Es una posición de independencia y autonomía política teniendo como referencia
nuestra plataforma de 10 puntos para una Bogotá Democrática que venía
defendiendo Jaime Caycedo desde el Concejo. Allí encontramos coincidencias
importantes y también diferencias que hemos hecho saber a la ciudadanía. Hace
un año como resultado de una discusión colectiva el PCC fijó con ese criterio
su posición política y en consecuencia hemos actuado. También hemos manifestado
nuestras opiniones sobre el plan de desarrollo y en temas como los planes de
renovación urbana, la ETB, la reforma del POT.
De
Petro nos interesa opinar sobre su política más allá de su personalidad. Y su
política, como la de las administraciones anteriores, es el reformismo basado
en tres grandes temas: la lucha contra la segregación social, la defensa del
medio ambiente en especial del agua como derecho, y la defensa de lo público.
Aspectos insuficientes pero valiosos en las actuales circunstancias de la
ciudad y sobre todo en la coyuntura política del país donde lo que se busca es
profundizar el neoliberalismo. Esas intenciones tienen que pasar la prueba de
la realidad, llevarse a los hechos, en ese campo el Alcalde tiene grandes
desafíos. Hasta el momento nos parece importante que se fortalezcan los
recursos para la educación pública, se garantice el mínimo vital de agua, se
reviertan los operadores zonales privados en el Acueducto, se recupere por
parte del Distrito el manejo de las basuras. Pero preocupa la inestabilidad en
el equipo de gobierno, las llamadas “alianzas público-privadas”, el sentido que
continúan teniendo proyectos como Ciudad Salud y otros proyectos de renovación
urbana, hoy ligados al llamado centro ampliado, donde pensamos todavía persiste
el riesgo de que finalmente se impongan los intereses privados sobre los
derechos de los habitantes históricos.
En
las localidades hay oposición a los toques de queda contra los menores de edad,
a la persistencia represiva del Esmad, al desmonte de las Casas Vecinales sin
garantías laborales a cientos de mujeres trabajadoras. No son pocas las
contradicciones que hay que seguir tratando si tenemos en cuenta que Bogotá
concentra la crisis nacional y los niveles de desigualdad e informalidad
continúan siendo muy preocupantes.
La
campaña de la derecha
–
En ese contexto, ¿cuál será la posición que asumirán frente a la campaña de
revocatoria de Petro?
–
Esa es una campaña de la derecha que busca reencaucharse en la ciudad. Sólo
basta con identificar sus promotores públicos –la familia Gómez y buena parte
de los monopolios informativos- para darse cuenta de los intereses de fondo. En
consecuencia nos oponemos a la revocatoria. Pero también es bueno precisar que
oponerse a la revocatoria es insuficiente si no se profundiza un proyecto
democrático de ciudad que es lo fundamental. Y eso no es tarea exclusivamente
de una administración que se reclama de izquierda. En conversaciones con
diversos sectores se ha venido discutiendo la idea de un gran frente o alianza
social y política por la defensa de un proyecto democrático de ciudad. Más que
a la defensiva, la izquierda y otros sectores democráticos debemos pasar a la
ofensiva. No dudamos que por esa vía sea posible derrotar la revocatoria que no
cuenta con apoyo popular y menos de la mayoría de las fuerzas políticas, sino
abrirle espacio a procesos de cambio más profundos en la ciudad.
–
¿Cuáles son las prioridades del PCC en Bogotá para el año que comienza?
–
El XXI Congreso del partido nos dotó de una política renovada para el momento
actual bajo la consigna de “Juntar rebeldías para la paz, la democracia y la
soberanía”. Hay que echarla a andar en la práctica. En el Distrito eso implica
saber integrar tres grandes temas: Primero, la lucha por una ciudad
democrática; segundo, la lucha por la paz con justicia social, pues ninguna
otra ciudad como Bogotá padece los efectos de la guerra en las dimensiones que
lo vive la capital en términos económicos, políticos y humanitarios; y tercero,
la construcción de un fuerte movimiento social y político alternativo. Debemos
lograr que desde las localidades y el movimiento de los trabajadores se
recupere la capacidad de movilización y organización social y política para
enfrentar los planes de la derecha que busca retomar el espacio perdido en la
ciudad, imponer una pax romana y sin lugar a dudas reelegirse en el 2014.
La
perspectiva de la izquierda en Bogotá incluye varios retos, como en todo el
país, debemos lograr reagrupar fuerzas; reforzar el trabajo en los territorios
y sectores estratégicos como los trabajadores, la juventud y las mujeres
contribuyendo al desarrollo de la Marcha Patriótica como movimiento
sociopolítico y a la unidad con otros procesos de base y organizativos en la
ciudad. Darle cuerpo a la idea de una izquierda unitaria a partir de juntar
luchas y dinamizar la construcción de un frente amplio en el corto y mediano plazo.
Ser constantes y pacientes, ya el 2013 será un año de mucha confrontación
social y política de cara al proceso de paz, la resistencia a las reformas
privatizadoras y las perspectivas electorales del 2014. Será un año con muchas
posibilidades para las fuerzas alternativas en Bogotá y todo el país.