Como fuera poco, El País ahora se hunde, pero no solo, sino se lleva consigo su “corresponsal” Yoani Sánchez, volteando la responsabilidad del Terrorismo Mediático hacia el gobierno de Cuba: |
“EL PAÍS
quiso dejar bien claro a sus lectores que no había podido verificar las
circunstancias en que fue hecha la foto dadas las restricciones informativas
que aplica el régimen de Cuba. La corresponsal de EL PAÍS en la isla, Yoani
Sánchez, es, además, una conocida y crítica bloguera vetada por las fuentes de
información oficiales y cuyos movimientos son vigilados permanentemente por las
autoridades, lo que dificulta cualquier trabajo de verificación. Tratar de que
Yoani Sánchez se pusiese en contacto con cualquier fuente habría supuesto un
riesgo para ella y las personas supuestamente implicadas en la foto” [El País]
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¡España… qué País!
Por Roberto Quesada
“…en este imperio
español no sale el sol”
Julián Hernández, banda de rock, Siniestro Total.
Nueva
York / 25 enero 2013
/ Cambien de dirección el pensamiento, ni
siquiera se les ocurra medio imaginar que voy a generalizar sobre todo un gran
país como lo es España, aunque el título puede inducir que es hacia allá a
donde voy.
Nada más lejos de la realidad, a mi me
encanta España. Pero no solo España sino los españoles y españolas, yo he
tenido buena suerte de conocer tanta gente linda de España. Allí en España y
fuera de España. Tanto así que me afecta el descalabro económico sufrido
recientemente, pero no pierdo la perspectiva de que es producto de un dominó
mundial por el que no se puede ni debe satanizar al PSOE sino a los acumuladores
de capitales, los mismos creadores de pobrerías y de países empobrecidos como
no deberían de serlo, para el caso el mío, Honduras, en donde más que los
mercachifles internacionales, son culpables los lacayos locales, los que por
unas monedas son capaces de quedarse huérfanos.(Tal como está ocurriendo ahora
mismo en Honduras, que el llamado presidente Porfirio Lobo y el militar que
preside el Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, han dado luz verde a lo
que se conoce como Ciudades Modelo, en donde Honduras queda en subasta
internacional).
Hace unos años fui invitado al Primer
Congreso de Nuevos Escritores Hispanoamericanos, realizado en Madrid, en Casa
de América. En uno de los almuerzos, un docto doctor, de esos académicos que se
creen más importantes que quienes crean la literatura, hizo referencia a algo
aparecido en El País, que yo no había leído y me dijo con una cara de horror: “¡No
lees El País!”.
Y respondió por mi ese rebelde nato (nada
que ver con la OTAN ),
que no me abandono desde el parto: “A veces sí, a veces no, depende si lo tengo
al alcance, tengo pensamiento propio, no dependo de EL País ni de el New York
Times ni de nadie…”
¿Y por qué me viene esa anécdota a la
mente? Para corroborar lo que escribió el periodista Pascual Serrano, en su
artículo: “El País como cantera de la derecha política.”(01/01/2013). En donde,
entre tantas cosas, dice: “Para muchas personas, en especial fuera de España,
este periódico sigue siendo un emblema de la izquierda o, al menos, del entorno
del PSOE”
Quizá esto se deba en que su andar El
País ha tenido altibajos, en cuanto a criterio ideológico, ha tenido temporadas
de una izquierda que fascina sobre todo en America Latina, pero otras, como la
actual, ya no queda duda que parece que desde el más allá lo dirigiera el
mismísimo Franco. Así es, el franquismo Aznar-Rajoy ha quedado más evidenciado
que nunca con la foto falsa pero de auténtico texto del presidente venezolano
Hugo Chávez.
Para la ultraderecha española, y de otras
latitudes, America Latina sigue siendo y haciendo “el indio”. En ellos el
tiempo se ha estancado y todavía nos ven como si estuviesen en una loma, con
Biblia y látigo, “educándonos” para servirles. El engaño es de ellos, la
realidad es de Latinoamérica, en donde las olas libertarias se expanden desde la Patagonia hasta México.
Más allá de indignarnos o enfadarnos, la
publicación malévola, fabricada por un demonio extemporáneo, devaluado, debe de
alegrarnos, inspirarnos en el sentido de que ya no se puede cubrir el sol con
la portada de un diario (por muy internacional e inigualable que este se haya
creído), y que la desesperación enloquece a los avestruces que hunden la cabeza
no solo para no ver sino para no escuchar la música del firme andar de los
pueblos que ya encontraron el camino hacia su horizonte, en donde Venezuela a heredado
de Cuba la antorcha de la libertad.
Ya no nos asusta un rey matando
elefantes, ni Cataluña queriendo desmembrarse, ni la demagogia de Rajoy ni los
rostros furiosos de las mojigatas que le rodean, ni de un Aznar con su
amenazante cocear contra America Latina, ni nos sorprende la represión de la
brutalidad policial que padece hoy el pueblo español… Y mucho menos debe de
sorprendernos una portada que en vez de aniquilar –cual era su pretensión – a
uno de los grandes líderes de Latinoamérica, como lo es el comandante
presidente Hugo Chávez, los indujo a hacerse el haraquiri. Pues como bien lo
señala Pascual Serrano en el artículo ya antes citado: “…si observamos el
recorrido de algunos de los directivos de su redacción descubrimos que su
destino natural ha sido la derecha y muy especialmente el Partido Popular (…)
Si, en cambio, buscamos algún cargo o periodista significado de El País que
ahora esté comprometido con un movimiento, sindicato o partido político de
izquierda no lo encontraremos.”
Debemos de darle gracias a El País, pues
con semejante ‘asnarada’ (¿o burrada, como se dice?), queda completamente
evidenciada esa conspiración internacional mediática contra las florecientes
revoluciones socialistas latinoamericanas.
Nuestra solidaridad debe de ser con el
pueblo español, mientras que a El País, ¡qué risa!, digo, de Prisa, hay que
exigirle que rinda cuentas porque ya se acabó el cuento.
Fuente: http://alainet.org/active/61191