martes, 15 de enero de 2013

El terrorismo de Estado se pasea a sus anchas en Europa

Las tres kurdas y luchadoras anticoloniales que fueron asesinadas en Paris por los agentes o servidores del terrorismo del Estado turco; Didan Dogan, la representante en Francia del Congreso Nacional del Kurdistán, Leyla Soylemez, una joven activista de paso en París y Sakine Cansiz, una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Miles de kurdos en toda Europa reclaman justicia al gobierno francés.



El reciente asesinato (09/01) en París de tres compañeras kurdas, luchadoras de la liberación de su pueblo, nos deja atónitos e indignados.

Sakîne Cansiz, militante fundadora del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (Partiya Karkerên Kurdistan -PKK); Fidan Doğan, representante en Francia del Congreso Nacional del Kurdistán (Kongra Netewiya Kurdistan -KNK); y Leyla Söylemez, otra activista kurda, aparecieron asesinadas con tiros de gracia en el Centro de Información del Kurdistán en París. Este asesinato ocurrió justo en momentos en que el Estado turco estaría en conversaciones exploratorias sobre un eventual diálogo de paz con los rebeldes del PKK para terminar el conflicto armado que se vive en Turquía desde 1984, cuya base está en la exclusión y opresión centenaria a la que se han visto sometidos los kurdos.

Tenemos todas las razones del mundo para sospechar que el culpable detrás de este crimen se encuentra vinculado al Estado turco, sea un paramilitar sea un asesino a sueldo, sea un militar, sea alguien del servicio secreto, sea un nacionalista furibundo. Pero como no, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan, ya ha salido a tender un manto de confusionismo, diciendo que probablemente este asesinato se deba a luchas intestinas del movimiento de liberación kurdo entre los partidarios y los opositores a la negociación. Como siempre, el Estado convirtiendo a la víctima en victimario.

Al igual que en Colombia, la perspectiva de negociaciones de paz va de la mano con el exterminio de la oposición y de las fuerzas que puedan sustentar un proyecto político alternativo. La única paz posible para ellos es la de los cementerios, la rendición, la desmovilización, pero jamás la transformación social. Lo cual, una vez más, nos confirma que al Estado terrorista se le puede cambiar sólo mediante una profunda movilización social, mediante la lucha, porque las negociaciones por sí solas no cambian nada. La oligarquía no cede un ápice sin presión.

Este crimen demuestra, por otra parte, la extensión que tienen los tentáculos de los servicios secretos de Estados terroristas en Europa, con los cuales la Unión Europea es totalmente tolerante, sino cómplice. ¿De dónde salieron esos asesinos? ¿Cómo no se enteraron los servicios de inteligencia franceses de lo que se estaba preparando, si al menos dos de las asesinadas estaban bajo su estricta vigilancia? ¿Acaso sólo se vigila a quienes simpatizan con la resistencia, pero no a quienes flirtean con el fascismo o con los servicios represivos de los Estados terroristas? ¿Hubo, entonces, colaboración de estos servicios franceses con los turcos en este odioso crimen?

Organizaciones kurdas ya han dicho que estaban al tanto de que los servicios de inteligencia franceses compartían información sobre los kurdos en París con sus contrapartes turcas[1]. Esta connivencia de la Unión Europea con la represión de Estados terroristas no es un hecho circunscrito al caso turco. Para nadie es un secreto que el Estado colombiano ha operado y todavía opera con sus aparatos de inteligencia vigilando, espiando, controlando, amenazando a exiliados así como a defensores de derechos humanos en Europa. ¿No hemos visto los expedientes del DAS, donde se ordena la Operación Europa, que incluía hasta la infiltración ni más ni menos que del parlamento europeo? Esto lo dejan claro en el instructivo filtrado del DAS:



  “Operación Europa:

  Objetivo: Neutralizar influencia en Sistema Jurídico Europeo.
  Comisión de DDHH Parlamento Europeo
  Oficina Alta Comisionada DDHH-ONU
  Gobiernos Nacionales
  Estrategia: Desprestigio
  Acción: Comunicados y denuncias, páginas web
  Guerra Jurídica”[2]

¿Tan pobre es la inteligencia de los servicios europeos para no “darse cuenta” que esto estaba pasando en sus mismas narices? ¿O es que en realidad han sido cómplices de esta política de terror y exterminio?

¿No hemos sido testigos de la infiltración de paramilitares en Suecia, Suiza, España, los cuales se han dedicado a amenazar, espiar y acosar a nuestros compañeros exiliados? ¿No hemos visto que desde las mismas embajadas colombianas se investiga a los residentes en cada país, actuando éstas como oficinas de inteligencia, como aparatos de represión? ¿Qué medidas ha tomado la UE al respecto? ¿Qué ha hecho la UE para evitar actos de sabotaje, espionaje y otros en su territorio? Suecia alguna vez expulsó a un agregado de la embajada, al asesor paramilitar Ernesto Yamhure… pero, ¿ha hecho algo la UE frente a su “amigo” el Estado colombiano, que ha orquestado toda esta política en suelo europeo, que ha infiltrado y espiado a las instituciones de la UE? ¿Será acaso la calentura que tienen las autoridades europeas por sacar adelante el bendito Tratado de Libre Comercio con Colombia, para saciar su sed de ganancias, la que les lleva a hacer la vista gorda ante este proceder del Estado colombiano?

El llamado del embajador colombiano en Buenos Aires, Álvaro Gacia Jimenez,
ex director de RCN, a la colonia colombiana en Argentina de colaborar con la
Red de Sapos de la Embajada y la inteligencia militar colombiana&DAS.


Sea como sea, mientras la UE se llena la boca hablando de derechos humanos, tolera el accionar de Estados terroristas en su propio suelo. A lo único que la UE se ha dedicado es a perseguir y a criminalizar a los movimientos que en Europa se solidarizan con quienes resisten al terrorismo de Estado en países como Colombia, Sri Lanka, el Kurdistán ocupado (Irak, Irán, Turquía, Siria), la Palestina ocupada, entre otros. A lo único que se ha dedicado es a criminalizar el derecho a la rebelión contra regímenes despóticos y asesinos, consagrado en el mismo preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Aplaude, ayuda militarmente y reconoce a ciertos “rebeldes”, que en Siria o Libia actúan armados hasta los dientes por las tiranías obscurantistas del Golfo. Pero a aquellos que se rebelan con sus propios recursos, con un sentido de dignidad y auto-determinación, en contra de las tiranías “amigas” de la UE, se les incluye mañosa y arbitrariamente en esa infame lista de organizaciones terroristas que sacó debajo de la manga la UE.

Prueba de lo arbitrario de esa lista es que mientras Francia aplaude, reconoce y financia a Al Qaeda en Siria, se le ataca y bombardea en Mali.

Este crimen estaba cantado. Iba a ocurrir tarde o temprano… pudo ser un tamil, pudo ser un colombiano, pudo ser un palestino, pero fueron tres mujeres kurdas. Es puro cinismo el del ministro Valls que declara que este asesinato es “intolerable”. En realidad el gobierno de Francia ha tolerado esta persecución y este hostigamiento, ha permitido la infiltración de estos elementos reaccionarios y criminales a sueldo del Estado turco. Ha colaborado con sus propios agentes. El asesinato no es más que el corolario lógico de esta política represiva. Que esto no se olvide ni sea pasado por alto.

Dicen que la solidaridad es la ternura de los pueblos. Si es así, los kurdos son tiernos como nadie. Hace unos meses, las presas del PKK enviaron, desde su prisión en Diyarbakır (Amed en kurdo) un mensaje solidario a las presas de las FARC-EP en Colombia, en el cual dicen: “A pesar de que nunca las hemos visto ni las hemos tocado, ustedes que viven al otro lado del océano, las conocemos y abrazamos sus corazones, su coraje, su resistencia y su lucha” [3]. Yo tampoco las conocí, pero las abrazo en su sueño astral, abrazo su resistencia y su lucha. Bijî Kurdistan, Bimrî Koledar.

José Antonio Gutiérrez D.
13 de Enero, 2013