Por Alberto Pinzón Sánchez
Como
un caracol que se desliza sobre el filo de una cuchilla barbera, así parece
avanzar el proceso de paz de la Habana, pactado entre el Estado colombiano y
las Farc-EP.
Contrariamente a la protección dada por la
baba viscosa que cubre momentáneamente el pseudópodo molusco (en este caso puede ser el
apoyo de la Comunidad Internacional manifestado en la cumbre de la CELAC- Europa
en Chile 26.01 2013) el gobierno colombiano en el
interior del país, parece haber quedado solo o aislado y haber perdido la
iniciativa en su jugada maestra de la paz, frente a la ofensiva política y mediática desplegada por el grupo
de los agro (latifundistas) pecuarios (ganaderos) liderados por Uribe Vélez.
Las torpezas del jefe de gobierno
Santos con su equipo, y menciono tan
solo cuatro:
1-
Hablar ambiguamente de paz y de guerra
al mismo tiempo; de reformas en la
Tierra y de fuero militar, drones y bombarderos ultrasónicos para continuar la guerra.
2-
Impedir y “clandestinizar” la participación popular y de la sociedad
civil en actividades y propuestas amplias en favor de la paz.
3-
La miseria intelectual (reflejo de la otra miseria más generalizada en el país)
conque los representantes y voceros del gobierno han “contra-argumentado” la ruindad de Uribe Vélez, Alfredo Rangel y
demás “parches del combo”.
4-
Haber “electorizado” (no politizado con
P mayúscula) es decir, haber dejado flotar en la conciencia popular el bulo de
que el éxito del proceso de paz era la reelección de JM Santos, en lugar de tratar de haber explicado amplia y pedagógicamente el
enorme sentido para el futuro de los colombianos y de la Región, y el
significado político, económico, ético y moral
que tiene finalizar el conflicto interno; le han dado un arsenal
invaluable a los enemigos del proceso de
paz para avanzar en su demolición.
¿Es esto, quizás, algo acordado en la
cumbre de las alturas del Poder dominante?
La respuesta no está clara: ¿pues por qué razón, JM Santos NO deja que
la Ley tanto nacional como internacional llegue libremente hasta su “acérrimo
enemigo” Uribe Vélez? ¿Teme acaso que, al desenvolverse el ovillo o madeja, también salga amarrado, además de los Falsos
Positivos, con algún otro secreto que no conocemos? ¿O es que existe un Poder superior en
Washington, por ejemplo, que protege a
Uribe Vélez?
Lo
cierto es que hoy estamos en Colombia ante una paradoja sombría. El éxito del
proceso de paz es esperado con ansiedad por la Comunidad Internacional, pero al
mismo tiempo es rechazado emocionalmente y con gran desconfianza por los
principales dirigentes políticos de la llamada democracia colombiana o
“establishment”. Esa desconfianza e incertidumbre: “si el proceso de la Habana fracasa
no pasa nada” dice JM Santos, mientras su ministro de guerra Pinzón, le hace
eco repitiendo casi todos los días por el aparato de propaganda que “las Farc
son mentirosas”, y los altos mandos
militares azuzan, “ a las Farc no se les puede creer nada de lo que dicen” etc; tiene
su espejo en la guerrilla que tampoco cree en lo que dice JM Santos y a su vez, también deberá hacer cálculos. ¿Cómo se puede avanzar
hacia la paz, basados con tal desconfianza
mutua?
Si el caracol no logra llegar y cae
mortalmente herido, rompiéndose el proceso de paz pactado en la Habana, si pasará
y mucho. No es el momento para dramatizar una situación real que se puede
presentar. Ya se analizará si se da o se llega a presentar. Pero de lo que si
pueden estar seguros aquellos jugadores de naipe que creen estar jugando a la subestimación de su adversario y al bluf
(palabra aceptada por la real academia de la lengua) es que la caverna oscura a
donde pretenden meter al pueblo
trabajador colombiano aislándolo del mundo exterior, no les resultará tan fácil como se lo imaginan.
Sin embargo pienso que, todavía se puede
corregir y derrotar a Uribe Vélez y su centuria negra de gamonales. No me
refiero a su lista de senado, sino abriendo las compuertas a la participación
popular y a la movilización social en pro de la paz.