Allende La Paz,
Cambio Total.
El cese de fuego en Colombia tiene
necesariamente que ser bilateral. Ello deviene en el conocimiento profundo de
la ideología y las truculencias de los que manejan el estado –la oligarquía-, y
sus empleados, los militares.
Desde el Cese de
Fuegos firmado por las FARC y el gobierno colombiano de Belisario Betancour (1982-1986)
han estado a la orden del día las maniobras truculentas de los militares y los
sectores militaristas contra los esfuerzos de Paz realizados por los colombianos.
Claro, lo que para ellos es un « negocio », para el pueblo colombiano es la
muerte, desapariciones, desplazamiento, ejecuciones extrajudiciales, masacres.
Siguiendo con
Pastrana (1998-2002) quien en los inicios de su administración pedía histéricamente
un « cese bilateral de fuegos » [1]. Claro, en esos momentos las fuerzas
militares-narcoparamilitares del estado estan recibiendo fuertes golpes de la
insurgencia armada de las FARC-EP –más de 10 golpes contundentes-, y era
preciso para el lado estatal « ganar » tiempo a fin de adelantar la
re-ingeniería de las fuerzas militares, cosa que en efecto sucedió con la
implementación del « Plan Colombia ».
La trasnochada «
petición » de gestos de buena voluntad a la guerrilla
Ha sido política
de todos los gobiernos pedirle a las FARC-EP gestos de buena voluntad para
entrar a acceder a unos diálogos de paz. Todos sin excepción le exigen a las
FARC el cese de sus acciones militares ofensivas y defensivas, al tiempo dejan
las manos libres a sus propias fuerzas militares-narcoparamilitares para
continuar adelantando la guerra contra el pueblo, es decir, el Terrorismo de
Estado evidenciado en las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones,
masacres, desplazamientos.
Mientras intentan
maniatar la mano armada de los guerrilleros, el estado continúa armándose con
más armas, más aviones, más helicópteros, etc. Intento maquiavélico y
ventajista propio de jugadores de póker, acostumbrado a todas las fullerías.
Este gobierno de
JMSantos (2010-2014) es igual a los otros, o peor. A pesar de que los sectores
oligárquicos no pueden con la carga financiera de la guerra (216 billones les
constó la guerra en los últimos 10 años y 215 billones de pesos les costará los
siguientes 10 años), el gobierno de Santos sigue incrementando el mal gasto
militar, el cual está por los 6,3 % del PIB, quizá el más alto de Suramérica.
La « muerte »
del Plan Colombia
El Plan Colombia,
elaborado por Clinton y entregado al cipayo Pastrana, para 6 años, ha
traspasado la frontera de sus propios cálculos y ya van 12 años y no han podido
acabar con la resistencia armada de la guerrilla de las FARC-EP. La guerrilla
no solamente contuvo sino que retrasó la implementación de las fases del Plan
Colombia y ésto tuvo que ser aplicado sin haber terminado una fase y sin haber
alcanzado el triunfo. Iniciaron con el « Plan Colombia », continuaron con el «
Plan Patriota » y siguieron con el « Plan Consolidación ».
Por el contrario,
el Plan Colombia sirvió por escalar el conflicto y al día de hoy las FARC-EP
realizan más de 2.400 acciones militares anuales, propinándoles a las fuerzas
militares estatales más de 2.500 muertes y más de 5.000 heridos, al tiempo que
seguían aplicando la « guerra sucia » contra el pueblo colombiano, quien
inerme, desarmado, sufría –y sufre- la tropelías de las fuerzas invasoras
estatales.
Hoy el « Plan
Colombia » ha muerto de muerte natural y su entierro ha sido de tercera, al
punto que ya los medios de comunicación en poder de la oligarquía ni siquiera
lo mencionan. Así mueren en Colombia los planes militares entregados por el
imperio a los sucesivos gobiernos.
Las « prisas »
gubernamentales
Dándose las manos
los medios de España con el gobierno de Colombia han procedido a « matar »a sus
odiados enemigos. Chávez aún no ha muerto, pero el deseo de El País es tan
frenético que no dudan en intubarlo y mostrarlo en « coma » para matar la
esperanza del pueblo venezolano. La « prisa » -afán decimos los colombianos-
del gobierno Santos está sustentado por la imperiosa necesidad de lograr
Acuerdos que le posibiliten alcanzar la re-elección, al tiempo que le endulza
el oído a un eventual sucesor, otro « delfín » de la política colombiana,
Vargas Lleras.
Los « ritmos »
en La Habana
Los delegados de
las FARC y el gobierno parecen han llegado a acompasar algunos « ritmos ».Dice
Santrich que ya han enseñado a bailar « mambo » a los delegados
gubernamentales. Tocará esperar a ver si los « cachacos » del equipo
gubernamental podrán aprender a bailar « cumbia » y al calor del frenético
ritmo proceder a adelantar las verdaderas reformas –ojo que digo reformas y no
destrucción y nueva construcción- que necesita el país y la sociedad para
comenzar a transitar los caminos de humanidad y civilización para superar el
barbarismo en que nos ha sumido la oligarquía por más de 200 años.
Empezaría ahí sí el pueblo colombiano a
transitar los caminos de Reconstrucción y Reconciliación del cual tanto hemos
hablado muchos colombianos.
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