Victor Carranza |
El correo del Zar
Por Daniel Coronel, Revista
Semana
El antiguo
abogado de Víctor Carranza, convertido hoy en magistrado de la Corte Suprema de
Justicia, es el ponente para resolver en casación el expediente por la masacre
de Mapiripán. Todo sucede unos días después de la publicación de documentos
desclasificados por el gobierno de Estados Unidos que señalan al llamado zar de
las esmeraldas como el verdadero jefe paramilitar de los llanos orientales,
zona donde se cometió la masacre.
El hoy
magistrado de la sala penal de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Castro
Caballero, ha querido atenuar su relación con Carranza diciendo que se trató
simplemente de “un vínculo profesional que en algún momento tuve con la oficina
de abogados que hace más de diez años representó los intereses del señor Víctor
Carranza”. (Ver
Carta a Luis Guillermo Pérez)
Sin embargo,
una investigación del Equipo Nizkor encontró documentos que muestran que el
vínculo fue más allá de lo que el magistrado quiere admitir. La verdad es que
el doctor Castro Caballero actuó como apoderado de Víctor Carranza en un
proceso por conformación y financiación de grupos paramilitares.
Uno de los
documentos que lo prueban es un oficio dirigido al juez del caso, en el que el
hoy magistrado se identifica como el defensor técnico de Víctor Carranza. (Ver
Defensor)
Otro es una
carta firmada por el esmeraldero, durante su detención, en la que autoriza la
visita de sus abogados. En esa lista incluye al ahora magistrado Castro
Caballero. (Ver
Autorización Carranza)
Desde luego
todas las personas tienen derecho a la defensa y la misión de los abogados es
prestar esa asistencia. Lo que no puede suceder -sin menoscabo de la justicia-
es que un magistrado resuelva casos en los que puede estar involucrado su
antiguo cliente.
Hace unos días
la Organización National Security Archive (NSA) reveló una serie de documentos
recién desclasificados por las autoridades de Estados Unidos. Estos contienen
revelaciones sobre el papel de Víctor Carranza en la conformación y
funcionamiento de los grupos paramilitares del llano. Esos documentos también
mencionan las alianzas entre esos grupos y miembros de las Fuerzas Militares en
la ejecución de las masacres de Miraflores y Mapiripán.
Víctor Carranza
ha sostenido que no tuvo relación con esos escuadrones paramilitares que –por
extraña casualidad- eran llamados “los carranceros”. Esa misma banda criminal,
que cometió múltiples matanzas, se desmovilizó rebautizada como Autodefensas de
Meta y Vichada.
Los documentos
del gobierno de Estados Unidos dan cuenta de un supuesto involucramiento del
zar de las esmeraldas en actividades de narcotráfico y establecen la razón por
la cual los procesos judiciales contra él no han prosperado.
Un cable de la
Embajada de Estados Unidos en 1996, cita a una fuente que explica que en ese
momento había dos procesos abiertos contra Víctor Carranza. En el primero,
ninguno de los testigos se atrevía a hablar. En el segundo, todos los testigos
habían muerto. (Ver
Testigos)
Michael Evans,
director del proyecto de documentación para Colombia del NSA, escribió un artículo
para el portal verdadabierta.com en donde resume los principales hallazgos en
los documentos desclasificados. (Ver “Develando
al “Zar de las esmeraldas” en Colombia”)
Allí se habla
de un jefe paramilitar de los llanos con influencia en numerosos departamentos
de Colombia, que contaba con aliados en las Fuerzas Militares y que actuaba en
combinación con los hermanos Castaño Gil. Ese misterioso cabecilla, que de
acuerdo con un despacho estadounidense de 1997 habría admitido ser el autor de
la masacre de Miraflores, es identificado en el documento como “Clodomiro Agami”.
(Ver Cable Clodomiro Agami http://www.semana.com/upload/images/2013/1/5/328767_201259_2.jpg)
Hace unos meses
el jefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, señaló que
Carranza fue miembro de la cúpula nacional de las autodefensas con los Castaño
Gil y que era conocido con el alias de “Clodomiro Agámez”. (Ver Declaración
de ‘El Alemán’)
Señalamientos
similares han hecho los paramilitares “Don Mario”, “Monoleche”, Jorge Humberto
Victoria y “Pedro Bonito”.
¿Si Víctor
Carranza es señalado como jefe paramilitar del Meta y aliado de los Castaño,
debe su antiguo abogado pronunciar la última palabra de la justicia sobre el
caso de la masacre de Mapiripán?