Por Horacio Duque
Hay cierta desazón en Venezuela y otras
naciones cercanas y lejanas por el futuro inmediato de dicha nación a raíz de
los difíciles quebrantos de salud del Presidente Hugo Chávez.
La preocupación
se entiende dada la gran influencia de dicho Estado en el curso de la historia
regional. El proceso revolucionario que se da en su sociedad a partir de
liderazgo de Chávez ha generado una gran conmoción social y
política entre los pueblos sometidos a la más cruel explotación por
unas oligarquías retardatarias que aún prevalecen con sus estados autoritarios
y excluyentes.
Desde luego, la
grave situación del Jefe de gobierno obliga a la reflexión sobre el curso de
los acontecimientos por venir. ¿Se afectara la construcción del
Socialismo con una eventual ausencia de Chávez en la Presidencia?, es la
pregunta que se me ocurre.
Visto el
panorama general de los avances y los resultados de la gestión bolivariana es
evidente que las conquistas alcanzadas por el pueblo le dan mucha consistencia
al proyecto socialista del Presidente Chávez. Más de 10 años de reformas
populares han dado forma a una subjetividad colectiva muy potente que
protagoniza una de las democracias más ejemplares en el mundo del siglo XXI.
Venezuela bolivariana es la demostración eficiente de que el pueblo puede
intervenir en la construcción del poder público y hacer su gestión en favor de
las mayorías, despojando de privilegios a
las minorías oligárquicas nativas y transnacionales.
Habrá chavismo y socialismo por muchos años en la patria de Bolívar.
Seguirá por siempre una Venezuela bolivariana soberana y solidaria con las
luchas de los pueblos latinoamericanos contra el imperialismo.
El chavismo
será la fuente de la paz y la concordia en la región y en Colombia. Que no
quepa duda de eso.
La derecha y el
imperialismo pretenden pescar en río revuelto para destruir los
avances logrados por el pueblo. Otra vez serán derrotados.
Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y los otros líderes de la revolución
son los compañeros de Chávez, educados en la lucha, la lealtad y el
compromiso con las ideas del socialismo, la solidaridad, la justicia, la
equidad y la democracia popular.
Pasara que se
consolida el socialismo chavista y fracasará la oligarquía y
el imperialismo, otra vez. Chávez ya es un mito de los pueblos
latinoamericanos. Hace parte de la memoria imborrable de millones de pobres que
luchan por sus derechos fundamentales.