jueves, 17 de enero de 2013

Paz, la teoría de la Calle

Humberto de la Calle


Paz, la teoría de la Calle

Por Horacio Duque

El señor Humberto de la Calle es el jefe de la comisión del gobierno de Santos para las conversaciones de paz con las Farc en La Habana.
Es un reconocido abogado con abundantes contratos y negocios en el Estado colombiano que lo remunera con miles de millones de pesos y desde hace muchos años. Es, además, un reconocido político del ala gavirista neoliberal promotora de privatizaciones de instituciones y servicios públicos gubernamentales. Para avanzar un poco más en el análisis sociológico es un prominente privilegiado integrante de la burguesía burocrática y clientelar que parásita con las rentas estatales merced al favoritismo amiguero y amigote que predomina en el régimen político.

En sus discursos como representante del establecimiento en los diálogos para la superación del conflicto social y armado ha esbozado su “teoría” de la paz, la cual consiste, palabras más, palabras menos, en que la resistencia campesina se desmovilice sin avanzar en la solución de los problemas centrales que han apalancado la guerra civil nacional. Según su formulación en Colombia hay una democracia madura que ofrece garantías suficientes a todos los actores que intervienen en la competencia política. El alzamiento armado 
es un capricho izquierdista que está contra la historia.

Más aún, su cinismo llega hasta el punto de rechazar la deliberación sobre la naturaleza de la “democracia neoliberal de baja intensidad” que impera para favorecer la oligarquía. Su negativa incluye el análisis del modelo económico neoliberal implantado con la Constitución de 1991. Últimamente su delirio autoritario derivó en la prohibición a la delegación revolucionaria para que convoque a las masas populares a la movilización en defensa de un programa agrario transformador que haga justicia con millones de campesinos victimas de la violencia y el desplazamiento del militarismo que actúa en asocio con las bandas criminales de las autodefensas.
De la Calle quiere la claudicación de los revolucionarios. Pretende que se renuncie al programa de cambios que enarbola la lucha campesina insurgente.
Un verdadero disparate. Un autentico cafre neoliberal.