domingo, 20 de enero de 2013

La paz no se negocia, se impone




La paz no se negocia, se impone


”, mientras haya lucha de clases habrán guerras. Lograr o imponer acuerdos al enemigo dentro del sistema, sólo serán paliativos para seguir persistiendo que la solución a los problemas de la humanidad y la naturaleza, pasa por cambiar el sistema capitalista,
Muy poco se conoce en que los pueblos hayan erigido algún monumento en homenaje a las juntas o comisiones de paz que en diferentes etapas, negociaron o tranzaron, frenando las hostilidades y llegando a acuerdos, pocas veces definitivos y la mayoría temporales que consolidaron, una paz mentirosa y frágil, por que dichos convenios no se sustentaron fundamentalmente, en el reflejo del poder de la verdad y la fuerza de una realidad que imponga la necesidad imperiosa de una paz. No porque la quieran o la necesiten otros intereses, sino que sea clamor del pueblo que está en beligerancia y que no negocia causas ni principios, sino la necesidad de tener el espacio vital para seguir encarando sus luchas, sin ceder un milímetro en la capacidad que hizo que la parte contraria o sea el agresor acceda a sentarse a negociar, la situación de grupos o sectores, sino el futuro y el porvenir de las mayorías nacionales y del país.
Sería demasiado largo enumerar el listado de acuerdos y pactos que se han firmado en épocas recientes, en varios lugares del mundo sobre la paz y la concordia entre pueblos y naciones, algunos impuestos por intereses particulares y otros impuestos por pueblos en lucha.
Un hecho simbólico sobre pactos y acuerdos fue el que lograron imponer, las fuerzas en movimiento de Vietnam y el clamor mundial, con el acuerdo de paz de fecha 27 de enero del año 1973.que como punto principal establece finalizar la guerra de invasión de los EUA y el reconocimiento pleno de autodeterminación del pueblo Vietnamita, el retiro de tropas invasoras norteamericanas del territorio y la no intervención en asuntos internos. El desmantelamiento de todas las bases militares,” asesores”,”técnicos” etc. Muchos tuvimos el placer de observar y las cámaras registran para la historia, la estampida cobarde de las fuerzas invasoras de EUA de Vietnam, esta es una de las mejores formas de firmar cualquier tipo de acuerdos cuando el pueblo es el triunfador.
Que decir del drama que vive el pueblo palestino, que después del año 1882 con la llegada de los primeros colonos judíos a palestina auspiciados por el barón Rothschild, hasta la fecha, son múltiples los acuerdos y pactos firmados, entre ambas cúpulas de dirigentes judíos y palestinos. Uno de los acuerdos más sonados fue en Washington el año 1993 entre Arafat y el judío Rabin, una declaración de principios elaborada secretamente en Oslo, donde Arafat reconocía la existencia de Israel y Rabin aceptaba a la Organización de Liberación de Palestina OLP, como representante de los palestinos, dicho acuerdo llamado Oslo 1 preveía un periodo de 5 años para desarrollarla autonomía de la franja de Gaza y Cisjordania y la elaboración de un estatuto para lograr una “solución definitiva” al conflicto Palestino.
Desde esa fecha, cuantas masacres ha visto el mundo en las diferentes usurpaciones de territorio palestino y el constante bombardeo masivo y selectivo al que someten a los palestinos cuando defienden el derecho a vivir en su tierra. Toda esta vulneración de acuerdos y leyes internacionales son violados con la venia cobarde de los EUA y naciones europeas, incluida China y Rusia que no quieren hacer escuchar su poder para frenar los abusos desenfrenados del sionismo israelí.
Como lo hizo el pueblo Vietnamita, los palestinos continúan luchando, sólo les falta más solidaridad internacional en todos los campos, como la tuvieron los vietnamitas. El pueblo palestino es consciente que cualquier pacto o acuerdo digno de paz, sólo se logran con la fuerza de la razón y la lucha inquebrantable. No hay “soluciones ni verdades eternas”, mientras haya lucha de clases habrán guerras. Lograr o imponer acuerdos al enemigo dentro del sistema, sólo serán paliativos para seguir persistiendo que la solución a los problemas de la humanidad y la naturaleza, pasa por cambiar el sistema capitalista, responsable de guerras, invasiones, explotación y depredación de la naturaleza.
Todos queremos de igual manera que la paz llegue al pueblo colombiano y sabemos que los compañeros de las FARC, negocian duramente con los representantes, no del pueblo colombiano, sino con representantes de los intereses de la oligarquía criolla y de las trasnacionales, así como del imperio que controla a Colombia y espía a América del sur, con sus 7 bases militares .El hecho de que las FARC, tengan la oportunidad de hacer conocer al mundo sus motivos y objetivos por los que sostienen esta larga lucha de dignidad suramericana y que el gobierno deje de llamarlos “bandidos”, es un punto a su favor. Cualquiera sea el resultado de dichos diálogos la situación colombiana ya no será la misma, habrá un antes y un después de estas importantes negociaciones. El mundo está atento a su desarrollo y resultados.
José Justiniano Lijerón
Es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana