...o
el cuentazo de la re-elección.
Domínico Nadal, Cambio Total.
Otro
cuento de los mil y uno que tiene el presidente JMSantos en su levita rola.
Resulta que ahora, ahora, el Proceso de Paz no es primordial para la
administración Santos como base fundamental para buscar su re-elección. Ja,
ja ! Como si los colombianos, y sobre todo los colombianos
« rolos », no supiéramos de la capacidad sardónica de esa oligarquía
santafesina que, como su primito Fachito, pide que conformen un grupo
narco-paramilitar para qué ?, para asesinar
a los líderes populares que
luchan por las reivindicaciones populares, pero, por favors, que la sangre lo toque porque él, Fachito, le tiene «horrors
a la sangre»!
Lo
cual nos hace acordar de la « hazaña » del general Maza, no el
asesino de Luis Carlos Galán, sino del Maza de la Independencia, el que luchó
al lado del general de generales Simón Bolívar, cuando éste enterado de las
masacres de españoles realistas que había organizado Maza en los pueblos a
orillas del Río Magdalena le ordenó no más derramamiento de sangre, lo cual
cumplió el general Maza. Ya no pasaba a los realistas a cuchillo, sino que los
empaquetaba en un saco y los tiraba al Río Magdalena, y le escribía a
Bolívar : « Cumplida su orden, mi general, sin derramamiento de
sangre ! ».
Ahorita
estamos igualiticos. No, pero
sí... Resulta, pasa, sucede y
acontece, que para el señor Santos ahora el « Proceso de Paz » no es
su carta fundamental para lograr la re-elección, pero si es exitoso « sería
una ayudita » bien valiosa. Ja ! La oligarquía santafesina cree
que somos todos « mensos ». Eso cree. No sabe que en eso de las triquiñuelas
somos más expertos que el « tahúr de la Casa de Nari ».
Claro
que es importante, fundamental, una necesidad imprescindible, diría un
investigador colombiano, que el Proceso de Paz llegue a buen puerto porque de
él depende el futuro de Colombia. Primero, porque la oligarquía no tendría que
rascarse el bolsillo para sacar 215 billones de pesos para sufragar los gastos
de la guerra en la próxima década. Segundo, porque el ambiente que generaría un
proceso de paz exitoso sería el factor movilizador de toda la sociedad
colombiana nunca visto antes. Aunque hemos tenido experiencias gratificantes en
el Laboratorio de Paz del Caguán. Tercero, porque la oligarquía sabe que si las
Conversaciones en La Habana fracasan sería un fracaso imputable al gobierno
oligárquico de Santos y todo el mundo –y la historia-, lo señalaría con el dedo
de la ignominia.
Eso
es apenas señalando tres puntos. Son tan importantes las Conversaciones en La
Habana que de ellas nadie se puede abstraer. Ni siquiera Uribhitler y toda su
« camorra ». En los « trinitos » de ese individuo se mete
en las Conversaciones de La Habana como « sin querer queriendo ». Yo
no hablaría con « terroristas », dice Uribhitler ; pero olvida
decir que anduvo ocho años buscando la manera de sentarse a manteles en la Mesa
con las FARC. Lo que pasa es que ese individuo es tan aborrecible que es mejor
sentarse con otros un poquito menos aborrecibles que el.
En
política hay lo que se llama « decir una cosa para que se entienda otra
cosa ». En éste caso, al decir que « la re-elección no está amarrada
a la Mesa de Conversaciones » de La Habana se está enviando el mensaje al
equipo delegado gubernamental de que « tienen que conseguir frutos en la
Mesa », a como dé lugar !, no ven que de esos resultados depende la
re-elección !
O
es que hay que decírselo de otra manera...
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista el 1/05/2013