Por Alberto Pinzón Sánchez
“Conozco a mi
hermano” dice el antiguo presidente de la sociedad Interamericana de prensa
(SIP) Enrique Santos Calderón, en una entrevista “chusca” concedida a la
revista Semana (24.11 2012) en donde entre otras cosas, sibilinamente le escoge
negociadores a la contraparte en la mesa de la Habana, y con su lenguaje
irrespetuoso típico, los critica por su excesiva publicidad: Al “viejito
Pascuas, la reinita holandesa, la viuda de Tirofijo, y la efigie de Trinidad”.
Claro que sin decir nada de la simpatía
desbordante del general Mora, la locuacidad imparable del jefe de la delegación
estatal colombiana, la presencia tan activa del innominado general Naranjo
(estaba en Méjico haciendo una vueltica) o de las diarias declaraciones y
provocaciones que el Hulk, ministro de guerra, hace todos los días en su
antiguo diario familiar.
Enrique Santos Calderón |
0A renglón seguido dice: “(Mi hermano) el
presidente está jugado, y si esto se empantana del todo, no dudará en
levantarse de la mesa”. Como si el pueblo colombiano no conociera en carne
propia la ludopatía del gobernante; su maña fullera de tahúr y simulador
exquisito, su fría capacidad de tomar decisiones momentáneas según el naipe que
esté sobre la mesa y no de acuerdo a plan de largo plazo, su frialdad
“verdaderamente positiva” para eliminar adversarios con quienes minutos antes
estaba hablando de Paz (Raúl Reyes, Alfonso Cano)y luego extasiado brindar con
Wisky sobre sus cadáveres, ó, cambiar diametralmente de juego como lo hizo con
Rafael Pardo, culpándolo públicamente de ser aliado de las Farc cuando se le
atravesó como candidato a la presidencia, para luego, según la carta jugada con
el partido Liberal, nombrarlo como ministro de trabajo y en fin: no todas las
quejas personales contra JM Santos enumeradas el senador antioqueño Juan Carlos
Vélez, son falsas.
PERO
NO ES SOLAMENTE LA PRESIÓN del tiempo express que pretende descargar sobre la
mesa de la Habana, sino la advertencia que hace incluso sobre todo el proceso
de paz, como una derivación del fallo de la Corte Internacional de Justicia,
sobre el diferendo colombo nicaragüense. Dice el entrevistado:
“La tensión con Nicaragua es un nubarrón
que ha aparecido. Es peligroso y puede afectar el proceso y tensionar de nuevo
el entorno regional. Hay que evitar que prospere en la sociedad colombiana el
chauvinismo beligerante. Una actitud belicosa con Nicaragua podría frenar el
compromiso de Chávez con el proceso e incluso a los cubanos”
Advertencia seria que confirma los hechos
que estamos presenciando en la realidad colombiana: Una doble estrategia Estatal
para adelantar dicho proceso de paz, en donde aparte de las conversaciones de
la Habana, el musculado ministro de guerra Pinzón y el alto mando militar, en
concordancia con los enemigos “conocidos y abiertos” de la paz, y en paralelo,
preparan cuidadosamente las provocaciones y la carta de póker que haga levantar
impulsivamente al jugador de la mesa de la Habana para que desemboque en el
escenario ideal para el Imperialismo trasnacional:
Guerra interna en
Colombia y guerra en Caribe, a partir del portaviones que Uribe Vélez construyó
en la isla de San Andrés como complemento de las otras 9 bases estadounidenses
en el interior de Colombia y que, arrastre consigo a los enemigos ideológicos
de EEUU (sandinismo nicaragüense, bolivarismo venezolano y castrismo cubano) para
ajustar cuentas de una vez por todas con ellos.
Tropas colombianas en la Isla de San Andres |
La Oligarquía vendepatria colombiana
estaba segura que, habiendo en al Corte Internacional de Justicia de la Haya,
un representante de los EEUU, otro de Inglaterra y otro de Francia (potencias todas
con grandes intereses territoriales en el Caribe) sus intereses de lacayo
sublime en el Caribe estaban muy bien resguardados. Pero el fallo proferido les
ha dado un golpe jurídico inesperado, cuyas repercusiones políticas al interior
de Colombia, apenas empiezan a presentarse. Pues la ambigüedad del jugador de
póker, esperando la carta favorable para decidir una postura internacional del
Estado colombiano sobre tal fallo, junto con los “pataleos de ahogado” que se
están dando para ganar un tiempo que es perdido porque solamente le dejará el
mismo problema a los siguientes gobernantes de Colombia; ha generado un vacío
político ampliamente utilizado por los militaristas, latifundistas y
paramilitares del Ejercito Anti restitución de Tierras (EAT) para dar al traste
con el proceso de paz de la Habana.
ASÍ
PUES QUE EL PUEBLO TRABAJADOR colombiano movilizado conscientemente en
toda la geografía del país, en favor de una Salida Política al histórico
conflicto social y armado colombiano, conociendo bien al hermano de don
Enriquito, debe redoblar esfuerzos de todo tipo para desenmascarar y
neutralizar esta marrulla oligárquica que se está adobando, y levantar aún más
alto la bandera de la solución diplomática de los conflictos colombianos sean
ellos internos como la guerra contrainsurgente geoestratégica, o
internacionales como el que se acaba de presentar en el caribe colombiano con
Nicaragua.