De
Lehman Brothers a Interbolsa, la pirámide de la Prosperidad Democrática.
Horacio
Duque.
El
15 de septiembre del 2008 quebró Lehman Brothers, un gigante financiero del
imperio que disparó una de las debacles más explosivas del sistema financiero
internacional. Por allí se desató la actual crisis que carcome las economías
del capitalismo global con un escenario que se complica día a día. La recesión,
que ya se estableció en varios países europeos este año, no cederá el año
entrante, e incluso puede ahondarse. La recuperación de la economía de Estados
Unidos, que ha sido lenta y errática, no se consolidará en el 2013. Y las
economías emergentes, sobre todo China e India, cuyo consumo jalaba desde hace
años la economía mundial, desaceleraron este año y seguirán con ritmo moderado
el año que viene.
Las
eminencias grises de la economía oficial colombiana, que por lo general se
sitúan en la Junta Directiva del Banco de la República, han dicho que Colombia
está blindada frente a esas turbulencia globales. Somos un "modelo"
de estabilidad y prosperidad, tanto que, según el señor Santos, somos un
ejemplo para el resto del mundo, hasta para darse el lujo de ir en estos días a
Portugal con el fin de respaldar la compra de la principal empresa aérea de
dicha nación, por capitales bogotanos.
Pero
ha sucedido lo inesperado. El gigante bursátil de mayor reputación en el
mercado accionario nacional se quebró. Interbolsa, nuestro Lehman Brother
criollo, debió ser intervenida por la Superintendencia Financiera, mediante la
Resolución 1812 del 7 de septiembre del 2012, declarando su liquidación forzosa
administrativa, eufemismo para ocultar una bancarrota y estafa de enormes
proporciones y repercusiones.
En
plata blanca, Interbolsa es otra pirámide financiera, como las de la época de
Uribe Velez. Solo que ahora se trata de la pirámide de la Prosperidad
democrática.
Un
mecanismo financiero hecho para robar a centenares de inversionistas con
promesas fantásticas de ganancias rápidas y espectaculares.
Rodrigo
Jaramillo, Juan Carlos Ortiz, Victor Maldonado y otros personajes, recogieron
miles de millones de pesos entre el público de los ahorradores y los
canalizaron en la compra de acciones de Fabricato/Coltejer, una empresa textil
emblemática de Medellin, en cuya operación intervino un extraño personaje
italiano de nombre Alessandro Corridori, del cual las autoridades no dicen nada
sobre sus antecedentes y llegada a Colombia, con resultados desastrosos, pues
la unidad financiera de dicho activo era ficticia, dado su alto pasivo
pensional y la perdida de competitividad en el marco de la vigencia del TLC.
Desde
hace algunos meses Interbolsa no tiene liquidez para responder a sus clientes y
por sus enormes pasivos. Es la cruda realidad de este caso.
Preparémonos
para lo que sigue. Denuncias penales y cárcel para los estafadores, dueños de
dicha marca bursátil. Los afectados pondrán el grito en el cielo, reclamaran
sus ahorros, nadie responderá y el gobierno de la Prosperidad Democrática se
lavará las manos como suele hacer el experto pokerista de la Casa de Nariño.
Pero
ojo. Lo más probable es que el asunto no pare allí y el mal se propague por
toda la sociedad.
Interbolsa
bien puede ser el síntoma de cosas peores en la economía nacional. Puede ser el
inicio de un desplome generalizado.
Si
bien es cierto la economía en el 2011 creció casi al 6% y en el primer semestre
del 2012, el crecimiento se acercó al 5%, ahora numerosos indicadores y
fenómenos inquietan, como este de Interbolsa
Las
ventas del comercio al por menor frenaron: en el primer semestre crecieron un
3,3%, hoy flaco resultado frente al 13,9% del mismo período del 2011. Aunque
repuntó ligeramente en agosto, la producción industrial creció 1,3% en la
primera mitad del año, contra 6,4% en el mismo lapso en el 2011. De la
agricultura ni para que entrar en detalles, en pleno auge de la revaluación del
peso y devaluación del dolar.
Resultado
de la crisis internacional es la baja de las exportaciones. Las ventas al
exterior crecieron bien durante el primer semestre, pero en julio frenaron y en
agosto bajaron 7,6%. Si esa tendencia se mantiene, no queda duda de que el
segundo semestre de la economía colombiana, que ahora depende bastante de las
exportaciones, será mucho más flojo que el primero. El Fondo Monetario
Internacional, que hace poco bajó las expectativas de la economía mundial,
corrigió su proyección sobre Colombia: dijo que en el 2012 no crecerá 4,7% sino
4,3%. Sin embargo, al crecer al 4,3%, Colombia no podrá bajar el desempleo que
puede así volver a cifras de dos dígitos y con más informalidad.
El
Índice de Confianza del Consumidor, que Fedesarrollo saca mensualmente, ha venido
hacia el suelo. Durante el 2011, estaba en casi 25%, en julio andaba en 24% y
en agosto bajó a 18%. Sólo el 2,8% de las familias cree que le está yendo mejor
que hace un año, cuatro veces menos que en agosto del 2011. Y si entonces casi
40% de los encuestados creía que le iría mejor un año después, ahora solo 13%
lo acepta.
Si los
vientos de tormenta en la economía mundial siguen soplando, Colombia no saldrá
indemne. El descalabro de Interbolsa es el mensaje con los miles de afectados a
bordo. Esperemos a ver cuan diligente será la justicia con nuestros Bernard
Madoff.