lunes, 12 de noviembre de 2012

De Lehman Brothers a Interbolsa, la pirámide de la Prosperidad Democrática




De Lehman Brothers a Interbolsa, la pirámide de la Prosperidad Democrática.

Horacio Duque.

El 15 de septiembre del 2008 quebró Lehman Brothers, un gigante financiero del imperio que disparó una de las debacles más explosivas del sistema financiero internacional. Por allí se desató la actual crisis que carcome las economías del capitalismo global con un escenario que se complica día a día. La recesión, que ya se estableció en varios países europeos este año, no cederá el año entrante, e incluso puede ahondarse. La recuperación de la economía de Estados Unidos, que ha sido lenta y errática, no se consolidará en el 2013. Y las economías emergentes, sobre todo China e India, cuyo consumo jalaba desde hace años la economía mundial, desaceleraron este año y seguirán con ritmo moderado el año que viene.

Las eminencias grises de la economía oficial colombiana, que por lo general se sitúan en la Junta Directiva del Banco de la República, han dicho que Colombia está blindada frente a esas turbulencia globales. Somos un "modelo" de estabilidad y prosperidad, tanto que, según el señor Santos, somos un ejemplo para el resto del mundo, hasta para darse el lujo de ir en estos días a Portugal con el fin de respaldar la compra de la principal empresa aérea de dicha nación, por capitales bogotanos.

Pero ha sucedido lo inesperado. El gigante bursátil de mayor reputación en el mercado accionario nacional se quebró. Interbolsa, nuestro Lehman Brother criollo, debió ser intervenida por la Superintendencia Financiera, mediante la Resolución 1812 del 7 de septiembre del 2012, declarando su liquidación forzosa administrativa, eufemismo para ocultar una bancarrota y estafa de enormes proporciones y repercusiones.

En plata blanca, Interbolsa es otra pirámide financiera, como las de la época de Uribe Velez. Solo que ahora se trata de la pirámide de la Prosperidad democrática.

Un mecanismo financiero hecho para robar a centenares de inversionistas con promesas fantásticas de ganancias rápidas y espectaculares.

Rodrigo Jaramillo, Juan Carlos Ortiz, Victor Maldonado y otros personajes, recogieron miles de millones de pesos entre el público de los ahorradores y los canalizaron en la compra de acciones de Fabricato/Coltejer, una empresa textil emblemática de Medellin, en cuya operación intervino un extraño personaje italiano de nombre Alessandro Corridori, del cual las autoridades no dicen nada sobre sus antecedentes y llegada a Colombia, con resultados desastrosos, pues la unidad financiera de dicho activo era ficticia, dado su alto pasivo pensional y la perdida de competitividad en el marco de la vigencia del TLC.

Desde hace algunos meses Interbolsa no tiene liquidez para responder a sus clientes y por sus enormes pasivos. Es la cruda realidad de este caso.

Preparémonos para lo que sigue. Denuncias penales y cárcel para los estafadores, dueños de dicha marca bursátil. Los afectados pondrán el grito en el cielo, reclamaran sus ahorros, nadie responderá y el gobierno de la Prosperidad Democrática se lavará las manos como suele hacer el experto pokerista de la Casa de Nariño.

Pero ojo. Lo más probable es que el asunto no pare allí y el mal se propague por toda la sociedad.

Interbolsa bien puede ser el síntoma de cosas peores en la economía nacional. Puede ser el inicio de un desplome generalizado.

Si bien es cierto la economía en el 2011 creció casi al 6% y en el primer semestre del 2012, el crecimiento se acercó al 5%, ahora numerosos indicadores y fenómenos inquietan, como este de Interbolsa

Las ventas del comercio al por menor frenaron: en el primer semestre crecieron un 3,3%, hoy flaco resultado frente al 13,9% del mismo período del 2011. Aunque repuntó ligeramente en agosto, la producción industrial creció 1,3% en la primera mitad del año, contra 6,4% en el mismo lapso en el 2011. De la agricultura ni para que entrar en detalles, en pleno auge de la revaluación del peso y devaluación del dolar.

Resultado de la crisis internacional es la baja de las exportaciones. Las ventas al exterior crecieron bien durante el primer semestre, pero en julio frenaron y en agosto bajaron 7,6%. Si esa tendencia se mantiene, no queda duda de que el segundo semestre de la economía colombiana, que ahora depende bastante de las exportaciones, será mucho más flojo que el primero. El Fondo Monetario Internacional, que hace poco bajó las expectativas de la economía mundial, corrigió su proyección sobre Colombia: dijo que en el 2012 no crecerá 4,7% sino 4,3%. Sin embargo, al crecer al 4,3%, Colombia no podrá bajar el desempleo que puede así volver a cifras de dos dígitos y con más informalidad.

El Índice de Confianza del Consumidor, que Fedesarrollo saca mensualmente, ha venido hacia el suelo. Durante el 2011, estaba en casi 25%, en julio andaba en 24% y en agosto bajó a 18%. Sólo el 2,8% de las familias cree que le está yendo mejor que hace un año, cuatro veces menos que en agosto del 2011. Y si entonces casi 40% de los encuestados creía que le iría mejor un año después, ahora solo 13% lo acepta.

Si los vientos de tormenta en la economía mundial siguen soplando, Colombia no saldrá indemne. El descalabro de Interbolsa es el mensaje con los miles de afectados a bordo. Esperemos a ver cuan diligente será la justicia con nuestros Bernard Madoff.