domingo, 4 de noviembre de 2012

La farsa electoral gringa en la recta final... y ¿El pueblo qué?








La Farsa Electoral Gringa en la Recta Final .. y ¿El pueblo qué?

Revista Insurrección


El día de votación es un día laboral. Es decir que para poder votar
millones de trabajadores deben pedir permiso y es potestad de los
patrones dárselo o no.

El día 21 de enero del 2010, la Corte Suprema de Justicia quitó de la
legislación las leyes que prohibían a la industria privada contribuir
a las campañas políticas. Ya no hay límites. Diferentes formas se han
forjado para que las grandes industrias a través de sus lobby o
directamente, financien las campañas de los dos candidatos. La
simbiosis que antes era oculta ese dia se desnudó. En estas elecciones
de noviembre están en venta, perdón, se van a elegir, un Presidente,
33 senadores y 435 representantes a la Cámara.

En la reciente Convención Republicana, habían palcos especiales,
encima del sitio de la Convención, donde llegaban o estaban los
grandes financiadores de las campañas, los hombres y mujeres más
ricos de EEUU. A través de ventanas observaban el carnaval, donde se
ratificó a Mitt Romney, como el rival del Emperador Obama. Ya no hay
cuentas de la cantidad de dinero que se gasta en cada campaña, cada
cuatro años. Son miles de millones de dólares. Oficialmente se habla
de más o menos ochocientos millones de dólares por campaña.

¿Quien elige al Emperador o mejor quien decide su nombre en los Estados Unidos?

Los dos partidos, eligen su candidato en las llamadas primarias. Sobre
un abanico y en gran disputa mediática y por supuesto económica, se
declara el seleccionado que viene financiado por los grandes lobby,
por todos los clubes de amigos y los donantes mayores. Los grandes
oligarcas dueños de las compañías transnacionales petroleras, los
emporios mediáticos, los grandes bancos y el complejo
militar-industrial, imponen su candidato y luego gobiernan cuando él
sea elegido Presidente.

Cada mediana y gran industria financia la campaña para que después
cuando salga elegido el candidato se les otorguen los contratos o se
legisle a su favor. Muchos de estos donantes lo hacen a ambas
candidaturas, sin rubor, como parte de la inversión necesaria para su
desarrollo como empresarios. Eso ya es parte de la cultura electoral
yanqui.

Los matices que diferencian las candidaturas y sus programas alcanzan
para que los ánimos de la población sean estimulados. La presencia
en Obama de cuestiones sociales, de impuestos a los más ricos, del
Seguro de Salud o Medicare y de algunas libertades y controles, con
respecto al aborto, a los homosexuales, al uso de armas, a los
inmigrantes y al desarme estratégico, son diferencias que suscitan
grandes debates y "llenan de democracia y libertad" la ausencia de
transformaciones estratégicas y sobre todo de cambios en la política
militarista y de Asalto al mundo que lleva adelante el gobierno
yanqui.

El barniz que cubre las verdaderas fauces de acero del establecimiento
imperialista, todavía cubre el rostro de Obama y lo hace simpático a
grandes masas de estadounidenses. Con las dos Convenciones realizadas
y los dos candidatos electos arrancó la segunda parte de esta farsa
que culmina en Noviembre. Ya se han realizado los debates en vivo, por
la televisión, importantísimos para una sociedad tan mediática como la
estadounidense.

De nuevo el afronorteamericano Obama ahora contra un
ultrarreaccionario anglosajón llamado Mitt Romney. Dos símbolos de los
nuevos Estados Unidos. Obama, prestigioso abogado que ha sabido
mantener en el mundo el dominio yanqui y sobrellevar la crisis a lo
interno, contra el mormón blanco y racista, acaudalado y exitoso
hombre de negocios, que promete más de lo mismo, pero para los más
ricos del país.

El poder conjugado de los emporios mediáticos con el control policíaco
y estatal; la profunda soberbia que han inoculado en el pueblo y una
planificada ausencia de cultura política; el extremo individualismo y
la lucha despiadada por la subsistencia en la más profunda crisis
social en décadas; el engaño del discurso electoral y la utopía del
sueño americano, todo esto se conjuga en la realidad de cada uno de
los pobladores de Estados Unidos que van a votar de nuevo como cada
cuatro años por quien le pondrá la soga en el cuello y asolará en su
nombre al resto del mundo.

El pueblo de los Estados Unidos tiene un papel esencial en la
transformación del mundo en un lugar donde la justicia social y la
equidad sea para todos los seres humanos, incluido el mismo. La toma
de conciencia es lenta pero continua, en medio de la gigantesca
crisis social. Los movimientos de los Occupy, de la contracultura, de
los veteranos a las guerras imperialistas, son muestra de una simiente
que está ahí y nos llena de esperanza.

Que despierte el Leñador!!, como decía el poeta nacional
estadounidense Walt Whitman.