Colombia:
La gallera nacional y el proceso de paz
Por
Alberto Pinzón Sánchez
Nada bien le ha hecho al proceso de paz
de Colombia, la afirmación pública del conservador pastranista Álvaro Leiva Durán, de que “la paz con la Farc depende más de Chávez que
de Santos” (12.10.2012)
Porque, fuera de ser una afirmación
absolutamente subjetiva y para nada objetiva, o que corresponda a la realidad
política actual en la llamada región Andina; al haber eliminado de tajo la
complejidad que tiene el nudo de contradicciones, tanto internas como externas,
conjugadas en la actual coyuntura de Colombia, uniendo arbitrariamente tan solo dos
aspectos de ella (Chávez y proceso de paz) para otorgarle al presidente de
Venezuela, el poder de decidir sobre el
destino de Colombia como si fuese un dios omnipotente; ha desviado la mirada de
la verdadera y única fuerza externa que tiene poder decisorio en la paz de
Colombia: los EEUU. Y a su vez, le ha
quitado capacidad decisoria y responsabilidad
futura al presidente de Colombia
JM Santos. Ha colocado a la dirección de las Farc-EP a nivel de marionetas de
cualquier poder Internacional. Y ha esfumando la gran movilización popular por
la Solución Política y la paz, que actualmente camina por calles y carreteras
de Colombia.
Pero además, ha evaporado del análisis
todos los países de la región agrupados en UNASUR, a México, al grupo del
Caribe, y en fin, a toda la “Comunidad Internacional” , que tienen indudables intereses en que
el llamado conflicto colombiano termine para que Colombia se enrute
hacia una paz con justicia social.
Como es un argumento escolástico, que
resuelve la situaciones desde fuera (deus ex machina) inmediatamente ha sido
tomado por el terratenientismo Uribista y demás
Militaristas, enemigos del actual proceso de paz de Colombia, para
apuntalar su ofensiva política hacia la retoma del Poder y derrotar al adversario
en la reeleción presidencial JM Santos, apostándole al fracaso de dicho proceso
de paz.
Una columna editorial del periódico El
Tiempo de hoy, titulada “El futuro del partido de la U”, y firmada por el tan desconocido como
malacaroso “politólogo” Mario López Castaño (¡qué apellidos tan colombianos!)
analiza la “participación política” del presidente JM Santos (tranquilos que el
procurador come callado) en la asamblea del llamado partido de gobierno, marcando
con esta filigrana mental, la pauta para
la ofensiva mediática de largo alcance puesta en marcha:
…” Es recomendable que, mientras se avance en las
negociaciones en torno de la paz, se evite al máximo seguir atizando la hoguera
de una división dentro del partido de la U, ya que al parecer el proceso de paz
no iría más allá del primer semestre de 2013 sin que se registre el éxito
esperado. Esta opinión personal se basa en las siguientes apreciaciones.
Las Farc llegaron al proceso de paz por
iniciativa del presidente Chávez, quien utilizó esta bandera en función de su
reeleción, como en efecto así sucedió; desde luego que a este propósito
contribuyeron los hermanos Castro de Cuba. Lo anterior deja entrever que las
Farc en ningún momento buscaron las negociaciones, y tal vez lo que se produjo
fue un engaño al presidente Santos en Cuba, días antes de la sexta Cumbre de
las Américas. De lo anterior se desprende que el mismo Santos esté presionando
la agilidad en las conversaciones.
Así las cosas, una vez producida la
ruptura del proceso de paz -que es el motivo de fondo que ha enfrentado a los
dos líderes de 'la U'-, quizás por el mismo Presidente, el discurrir político
del partido de 'la U' tornaría a la normalidad, y así su continuidad en el
poder, entre algunos propósitos de esta colectividad, podría darse por medio de
la re-elección del presidente Santos.
Ahora,
según las actividades de inteligencia, se ha conocido sobre una profunda
fragilidad en la unidad de las Farc, toda vez que el Bloque Sur actúa
independientemente del secretariado, y prueba de ello la constituye la ausencia
de representatividad en la mesa de diálogos.
Para concluir, el pesimismo creado por el
discurso guerrerista de Iván Márquez en la iniciación del proceso, atribuible a
que no fue espontánea la aceptación del grupo armado para iniciarlo y el cual
acusa falencias en su unidad, indica claramente que el proceso como tal está
destinado a su ruptura por el mismo Gobierno. Entre más cercano esté el término
de las negociaciones, el futuro de 'la U' se estará despejando y la
consolidación de su unidad será una realidad con la presencia continua y sin
obstáculos de sus dos grandes líderes.”
Entonces, uno se puede preguntar ¿quienes y qué fuerzas
políticas apoyan en el gobierno el proceso de paz iniciado; fuera de los representantes en la burocracia oficial
del desacreditado partido Liberal al borde de cierre definitivo, de los
burócratas del llamado partido Conservador, Cambio Radical y algunos
cuantos parlamentarios beneficiarios de
jugosos contratos oficiales?
Hoy el presidente JM Santos, en un
ambiente de incertidumbre nacional e internacional, enfrenta la fase de las conversaciones en la
Habana sin el apoyo político del partido de gobierno. Con un sabotaje tenaz anunciado públicamente por los obstinados enemigos de la paz liderados por Uribe Vélez.
Y enviando señales adversas al mismo, como la aprobación del regresivo y
cuestionado Fuero Militar, la reeleción del desprestigiado fanático procurador
Ordoñez, y en una atmósfera guerrerista
aupada por la gran prensa adicta al régimen, con noticias desalentadoras del
fuego cruzado mientras se dialoga, que de momento dejan 50 guerrilleros dados de baja, más de 15
militares ”asesinados”, con un numero
indeterminado de heridos militares y civiles atribuidos a “un matrimonio ilegal
entre las FARC y las Bacrim”
¡Cómo está de moda en el lenguaje
mediático de Colombia el sexo y la muerte; los maridajes, amancebamientos, las traiciones
carnales y la sangre de las puñadas traperas, para tratar de enervar y velar la incertidumbre sobre la paz de
Colombia, surgida en la gallera nacional del partido de gobierno del presidente
JM Santos.
Fuente Imagen: Internet