¿Con quién se hace la paz?
Allende La Paz, Cambio Total.
En estos momentos parece que reina confusión en ciertos sectores sobre la pregunta que titula nuestro artículo. Si. Los sectores afectos al establecimiento olvidan que una ”negociación” o un diálogo es entre dos o más partes y éstas partes son las que tienen que ponerse de acuerdo para buscar la solución del conflicto en cuestión. Ese ”olvido” -a lo que es adicto el régimen- lleva a sus funcionarios a ”meter la pata” cuando hablan de la Paz.
Así fue en Oslo -Noruega-. El señor de la Calle -y no es que se gane la vida en la décima de Bogotá- lanzó una diatriba que ni pa’qué les cuento. Y, claro, le llovió garrote hasta desde las filas gubernamento-estatales. Incluso ya algunos plantean que se le acabó ”el cuarto de hora” y ya están pensando en ”patear la Mesa”.
Mas si por allá llueve, por las filas populares no escampa. Clarifiquemos con quién se hace la Paz. Naturalmente que con el enemigo de clase del pueblo, representado en nuestro caso, por el Estado burgués narcoparamilitar que existe en Colombia, a su vez representante de las clases o la clase que está en el poder. Sólo hay una clase en el poder: la oligarquía. Esa ”oligarquía” tiene sus sub-sectores: En primer lugar, los empresarios quienes se han lucrado con las políticas adelantadas desde el gobierno -son muchos los gobiernos con los que ha tenido que enfrentarse las FARC-EP. Vienen después los financistas, los terratenientes, etc, etc.
Esa clase manda sus representantes para que le manejen el Estado, del cual el gobierno es una de sus partes, pero no la única. Hay otros ”poderes”: Judicial, el Congreso, los militares, la Iglesia, los Narcotraficantes, etc. Es entonces cuando en el proceso de Paz las dos partes, Guerrilla y Gobierno, deben escuchar a todos las clases. No sólo a la oligárquica, no sólo a los jueces y magistrados, no solamente a Representantes y Senadores, no sólo a los Militares, no sólo a los Narcotraficantes, sino también y especialmente a todo el pueblo, en representación del cual las FARC-EP están sentadas en la Mesa de Conversaciones.
Las FARC-EP no pueden dejar fuera del diálogo a ningún sector de la vida nacional. A ninguno! Y de hecho sus llamamientos así lo delinean. Las FARC quieren hablar no solo con el gobierno, sino también con los militares -sus enemigos ”naturales”- para de militar a guerrillero y de guerrillero a militar decirse las verdades en la cara sin tener que recurrir a las armas y los plomazos. Las FARC quieren hablar con los amigos y con los enemigos de la Paz.
Los amigos ya sabemos quiénes son. Los enemigos también se sabe quiénes son. Militares, empresarios, financistas, terratenientes, y, claro está, los enemigos que están haciendo ”política” en representación de la oligarquía: Congresistas, diputados, concejales. En ese espectro supercorrompido habrá que taparse la nariz para no sentir la enorme corrupción que los acompaña, pero son esos corrompidos y asesinos los que están en el gobierno y los que aprueban las leyes, los presupuestos de guerra, etc, etc. Las FARC tendrán que soportar a un general Montoya, por ejemplo, o a un Roy Barreras -para citar sólo uno-, o a un Uribhitler que representa a todos los enemigos de la Paz.
Ese es el enorme sacrificio que el pueblo le ha asignado a las FARC-EP. Menudo compromiso! No se puede excluir a un sector porque es ”corrompido” porque si aplicamos ese rasero las FARC-EP no podrá hacer la paz en Colombia. No se puede exluir a Uribhitler o a otro que los enemigos de la Paz deleguen porque la Paz se va a construir con lo que tenemos en Colombia, y definitivamente los sectores que tienen el poder estatal no son ninguna Virgencita de la Caridad, sino asesinos que aplican gustosamente el Terrorismo de Estado recetado por el imperio. O es que creen ustedes que el señor Santos es el ”Divino Niño”?
Ello es así ya que sino se involucran a todos los sectores que hemos mencionado nunca habrá una verdadera paz en Colombia. El proceso de Paz con las FARC-EP es por ello que es inédito en Colombia. El proceso de Paz con las FARC contempla la discusión o el diálogo con toda la sociedad colombiana, en primer lugar con el gobierno, pero a cuya Mesa de Conversaciones deberán ir ciertos sectores de la sociedad colombiana por muy fétidos que sean.
Desde luego que ésta construcción de Paz se realizará de acuerdo con las etapas que se acuerden en la Mesa de Conversaciones. Una vez logrados los acuerdos viene la otra fase del proceso de Paz, la Reconciliación entre los colombianos. Reconciliarnos es re-ligarnos todos en la certeza de que entre todos haremos un gran país. Un país en donde nos soportemos entre todos y a nadie se discrimine por razones políticas, de raza o credo religioso. Un país en donde no sea necesario el uso de las armas para hacer política y en el centro de la vida nacional estará el respeto al Derecho a la Vida. Al tiempo podremos ir reconstruyendo el país y desde el lado popular luchando para acceder al poder para construir un Nuevo Edificio, la Nueva Colombia, en paz con justicia social, libertad, independencia y soberanía nacional.
Naturalmente que para ello tenemos que des-aprender lo aprendido hasta ahora -la guerra- y re-apre(he)nderemos lo nuevo -la Paz-, transitando el camino de Paz que quiere el pueblo colombiano.
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista el 11/07/2012 11:05:00 a.m.
En estos momentos parece que reina confusión en ciertos sectores sobre la pregunta que titula nuestro artículo. Si. Los sectores afectos al establecimiento olvidan que una ”negociación” o un diálogo es entre dos o más partes y éstas partes son las que tienen que ponerse de acuerdo para buscar la solución del conflicto en cuestión. Ese ”olvido” -a lo que es adicto el régimen- lleva a sus funcionarios a ”meter la pata” cuando hablan de la Paz.
Así fue en Oslo -Noruega-. El señor de la Calle -y no es que se gane la vida en la décima de Bogotá- lanzó una diatriba que ni pa’qué les cuento. Y, claro, le llovió garrote hasta desde las filas gubernamento-estatales. Incluso ya algunos plantean que se le acabó ”el cuarto de hora” y ya están pensando en ”patear la Mesa”.
Mas si por allá llueve, por las filas populares no escampa. Clarifiquemos con quién se hace la Paz. Naturalmente que con el enemigo de clase del pueblo, representado en nuestro caso, por el Estado burgués narcoparamilitar que existe en Colombia, a su vez representante de las clases o la clase que está en el poder. Sólo hay una clase en el poder: la oligarquía. Esa ”oligarquía” tiene sus sub-sectores: En primer lugar, los empresarios quienes se han lucrado con las políticas adelantadas desde el gobierno -son muchos los gobiernos con los que ha tenido que enfrentarse las FARC-EP. Vienen después los financistas, los terratenientes, etc, etc.
Esa clase manda sus representantes para que le manejen el Estado, del cual el gobierno es una de sus partes, pero no la única. Hay otros ”poderes”: Judicial, el Congreso, los militares, la Iglesia, los Narcotraficantes, etc. Es entonces cuando en el proceso de Paz las dos partes, Guerrilla y Gobierno, deben escuchar a todos las clases. No sólo a la oligárquica, no sólo a los jueces y magistrados, no solamente a Representantes y Senadores, no sólo a los Militares, no sólo a los Narcotraficantes, sino también y especialmente a todo el pueblo, en representación del cual las FARC-EP están sentadas en la Mesa de Conversaciones.
Las FARC-EP no pueden dejar fuera del diálogo a ningún sector de la vida nacional. A ninguno! Y de hecho sus llamamientos así lo delinean. Las FARC quieren hablar no solo con el gobierno, sino también con los militares -sus enemigos ”naturales”- para de militar a guerrillero y de guerrillero a militar decirse las verdades en la cara sin tener que recurrir a las armas y los plomazos. Las FARC quieren hablar con los amigos y con los enemigos de la Paz.
Los amigos ya sabemos quiénes son. Los enemigos también se sabe quiénes son. Militares, empresarios, financistas, terratenientes, y, claro está, los enemigos que están haciendo ”política” en representación de la oligarquía: Congresistas, diputados, concejales. En ese espectro supercorrompido habrá que taparse la nariz para no sentir la enorme corrupción que los acompaña, pero son esos corrompidos y asesinos los que están en el gobierno y los que aprueban las leyes, los presupuestos de guerra, etc, etc. Las FARC tendrán que soportar a un general Montoya, por ejemplo, o a un Roy Barreras -para citar sólo uno-, o a un Uribhitler que representa a todos los enemigos de la Paz.
Ese es el enorme sacrificio que el pueblo le ha asignado a las FARC-EP. Menudo compromiso! No se puede excluir a un sector porque es ”corrompido” porque si aplicamos ese rasero las FARC-EP no podrá hacer la paz en Colombia. No se puede exluir a Uribhitler o a otro que los enemigos de la Paz deleguen porque la Paz se va a construir con lo que tenemos en Colombia, y definitivamente los sectores que tienen el poder estatal no son ninguna Virgencita de la Caridad, sino asesinos que aplican gustosamente el Terrorismo de Estado recetado por el imperio. O es que creen ustedes que el señor Santos es el ”Divino Niño”?
Ello es así ya que sino se involucran a todos los sectores que hemos mencionado nunca habrá una verdadera paz en Colombia. El proceso de Paz con las FARC-EP es por ello que es inédito en Colombia. El proceso de Paz con las FARC contempla la discusión o el diálogo con toda la sociedad colombiana, en primer lugar con el gobierno, pero a cuya Mesa de Conversaciones deberán ir ciertos sectores de la sociedad colombiana por muy fétidos que sean.
Desde luego que ésta construcción de Paz se realizará de acuerdo con las etapas que se acuerden en la Mesa de Conversaciones. Una vez logrados los acuerdos viene la otra fase del proceso de Paz, la Reconciliación entre los colombianos. Reconciliarnos es re-ligarnos todos en la certeza de que entre todos haremos un gran país. Un país en donde nos soportemos entre todos y a nadie se discrimine por razones políticas, de raza o credo religioso. Un país en donde no sea necesario el uso de las armas para hacer política y en el centro de la vida nacional estará el respeto al Derecho a la Vida. Al tiempo podremos ir reconstruyendo el país y desde el lado popular luchando para acceder al poder para construir un Nuevo Edificio, la Nueva Colombia, en paz con justicia social, libertad, independencia y soberanía nacional.
Naturalmente que para ello tenemos que des-aprender lo aprendido hasta ahora -la guerra- y re-apre(he)nderemos lo nuevo -la Paz-, transitando el camino de Paz que quiere el pueblo colombiano.
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista el 11/07/2012 11:05:00 a.m.