Notas “VOZ de Colombia"
Punto de vista de un desterrado
colombiano
No.008 - Noviembre 28 de 2012
Por: Valmen – Vozcol
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Micronota:
En el marco de la Mesa de
diálogos: Es perfectamente claro, para el país y para la
comunidad internacional progresista, que la iniciativa se mantiene en el campo
de la insurgencia, lo que se puede constatar en ideas o propuestas como las de:
participación social, declaratoria unilateral de cese al fuego por dos meses y
carta pública al presidente de los Estados Unidos.
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El desprecio de los poderosos hacia
derechos del pueblo, como el de la vida…
Recientemente,
en el diario oficialista El Tiempo, fueron publicados algunos comentarios de
Carlos Ossa Escobar, destacado político del establecimiento colombiano. De la
esencia de tales comentarios, que de inmediato debieron ser asumidos por quién
o quienes corresponda como una muy grave denuncia, se manifiestan terribles
realidades que jamás podrán ser olvidadas, mucho menos permitir que sean
borradas de la memoria histórica.
Afirma
quien hace los comentarios: “Un día llegué muy temprano a la Casa de Nariño. No
recuerdo a quién habían matado. Eran tantos. Me encontré con el ministro de
Defensa, el general Rafael Samudio, y le dije: “General, no sé qué vamos a
hacer, pero todos los días matan a un miembro de la Unión Patriótica”. “A ese
paso no van a acabar nunca”, me dijo con sorna, con un humor negro que me dejó
frío. No puedo afirmar que el general Rafael Samudio asesinara a miembros de la
Unión Patriótica, pero sí puedo decir que no le importaba ni le preocupaba
mucho que eso pasara”.
La
realidad y la verdad no pueden ser soslayadas y mucho menos pueden ser
calculadamente desarticuladas para, así, esconder la brutal deshumanización
sistémica, “institucional” y de quienes, a nombre de su particular “democracia
y justicia”, planifican y ordenan masacres, asesinatos selectivos,
desapariciones forzadas y toda clase de crímenes contra hombres y mujeres,
niños y ancianos.
La salvaje
respuesta del encumbrado general, al político que la desempolva y tardíamente
permite que sea conocida por la comunidad internacional progresista y por las
grandes mayorías del país, es la respuesta de quienes hoy, como ayer, se
atrincheran y disparan venenosos dardos de guerra y de abuso de poder, contra
la paz, la justicia social, la democracia real, la soberanía plena y la
dignidad de patria, sin importarles el estar violentando todos los derechos
humanos.
Pero, más
temprano que tarde, los proimperialistas y enfermizamente violentos burgueses,
de todas las tallas y rangos, serán desenmascarados, juzgados y condenados como
verdaderos y bestializados terroristas, que han y siguen ordenando disparar
contra los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, los defensores de los
derechos humanos y contra el conjunto de luchadores (as) por una patria de
todos y para todos.
Ahora las
preguntas pertinentes bien pueden ser, entre muchas otras, las siguientes:
¿Cuándo o en qué momento los tribunales internacionales y nacionales asumirán
sus responsabilidades frente a denuncias como la que, en este caso, compromete
al alto mando militar del entonces, como al de hoy en cabeza del General Rafael
Samudio? - ¿Serán “rápidos” y “autocríticos” los pronunciamientos del alto
gobierno? - ¿Cuándo el Congreso de la República, junto a los órganos de control
nacional, se pronunciará?- ¿A qué velocidades se estará proyectando el
asesinato de integrantes de Marcha Patriótica y de todas las fuerzas amantes de
la Paz? – Así, ¿será posible concretar acuerdos de paz sin tener en agenda el
tema de la doctrina militar?
En
definitiva, son los hechos los que siguen mostrando que las llaves de la paz y
la justicia en Colombia están en la fuerza generada por el creciente movimiento
social y en el desarrollo de poderosos escenarios movilizadores y de unidad de
acción. También están en la progresiva y firme capacidad de las fuerzas
populares, para convertirse en decisivas dentro del proceso de diálogos que se
desarrolla y que, desde la ultraderecha, se intenta torpedear mediante
maniobras y condicionamientos que buscan blindar los intereses de las
multinacionales y de la arrogante clase dominante.
Inquietud de
Paquito:
¿Puede
clasificar como humor negro lo que en realidad es bestialidad de Estado?
(Hasta la
próxima)