¿Por qué ayudar al
reciclaje del PRD?
Por Narciso Isa Conde
El PRD también manipulado
por una estructura dirigencial responsable de los grandes males nacionales,
subordinada al neoliberalismo, practicante de la corrupción y el clientelismo e
incapaz de contribuir a erradicar la impunidad y el modelo político, social y
económico dominante, es el otro polo del sistema político en crisis; desplazado
en los últimos tiempos de muchos resortes institucionales, después de
implantada la dictadura peledeísta .
Un polo ya bastante
destartalado, con una dirección dividida por la propia corporación de la
corrupción pledeísta, que aupó y cooptó la facción de Vargas Maldonado, una
especie de Caballo de Troya, precipitando así en su interior una crisis crónica
casi insalvable.
Las dos facciones
dirigenciales del PRD aspiran a hacer cosas iguales o parecidas a la que hace
el PLD desde las “poderes” del Estado. Así lo
ha evidenciado su discurrir histórico.
- Las izquierdas pierden aliándose al PRD.
Unirse a esa estructura
perredeísta, a sus aparatos seudo-populares (JUNTAPO; ASODEMU, FEDOMUDE…) para
combatir al PLD-Gobierno-Estado, daña el proceso de construcción de una
alternativa independiente de los que han gobernado y de la clase dominante que les sirve de sustento.
Combatir la corrupción
del PLD al lado de los corruptos del PRD
es una línea sumamente vulnerable.
Enfrentar el paquetazo
tributario junto a los autores de otros paquetazos similares, equivale a
erosionar la credibilidad de cualquier opción que se proclame distinta a las
tradicionales.
- Simulaciones y oportunismos
Cuando determinada
derecha pasa a ser “oposición” de la otra derecha, siempre recurre a hacerse
simpática, a usar reclamos del pueblo, a expresar respaldos a causas justas; lo
que generalmente se le olvida tan pronto vuelve a ser gobierno. Esa es la
historia.
Fíjense ustedes, ahora
hasta Miguel Vargas Maldonado, socio del peledeísmo corrompido, está hablando
contra el paquetazo y la corrupción.
Hipólito, además de
presidir un gobierno corrupto y neoliberal, recientemente apoyó el acuerdo con
el FMI y días después viene a criticar al paquetazo de la corrupción y el
neoliberalismo. Igual los Guido Gómez, Pacheco, Jorge Mera y comparsa fueron
parte de ese desastre y ahora van a las manifestaciones a predicar lo contrario
a lo que son. En gente así no se puede confiar y no se le debe dar oportunidad
para reciclarse,
Ellos buscan y usan
circunstancialmente con ese fin a los sectores más blandos de las izquierdas y
de las organizaciones del campo popular, sobretodo a aquellas que tienden a hacerle el juego. Así pasó en la
reciente marcha contra el paquetazo, a la que no asistí para no contribuir a
legitimar su plan de colocarse al frente de la misma revestido de una alta
simulación.
- Independientes y diferenciados de esas compañías por acciones.
Soy de opinión que a las
izquierdas revolucionarias, a los movimientos sociales consecuentes, al pueblo
radicalizado, no le conviene que el PRD levante cabeza, sino que siga dividido y deshabilitándose cada vez más,
para que le pase lo que le sucedió al PRSC.
No necesitamos aliarnos
a una dirigencia perredeísta desacreditada para combatir eficazmente al régimen
dictatorial peledeísta en crisis. Ambas operan en la política como compañías
por acciones.
Las malas compañías nos
hacen mucho daño y ayudan a nuestros adversarios de todos los colores. Ellas
contribuyen a reciclar las derechas “opositoras”, a darle argumentos
comparativos al gobierno y a retrasar la
opción independiente de las izquierdas y las fuerzas transformadoras.
A los/as dirigentes del
PRD, de las dos facciones, cuando hablen contra la corrupción y el paquetazo
neoliberal hay que decirles que ni ellos ni la cúpula del PLD tienen autoridad
moral y política para enfrentar esos y otros males, porque pertenecen al bando
que los ha causado
Por eso vía tampoco se logra que las bases populares del
PRD se pasen al campo revolucionario, si no todo lo contrario: se ayuda a que
sigan atadas a sus direcciones corrompidas y deshechizadas.
Todo eso equivale a
seguir atajando para que otro igual al
que gobierna enlace y releve luego el
orden neoliberal y partidocrático establecido.