Domínico Nadal, Cambio.
Una muy
socorrida maniobra de la derecha en el poder es tratar de calificar de “democráticos”
o "progresistas" a ciertos sectores vergonzantes que se hacen llamar
de “izquierda”. Izquierda que “lava la cara” al régimen burgués y justifican
toda su tropelía contra la verdadera izquierda. Incluso, unos son los “salvadores”
de la izquierda y otros a los que se les debe dar plomo del físico.
¿Qué significa
ser de izquierda? ¿Se justifica en los actuales momentos unos parlamentarios en
un Congreso corrupto como el colombiano? ¿Es positiva para el movimiento
popular la presencia de unos rosados desteñidos en el Congreso? ¿Qué papel
juegan en favor de los intereses populares? ¿Qué papel juegan en favor de los
intereses de la oligarquía?
Estos y muchos
interrogantes tendría que absolver el movimiento popular para juzgar el papel
de esos “izquierdistas” al interior del movimiento popular. Porque ahora, como
la mosca a la miel, los vemos “tirándoles línea” a las FARC y el ELN de lo que “tendrían”
que hacer para ser “aceptados por el establecimiento”. No se trata de lo que no
tiene que hacer la izquierda para volverse “cómoda” para los detentadores del
poder. No se trata de juzgarlos “por lo que dicen o piensan de sí mismos”, sino
por sus hechos políticos que siempre van en contravía del pueblo.
Nos
preguntamos, además, qué es ese cuento de “izquierda democrática”? No es la
izquierda y su ideario el marxismo-leninismo la más profunda vida democrática
de un pueblo? No es el pueblo el que en ejercicio de su poder –llámese como se
llame-, es la expresión más “democrática” de la vida de un pueblo? No es el
socialismo la forma más “democrática” de todas las formas de gobierno? Ah, los
detentadores del poder –después de haber aplicado el Terrorismo de Estado-
llegan con el cuento de la “democracia” para impedir el avance revolucionario y
en caso de perder ese poder se les brinden todas las garantías que ellos le han
negado al pueblo cuando usufrutuaban el poder.
En el mejor de
los casos, la “izquierda democrática” juega un papel de contención del
movimiento popular que lucha por acceder al poder. Son las últimas talanqueras
que colocan los detentadores burgueses del poder para impedir un triunfo
auténticamente revolucionario. No nos dejemos meter la mano en la boca.
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Publicado por
Blogger en CambioTotalRevista el 6/21/2013