Militantes de la Unión Patriótica, desplazadas de Uraba, norte de Colombia, a la capital por la guerra sucia de un Terrorismo de Estado |
“No solamente se hace masacre con armas, las opiniones también matan”
Por Nelma Forero Sánchez
Señora María Isabel Rueda
Columnista El Tiempo
Bogotá
Ref.: Su artículo “Nos la están montando”
María Isabel Rueda |
Con toda
certeza sé que usted no escribe desde la ignorancia, sé que lo hace con la
intención de causar daño; usted pertenece al 1% de los que se apoderaron de los
recursos de todos, nosotros pertenecemos al 99%, que por ello está indignado. Usted
no ha entendido, ni lo entenderá jamás por su posición de clase, que el partido
Unión Patriótica fue una propuesta de paz real, concreta y magnánima que
ofrecieron las FARC-EP al gobierno en el primer intento por darle solución
política al ancestral conflicto interno en nuestro país, conflicto que tiene
causas objetivas, fincadas en la desigualdad social; fíjese en dónde tienen al
país las medidas económicas: un índice gini del 0.58 en promedio nacional, pero
de 0.88 en el campo, con más de 5.000 niños muriendo de hambre anualmente;
todos los indicadores sociales dan la razón para estar indignados, la misma
indignación que obliga a muchos a tomar las armas, y a otros como nosotros, tal
vez, por cobardía, a hacer el trabajo desde lo político, con la certeza de que
su clase hegemónica igualmente nos van a matar.
Solo para
recordarle, porque sé que a usted no le interesa, ninguno de los que hacían
parte de la militancia de la Unión Patriótica, ultimados por las balas del
Estado a través de los paramilitares, financiados por industriales y
terratenientes, e instigados por ustedes los periodistas, con su lenguaje
genocida, que en ese entonces como ahora, genera una matriz de opinión
que busca eliminar físicamente al opositor, enemigo de clase, eran
guerrilleros; sí mi estimada María Isabel, todos fueron civiles que creyeron en
la plataforma política surgida de las truncadas negociaciones, y que, aún a
costa de su propia vida, fue impulsada por la insurgencia; tan cierto es que
muchos, para salvar sus vidas, buscaron la protección de las armas, pero la
gran mayoría nos quedamos en resistencia, bajo la legalidad burguesa, que hemos
aceptado, esperando cambiarla por las buenas. Y no olvide que sigue asesinando
diariamente a campesinos, sindicalistas y a todos los opositores sociales que
nada tuvieron ni tienen que ver ni con la UP ni con los alzados en armas.
Escribe usted: “Y
no es imaginable discutir lo segundo sin lo primero, para no repetir la mortal
ecuación de “armas + urnas” que tácitamente respaldaba a la UP, cuando las
Farc, aún armadas, lanzaron al ruedo a un partido político marcado por tan
profunda contradicción y que terminó en la tragedia de un genocidio que
avergüenza a este país.” Querida periodista, la “contradicción” corresponde a
la profunda contradicción de clases, hoy más viva que nunca, ¿no se ha dado
cuenta que estamos en medio de una lucha de clases? Es muy difícil velar su
responsabilidad, como periodista, en el genocidio político de la UP. Claro que
es una “vergüenza”, que ni usted ni los de su clase sienten; ¿en qué mundo
anda? Son ustedes los de su clase los que han combinado todas las formas
de lucha, utilizan: la Fuerza del Estado y para estatales, con ellas y con sus
órganos represivos torturan, desplazan y asesinan; así mismo tienen a su
servicio los medios masivos de comunicación; y, también, utilizan el sistema
educativo como correa transmisora del fatídico y oprobioso modelo, para luego
aprovecharse de la ignorancia de la gente. ¿Cuántos años han estado en el poder y qué han
logrado, tan sólo profundizar la crisis social en que se debate nuestro pueblo?
¿El máximum alcanzado no es, acaso, la concentración de la riqueza?
Escribe usted: “Pero
en eso ya nos están tomando ventaja: al tiempo que exigen restituirle a la UP
su personería jurídica e indemnizar a sus víctimas –no ofrecen nada de eso para
las suyas– piden “proscribir las prácticas contrainsurgentes del Ejército
Nacional”. (¡Háganme el favor!)” ¡Qué alarma! ¡Cómo es posible¡ Sí mi querida
María Isabel, los esclavos se rebelan. Ustedes se creen con el “Derecho
de Matar” a los que disienten, por atentar contra sus privilegios. Nosotros los
militantes de la UP, reitero civiles, siempre hemos estado bajo la
legalidad vigente, recuerde que la UP tuvo su Personería Jurídica legal, nunca
nos hemos salido de la normatividad impuesta, jamás nos declararon ilegales,
que perdimos la Personería Jurídica porque mataron tanto a nuestros
congresistas, diputados, alcaldes, concejales como a militantes, es decir, por
sustracción de materia, podemos gritar a los cuatro vientos, que no existe un
solo líder ni militante alguno, enjuiciado por haber sido a la vez político y
guerrillero; precisamente nos pudieron eliminar fácilmente porque los alzados
en armas no nos respaldaron, y porque, aun siendo víctimas de la masacre,
tampoco hubiésemos permitido tal respaldo, teníamos y tenemos claro que
andamos en la legalidad.
La restitución
de la Personería Jurídica de la UP no depende de lo que se resuelva en La
Habana entre las FARC-EP y el Gobierno, la restitución está basada en
argumentos, históricos, políticos, jurídicos, pero fundamentalmente éticos. Hay
una demanda interpuesta desde el año 2010, mucho tiempo antes de que se supiera
que iban a conversar FARC-EP y Santos. Despistada periodista, la restitución de
la personería no fue solicitada por los insurgentes ésta había sido adelantada
por nosotros los militantes de base, ni siquiera por nuestras directivas. De otro
lado, también, se interpuso una denuncia penal para que se investigue el
Genocidio cometido por el Estado, ante la Fiscalía, mucho antes de que se
conociera la posibilidad de los diálogos; no confunda, no son las FARC—EP las
que piden la indemnización, es nuestro derecho el que lo exige.
Escribe, usted,
también: “Aquí falta darle un timonazo a la forma de comunicar la negociación,
de manera que se modere a las Farc en los micrófonos”. Está claro, esa es la
libertad de expresión que ustedes pregonan; por lo visto le tienen más miedo a
las palabras que a las balas, de las que ustedes están perfectamente
resguardados.
Y afirma: “Cuando
el río suena… ¿Cuál será el primer país de la región en contagiarse de la
primavera latina del Brasil?” Sepa, usted, que en el Brasil lo que existe es
una insípida socialdemocracia, más hacia la derecha que hacia el pueblo. En lo
que se diferencia con el modelo, que usted defiende, es que Dilma no les manda
los escuadrones de la muerte a los manifestantes, como lo hace Santos contra
los campesinos del Catatumbo.
Que quede
claro, que los que “nos la están montando”, desde la independencia española,
son los criollos ricos, de los que usted hace parte, y que jamás han sidoclase
dirigente sino clase dominante, considerada por académicos e
investigadores sociales, como “la burguesía más sanguinaria del continente”.
Con la certeza
que me acompaña la razón, y con la seguridad de que ustedes jamás tendrán el
valor de publicar ésta en el mismo medio donde usted denosta contra la UP,
desde la Academia, suscribo,
Nelma Forero
Sánchez
Militante de
Base de la Unión Patriótica