José María Carbonell, Revista Cambio Total
Por fin arrancó el Tren de la Paz. Un tren que no estaba en las cuentas gubernamentales y, por el contrario, sí estaba en los presupuestos de la insurgencia armada, las FARC-EP. El anuncio fue confirmado por el presidente JMSantos en corta alocución por TV, impensada por la parquedad presidencial. Por su parte, las FARC han guardado silencio y ya llegará el momento en que dirán lo que tienen que decir.
JMSantos quiso que su gobierno se caracterizara por las ”locomotoras”, pero ninguna de las que él quería que arrancaran arrancó. Las cosas de la política. O de la improvisación. La que si arrancó fue la Paz, la que los retardatarios de Colombia tenían sumida casi que en el olvido y sólo los tercos amantes de ella la mantenían viva con el boca a boca del beso subyugador del soñar con un futuro para los colombianos.
Ya dijo JMSantos lo que tenía que decir. Ahora tocará esperar la concreción de lo firmado en el papel. Una hoja de ruta que abordará los inmensos y largamente aplazados problemas-carencias de los colombianos. Porque de eso si está totalmente convencido el pueblo colombiano, las FARC-EP no entran a ésta fase de diálogos derrotadas. No señor! Entra con el orgullo de haber mantenido en alto las banderas de la Paz con justicia social, aún a costa de la vida de algunos de sus comandantes y de cientos de guerrilleros.
A ellos, a los que en un desprendimiento total entregaron sus vidas en combate contra las nefastas políticas estatales, va nuestro homenaje. Hombres así, paridos por mujeres valientes y berracas, son los que cambian el curso de la historia. Ellos, con su muerte, hoy demuestran que sus esfuerzos no fueron en vano. Recordamos rápidamente al inefable Alfonso Cano, comandante guerrillero a quien le cabía Colombia en su cabeza. Jorge Briceño o ”Mono Jojoy”. Raúl Reyes. Ivan Ríos. Y otros que no estaban en la cúpula de la organización guerrillera, pero que con su trabajo diario llevaban el mensaje de las FARC a quien lo escuchara. Me refiero a Cristian Pérez, canta-autor guerrillero que con sus versos y su guitarra puso a bailar a miles de colombianos que al hacerlo sabían que la danza permite pensar en una nueva vida.
Pues sí, el Tren de la Paz está prendido. Esperamos inicie su viaje a través del océano y llegue a dónde tiene que llegar para iniciar esta primera fase. Lógicamente que el Tren de la Paz llevará además de los delegados de la guerrilla y el gobierno, a gente del pueblo porque sin pueblo esto se convertiría nuevamente en una frustración.
A ese Tren ya se quieren colgar los oportunistas de siempre. Los que sin saber lo que hacían expulsaron al PCC de sus filas en muestra del más atroz sectarismo y anticomunismo, y ahora le lloriquean a JMSantos que los invite a subirse al Tren de la Paz. No sabían los anticomunistas que el pueblo, es decir, las FARC-EP estaba preparando el terreno para de verdad entrar a cambiar la forma de hacer política en Colombia. Ya está doña Clara López -lo de traidores y anticomunistas es de familia-, con su maridito regalado tratando de ganar notoriedad con las FARC, organización a la que ellos han satanizado y justificaban el exterminio de los luchadores populares bajo el argumento de que la existencia de las FARC son ”la excusa perfecta del terror”.
Y así habrán miles que llegarán con sus pergaminos falseados para ser recibidos en el Tren de la Paz. Mucho cuidado!, que esos son tanto o más peligrosos que los enemigos jurados de la Paz, quienes no se resignarán a ser aplastados por las fuerzas de la Paz.
Hoy estamos contentos. Empieza una nueva época. Ojalá los enemigos de la Paz no se atraviesen como ”vacas muertas” en la hoja de ruta que empieza a ser delineada por los delegados de parte y parte. Adelante, pues, que el camino es largo y sinuoso.
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista el 8/28/2012