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| Patricio Guzmán, documentalista que suele agitar las alas de la memoria  | 
Mas  allá de una nostalgia. 
                                                                                                                                               
Por Sara Leukos 
En el año de 2002 me
encontraba en Paris,  allí conocí al
documentalista  Patricio Guzmán. Se
emitía  su documental  sobre Chile y la represión del general
Pinochet. Recuerdo que mas allá de mi memoria escrita, la cual pasaba bajo mis
inquietudes y  la dirección  de mi padre sobre lo ocurrido en Chile, me sitúe
en aquel momento  en la pluralidad que se
me ofrecía sobre la historia del gobierno de Allende. En medio de imágenes
visuales me  adentraba a la realidad
chilena que  bajo trazos de toda una  reflexión
política- Patricio Guzmán nos ofrecía sobre la memoria ensangrentada de  las calles chilenas: la señal estrepitosa de
la maldad del dictador Augusto Pinochet.  
Lo más especial en el documental,   
era el trazo del  sonido, las  imágenes en la calle, las voces en el estadio,
los silencios que resultaban de sus protagonistas dirigidos hacia mí. Como
latinoamericana, me resultaba impactante 
y dramático.  La memoria  transitaba más allá de los hechos, se  bifurcaba bajo sentido espectrales que
marcaban trazos visuales y auditivos. 
En este significado,  bajo el recuerdo y atendiendo un poco la
lectura de  Daniel Barenboim -“...según Antonio Damasio, hay dos tipos de
memoria fundamentales: uno relacionado con las habilidades y con los hechos. Yo
daría un paso  más y dividiría la
memoria  basada en los hechos en sus
aspectos visuales y auditivos definitivos. ( en su texto:   El sonido es vida. El poder de la música-
2007) . 
Bajo estas palabras  de Barenboim y atendiendo mas allá de una
nostalgia,  me convoco quizás a  darme una respuesta a lo sentenciado por este
músico de origen judío y de nacionalidad argentina, que  dicho sea de paso trabajó con Edward Said
para unificar músicos palestinos y 
judíos entre otros músicos, en la 
realización del gran concierto de Paz en la franja de gaza…
Atendiendo sus palabras
actuales  y  asumiendo 
su trazo,  mi memoria tanto como
hoy, se relacionaba con  los hechos de mi
país. Era precisamente, los sentidos visuales y 
auditivos  de un tiempo escrutable
y  reflexivo que el cineasta  Patricio Guzmán nos delineaba  a partir del 
documental: La batalla de Chile.  Chile nos dejaba en un silencio sobre
nuestros propios muertos.  No estaba en
Chile, me hallaba en Paris lejos de mi familia, 
pero con la memoria  viva  sobre el acontecer de miles de muertos, bajo
asesinatos perpetrados por los paramilitares: la familia castaño, otros
secuaces, maniáticos, narcos, políticos y apátridas tratando de refundar la
patria. El documental  me hacia llegar
vertientes ajenas a la dictadura, represión- eliminación y la guerra total que
mi país labraba, estos sentidos visuales, auditivos inundaban mi pensamiento-
me pregunté entonces - En qué  país  habíamos crecido? 
El documental nos  acercaba 
a nuestra memoria con un  afán del
tiempo- me dije: -así son los documentales, 
no se fijan en el tiempo cuando tiene que mostrar la historia.  
Hoy,  llega 
una vez más Patricio Guzmán con su 
texto “Nostalgia de la luz”-
me imagino que así se llama su documental, el 
cual no  logré ver en la página: ¡Error! Referencia de hipervínculo no válida. 
Recordando,   aún 
continúo preguntándome por ese 
arrebol del tiempo- en lo que se 
logra ver a tiempo y lo que no se puede 
ver sino después: los hechos. Estos, 
en la línea  fina de la memoria como
aquella tarde en Paris,- Patricio Guzmàn me advierte:  
…Mientras los astrónomos buscan la vida 
extra terrestre, un grupo de mujeres 
remueve las piedras: busca a sus familiares.-   
Sara Leukos  
saraleukos@gmail.com
