lunes, 6 de mayo de 2013

Más allá de una nostalgia


Patricio Guzmán, documentalista que suele agitar
las alas de la memoria


Mas  allá de una nostalgia.
                                                                                                                                                Por Sara Leukos

En el año de 2002 me encontraba en Paris,  allí conocí al documentalista  Patricio Guzmán. Se emitía  su documental  sobre Chile y la represión del general Pinochet. Recuerdo que mas allá de mi memoria escrita, la cual pasaba bajo mis inquietudes y  la dirección  de mi padre sobre lo ocurrido en Chile, me sitúe en aquel momento  en la pluralidad que se me ofrecía sobre la historia del gobierno de Allende. En medio de imágenes visuales me  adentraba a la realidad chilena que  bajo trazos de toda una  reflexión política- Patricio Guzmán nos ofrecía sobre la memoria ensangrentada de  las calles chilenas: la señal estrepitosa de la maldad del dictador Augusto Pinochet.  

Lo más especial en el documental,    era el trazo del  sonido, las  imágenes en la calle, las voces en el estadio, los silencios que resultaban de sus protagonistas dirigidos hacia mí. Como latinoamericana, me resultaba impactante  y dramático.  La memoria  transitaba más allá de los hechos, se  bifurcaba bajo sentido espectrales que marcaban trazos visuales y auditivos. 

En este significado,  bajo el recuerdo y atendiendo un poco la lectura de  Daniel Barenboim -“...según Antonio Damasio, hay dos tipos de memoria fundamentales: uno relacionado con las habilidades y con los hechos. Yo daría un paso  más y dividiría la memoria  basada en los hechos en sus aspectos visuales y auditivos definitivos. ( en su texto:   El sonido es vida. El poder de la música- 2007) .

Bajo estas palabras  de Barenboim y atendiendo mas allá de una nostalgia,  me convoco quizás a  darme una respuesta a lo sentenciado por este músico de origen judío y de nacionalidad argentina, que  dicho sea de paso trabajó con Edward Said para unificar músicos palestinos y  judíos entre otros músicos, en la  realización del gran concierto de Paz en la franja de gaza…

Atendiendo sus palabras actuales  y  asumiendo  su trazo,  mi memoria tanto como hoy, se relacionaba con  los hechos de mi país. Era precisamente, los sentidos visuales y  auditivos  de un tiempo escrutable y  reflexivo que el cineasta  Patricio Guzmán nos delineaba  a partir del  documental: La batalla de Chile.  Chile nos dejaba en un silencio sobre nuestros propios muertos.  No estaba en Chile, me hallaba en Paris lejos de mi familia,  pero con la memoria  viva  sobre el acontecer de miles de muertos, bajo asesinatos perpetrados por los paramilitares: la familia castaño, otros secuaces, maniáticos, narcos, políticos y apátridas tratando de refundar la patria. El documental  me hacia llegar vertientes ajenas a la dictadura, represión- eliminación y la guerra total que mi país labraba, estos sentidos visuales, auditivos inundaban mi pensamiento- me pregunté entonces - En qué  país  habíamos crecido?

El documental nos  acercaba  a nuestra memoria con un  afán del tiempo- me dije: -así son los documentales,  no se fijan en el tiempo cuando tiene que mostrar la historia. 
Hoy,  llega  una vez más Patricio Guzmán con su  texto “Nostalgia de la luz”- me imagino que así se llama su documental, el  cual no  logré ver en la página: ¡Error! Referencia de hipervínculo no válida.

Recordando,   aún  continúo preguntándome por ese  arrebol del tiempo- en lo que se  logra ver a tiempo y lo que no se puede  ver sino después: los hechos. Estos,  en la línea  fina de la memoria como aquella tarde en Paris,- Patricio Guzmàn me advierte: 

Mientras los astrónomos buscan la vida  extra terrestre, un grupo de mujeres  remueve las piedras: busca a sus familiares.-  

Sara Leukos 
saraleukos@gmail.com