viernes, 17 de mayo de 2013

Pelando la cara. Por Domínico Nadal, Cambio Total.





Los «enemigos de la Paz» desesperados porque cada vez quedan más aislados frente al proceso de Paz están «pelando la cara». Se van haciendo «visibles». Y los hay desde diferentes frentes, los cuales van trazando toda una estrategia para torpedear los posibles logros que la Mesa de Conversaciones de La Habana alcance.


Al interior del gobierno es claro la presencia de éstos sectores. El minDefensa Pinzón –« el pesista »-, el minAgricultura Restrepo –que ya se va, afortunadamente-, son dos de esos enemigos que se decidieron a mostrar su nauseabundo rostro. Hay más, naturalmente. Pero esos todavía tienen la cabeza escondida como los morrocoyos.

En lo político, el sector fascista –que llaman de « extrema derecha »- encabezado por Uribhitler y « Sancho » o « Facho » Santos no desaprovecha oportunidad para lanzar sus asquerosas propuestas. Ellos quieren más guerra. Claro, sus hijos no van a la guerra y cobardemente se esconden detrás de las faldas de sus madres. Como se escondía –y esconde- « Facho » Santos detrás de Carlos Castaño y Salvatore Mancuso –hombres « duros » que él ama ardorosamente-, para asesinar sus contradictores políticos, es decir, hijos del pueblo.

La jerarquía de las fuerzas militares siempre han utilizado los hijos del pueblo para adelantar la guerra. La tropa –soldados y policías- provienen todos de los sectores más humildes, son hijos de pueblos que van de buena gana o forzados a « pagar » un servicio poruqe sin libreta militar ningún empleador les da trabajo. Por su parte los narco-paramilitares, a excepción de « Jorge 40 » -usado y desechado hijo de la clase alta de Valledupar-, todos los narco-paramilitares son hijos de pueblo convertidos en asesinos por las oligarquías centrales y regionales.

Los señores generales y oficiales en uso del retiro todavía quieren seguir la guerra. Claro, para ellos es un negocio redondo. Ellos se jubilan con la mitad del tiempo, tienen prebendas económicas por « orden público », tienen sus grandes centros vacacionales y hoteles, para su disfrute y para la componenda de las más sórdidas formas de corrupción. Además que se han convertido en los « determinadores » del Terrorismo de Estado que adelantan mediante las violaciones de derechos humanos en forma de las desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, masacres, torturas y desplazamiento forzoso.

En la « justicia » siempre hemos visualizado a los más encarnizados « enemigos de la Paz » toda vez que son ellos los defensores a ultranza de la legalidad burguesa y cuando no les favorece la interpretación de sus propias leyes es amañada. Por ello, el pueblo sabe que la « ley es para los de ruana ».


Es así que no banalizar el proceso de Paz equivale a señalar con nombre propio a los asesinos del pueblo colombiano quienes desde la sombra adelantan la más sanguinaria orgía. El pueblo, conocedor de éstos bandidos, sabe que sólo su movilización es garantía para que los Acuerdos –si se llegan a ellos- sean cumplidos por el Estado, incluyendo a sus « enemigos » ; incluso, aún después de firmados e implementados debe seguir en la lucha para evitar que sigan asesinandos los hijos del pueblo, guerrilleros y no guerrilleros.