jueves, 6 de septiembre de 2012

¿Van a negociar las FARC con asesinos? ¿Cómo garantizar que el gobierno respetará lo que acuerda?



Por Pedro Echeverría V.
1. Se ha señalado que Cuba, Chile, Noruega, Venezuela, apoyarán la ronda de negociaciones de paz que se harían en La Habana, entre las FARC y el Gobierno de Bogotá en las próximas semanas, según se ha |publicado. El presidente Santos y el máximo comandante de la guerrilla colombiana de las FARC Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o "Timochenko", dijeron que se llega "a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancia". No se olvida que las anteriores negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC se registraron durante el gobierno de Andrés Pastrana y se extendieron entre 1999 y el 2002; sin embargo fracasaron por la intensidad de la ofensiva militar y las acciones de la FARC como respuesta. Así que las “negociaciones” no son nuevas ni se sabe a qué resultados se llegará. Todavía hay mucha incertidumbre.
2. En varias ocasiones se ha publicado que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fundadas en las selvas colombianas en 1964, están dispuestas a negociar con el gobierno de Colombia encabezado por Manuel Santos. Que se busca un país o espacios con neutralidad para que se inicien conversaciones y se lleguen a acuerdos. Pero hay que subrayar que los guerrilleros han estado siempre por la paz, porque los pueblos puedan producir para comer con libertad y gozar su vida viviendo en democracia. La guerrilla colombiana surgió por la propia voluntad de los campesinos y demás trabajadores que ante la explotación y represiones del gobierno no encontró más salida que la guerrilla. Hoy, después de 48 años, los explotados no han encontrado políticas positivas a favor del pueblo.
3. Las FARC durante casi cinco décadas han sido respetadas, aunque también perseguidas y asesinadas por los diferentes gobiernos de Colombia con el apoyo total del imperio de los EEUU. Por su presencia y presión esos gobiernos se han visto obligados a realizar reformas en beneficio del pueblo, pero también –por ello mismo- han convertido a Colombia en una gran base militar de los EEUU. Podría demostrarse que Colombia se convirtió –junto con México, Perú y Panamá- en los países ejes de propagación de la política yanqui en América Latina. Sin embargo las FARC, ese magnífico núcleo de rebeldes que durante casi cinco décadas –según se ha publicado- parece que buscará acuerdos con el gobierno de Manuel Santos. ¿Los venció el cansancio o las esperanzas?
4. No se puede criticar con autoridad desde la cómoda casita a un gran grupo que durante casi medio siglo se ha jugado la vida combatiendo a los asesinos. No sólo ha batallado contra las inclemencias del tiempo, las enfermedades y por la búsqueda de comida, sino bajo la constante amenaza de los aviones, helicópteros y las traiciones. Ser guerrillero no es solamente acosar a los enemigos de clase, sino también caminar cientos de kilómetros, arrastrarse en el piso y esconderse. Por eso en México no puede dejar de reconocerse el gran valor de los que lucharon encabezados por Gámiz y fueron asesinados en Chihuahua en 1965; de los guerrerenses que estuvieron luchando con las armas, junto a Genaro Vázquez y Lucio Cabañas; tampoco dejar de reconocer a los integrantes y dirigentes del EZLN y del EPR.
5. El EZLN lleva en las selvas de Chiapas, México, 18 años de haberse levantado en armas, aunque 10 años antes ya venía construyéndose el grupo rebelde. Al parecer es el más antiguo grupo rebelde en las selvas mexicanas. Y aunque es un grupo que sólo hizo uso de las armas 12 días y, aunque ha continuado armado, en la selva y se ha declarado pacífico, los dos gobiernos del PRI y dos del PAN no han dejado de perseguirlo, agredirlo, calumniarlo, robarles productos y quitarles tierras. El EZLN sólo ha exigido al gobierno respeto a los zapatistas que han implantado gobiernos autónomos, así como a los miles de simpatizantes dispersos en el país. En Colombia la guerrilla ha estado activa porque de manera permanente el gobierno y los EEUU han querido destruirla enviando aviones, helicópteros, soldados y policías.
6. En América Latina se han registrado acuerdos de “pacificación” entre guerrillas y gobierno que no han traído resultados positivos para el pueblo. Por ejemplo en El Salvador en 1993 se firmaron acuerdos de desmilitarización del Estado y cese a la represión, de protección de los derechos humanos, reforma electoral, que convirtieron al frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) de guerrilla armada en partido político legal. Han pasado ya 19 años y El Salvador –a pesar de saltos electorales adelante y de saltos para atrás- sigue siendo uno de los países con más delincuencia y asesinatos y donde –con el gobierno de Mauricio Funes- todavía se sigue pensando en que “El Salvador atraviesa un momento particular de su historia, en el cual "lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer". ¿Cómo garantizar que los gobiernos cumplan su palabra?
7. La realidad es que en política no hay nada fijo ni definitivo, a pesar de que los llamados “poderes fácticos” son cada vez más fuertes por la enorme acumulación de riquezas en sus manos. No puede haber alguien que conozca más la realidad de las FARC que sus mismos integrantes, pero quienes desde fuera la admiramos tenemos la obligación de recordarles las experiencias de otros “procesos de paz” que han fracasado por las traiciones de la clase poderosa, e inclusive de fuerzas amigas que cuando deben apoyar no lo hacen. ¿Puede olvidarse las terribles campañas de desprestigio que realizan los medios de información contra cualquier lucha social, particularmente contra la luchas armadas que –según ellos- amenaza sus intereses y los de la sociedad? No puede olvidarse que negociar con el gobierno colombiano es negociar también con los poderosos yanquis que buscan mantener sus siete u ocho bases militares en ese país. (4/IX/12)
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