Por Pedro Echeverría V.
1. Se ha señalado que Cuba, Chile,
Noruega, Venezuela, apoyarán la ronda de negociaciones de paz que se harían en La
Habana, entre las FARC y el Gobierno de Bogotá en las próximas semanas, según se
ha |publicado. El presidente Santos y el máximo comandante de la guerrilla colombiana
de las FARC Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o "Timochenko", dijeron
que se llega "a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancia". No se
olvida que las anteriores negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las
FARC se registraron durante el gobierno de Andrés Pastrana y se extendieron entre
1999 y el 2002; sin embargo fracasaron por la intensidad de la ofensiva militar
y las acciones de la FARC como respuesta. Así que las “negociaciones” no son nuevas
ni se sabe a qué resultados se llegará. Todavía hay mucha incertidumbre.
2. En varias ocasiones se ha publicado
que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fundadas en las selvas
colombianas en 1964, están dispuestas a negociar con el gobierno de Colombia encabezado
por Manuel Santos. Que se busca un país o espacios con neutralidad para que se inicien
conversaciones y se lleguen a acuerdos. Pero hay que subrayar que los guerrilleros
han estado siempre por la paz, porque los pueblos puedan producir para comer con
libertad y gozar su vida viviendo en democracia. La guerrilla colombiana surgió
por la propia voluntad de los campesinos y demás trabajadores que ante la explotación
y represiones del gobierno no encontró más salida que la guerrilla. Hoy, después
de 48 años, los explotados no han encontrado políticas positivas a favor del pueblo.
3. Las FARC durante casi cinco
décadas han sido respetadas, aunque también perseguidas y asesinadas por los diferentes
gobiernos de Colombia con el apoyo total del imperio de los EEUU. Por su presencia
y presión esos gobiernos se han visto obligados a realizar reformas en beneficio
del pueblo, pero también –por ello mismo- han convertido a Colombia en una gran
base militar de los EEUU. Podría demostrarse que Colombia se convirtió –junto con
México, Perú y Panamá- en los países ejes de propagación de la política yanqui en
América Latina. Sin embargo las FARC, ese magnífico núcleo de rebeldes que durante
casi cinco décadas –según se ha publicado- parece que buscará acuerdos con el gobierno
de Manuel Santos. ¿Los venció el cansancio o las esperanzas?
4. No se puede criticar con autoridad
desde la cómoda casita a un gran grupo que durante casi medio siglo se ha jugado
la vida combatiendo a los asesinos. No sólo ha batallado contra las inclemencias
del tiempo, las enfermedades y por la búsqueda de comida, sino bajo la constante
amenaza de los aviones, helicópteros y las traiciones. Ser guerrillero no es solamente
acosar a los enemigos de clase, sino también caminar cientos de kilómetros, arrastrarse
en el piso y esconderse. Por eso en México no puede dejar de reconocerse el gran
valor de los que lucharon encabezados por Gámiz y fueron asesinados en Chihuahua
en 1965; de los guerrerenses que estuvieron luchando con las armas, junto a Genaro
Vázquez y Lucio Cabañas; tampoco dejar de reconocer a los integrantes y dirigentes
del EZLN y del EPR.
5. El EZLN lleva en las selvas
de Chiapas, México, 18 años de haberse levantado en armas, aunque 10 años antes
ya venía construyéndose el grupo rebelde. Al parecer es el más antiguo grupo rebelde
en las selvas mexicanas. Y aunque es un grupo que sólo hizo uso de las armas 12
días y, aunque ha continuado armado, en la selva y se ha declarado pacífico, los
dos gobiernos del PRI y dos del PAN no han dejado de perseguirlo, agredirlo, calumniarlo,
robarles productos y quitarles tierras. El EZLN sólo ha exigido al gobierno respeto
a los zapatistas que han implantado gobiernos autónomos, así como a los miles de
simpatizantes dispersos en el país. En Colombia la guerrilla ha estado activa porque
de manera permanente el gobierno y los EEUU han querido destruirla enviando aviones,
helicópteros, soldados y policías.
6. En América Latina se han registrado
acuerdos de “pacificación” entre guerrillas y gobierno que no han traído resultados
positivos para el pueblo. Por ejemplo en El Salvador en 1993 se firmaron acuerdos
de desmilitarización del Estado y cese a la represión, de protección de los derechos
humanos, reforma electoral, que convirtieron al frente Farabundo Martí de Liberación
Nacional (FMLN) de guerrilla armada en partido político legal. Han pasado ya 19
años y El Salvador –a pesar de saltos electorales adelante y de saltos para atrás-
sigue siendo uno de los países con más delincuencia y asesinatos y donde –con el
gobierno de Mauricio Funes- todavía se sigue pensando en que “El Salvador atraviesa
un momento particular de su historia, en el cual "lo viejo no termina de morir
y lo nuevo no termina de nacer". ¿Cómo garantizar que los gobiernos cumplan
su palabra?
7. La realidad es que en política
no hay nada fijo ni definitivo, a pesar de que los llamados “poderes fácticos” son
cada vez más fuertes por la enorme acumulación de riquezas en sus manos. No puede
haber alguien que conozca más la realidad de las FARC que sus mismos integrantes,
pero quienes desde fuera la admiramos tenemos la obligación de recordarles las experiencias
de otros “procesos de paz” que han fracasado por las traiciones de la clase poderosa,
e inclusive de fuerzas amigas que cuando deben apoyar no lo hacen. ¿Puede olvidarse
las terribles campañas de desprestigio que realizan los medios de información contra
cualquier lucha social, particularmente contra la luchas armadas que –según ellos-
amenaza sus intereses y los de la sociedad? No puede olvidarse que negociar con
el gobierno colombiano es negociar también con los poderosos yanquis que buscan
mantener sus siete u ocho bases militares en ese país. (4/IX/12)
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