sábado, 22 de septiembre de 2012

Punto de vista de un desterrado colombiano

Colombianos exiliados por  el Terrorismo de Estado.



Punto de vista de un desterrado colombiano
Por: Valmern – Vozcol
Septiembre 21 de 2012 – No.001
El proceso de diálogos será mucho más que un caudal de esperanzas

El proceso de diálogos que se ha iniciado para el país es el resultado, sin la menor duda, de las duras y dolorosas batallas libradas, en campos y ciudades, por importantes, aguerridos y crecientes contingentes de luchadores por la paz con justicia social, democracia real y soberanía plena.
Dentro de esos contingentes de batallar y de batallas se encuentra el de los miles de colombianos a los que, bajo la brutalidad y el peso criminal del terrorismo de Estado, se nos ha negado y se nos niega el derecho de retorno a la patria y de reencuentro con lo nuestro y con los nuestros.
Ese inmenso contingente, como aporte a lo fundamental, viene haciendo y seguirá haciendo definidos y crecientes esfuerzos hacia el fortalecimiento de la solidaridad que nos ha brindado y nos sigue brindando la Comunidad Internacional, lo que ha sido, es y será fundamental para seguir hacia adelante.
Este contingente, de víctimas del destierro, es consciente de que el proceso de diálogos será mucho más que un caudal de esperanzas, en la medida que cada compatriota, cada familia, cada organización social, de masas y política, amantes de la paz, levante las banderas de la unidad, de sus propios derechos y de sus más sentidas reivindicaciones.
Para el diversificado retorno a la patria, de los miles de colombianos desterrados por la intolerancia, por la antidemocracia y por la injusticia, se hace imprescindible engranar los espacios de diálogo y de búsqueda de caminos hacia la paz verdadera, con la lucha por reconquistar y defender derechos que nos han sido violentados o de los que hemos sido brutalmente despojados, como el derecho a la vida, el derecho a la opinión, el derecho a organizarse política o socialmente, el derecho al trabajo, el derecho a la salud, el derecho a la educación y otros derechos fundamentales.
Junto a los pueblos hermanos, junto a todos los ciudadanos del mundo que nos han acompañado y nos seguirán acompañando en cada una de las batallas libradas y por librar, el pueblo colombiano conquistará lo que por años le ha sido tan esquivo, la paz y la justicia.
(Hasta la Próxima)