James Petras sobre Las FARC y el gobierno de Colombia: Las
Perspectivas
El análisis de
James Petras (*)
El diálogo de paz que se lleva adelante en La Habana entre
el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
“es positivo y confirma la posición de las FARC respecto a que únicamente a
partir del diálogo pueden llegar, tal vez, a un acuerdo”, destacó el sociólogo
norteamericano James Petras. Pero advirtió que “la situación es compleja”
porque Juan Manuel Santos no es confiable y “habrá que esperar” a ver como
evoluciona el diálogo. A continuación transcribimos íntegramente la opinión de
nuestro destacado columnista.
Efraín Chury Iribarne:
Ya estamos en contacto con James Petras, buenos días, ¿cómo estas?
James Petras: Muy
bien, buenos días.
EChI: Para empezar
queríamos conocer tu análisis sobre estos diálogos de paz que se llevan a cabo
en La Habana (Cuba) entre el gobierno de Juan Manuel Santos, de Colombia; y las
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
JP: Es una cosa
muy compleja porque no tenemos muchos detalles, aparte del anuncio que el
gobierno acepta negociar con las FARC, lo que es un cambio positivo, al menos
en lo preliminar, de que no pueden ganar el conflicto simplemente aplicando la
fuerza; segundo, reconociendo a las FARC como beligerante legítimo; y tercero,
aceptar un territorio neutral para las negociaciones como Cuba y después
Noruega.
Estas son cosas positivas y que confirman la posición de las
FARC que únicamente a partir del diálogo pueden llegar, tal vez, a un acuerdo.
Ahora, la razón por la cual el gobierno ha cambiado su
política tiene que ver con la nueva estrategia del gobierno de Santos.
Santos ha dado luz verde a capitales mineros y de petróleo a
gran escala; y estas regiones donde las minas y los pozos existen son
territorios muy conflictivos, históricamente y en la actualidad. Entonces, para
la estrategia económica de Santos es muy importante pacificar esta área porque
espera enormes flujos de capitales extranjeros y este año es un ejemplo, pues
se han triplicado las inversiones en minería en los últimos tres años.
En contraste con Álvaro Uribe, Santos cree que lo importante
es la estabilidad, la inversión, y menor militarización. Según mi análisis
Santos cree que la guerra, la militarización, ha cumplido su tarea de limitar
la oposición popular; limitar o desplazar las bases sociales de las FARC, a
partir de las masacres y las brutalidades de la época de Uribe. Es que Uribe
tenía sólo un proyecto militarista, no tenía proyecto económico. Santos, en
cambio, tiene proyecto económico. Por eso en primer instancia llegó a un
acuerdo con (el presidente venezolano) Hugo Chávez, en función de los intereses
económicos, de intercambio entre productos venezolanos y productos colombianos.
Este contexto, entonces de la primacía económica, indica que
el señor Santos está más dispuesto a buscar una solución política siempre que
no toque el proyecto económico, que depende mucho de los flujos de capitales extranjeros,
principalmente capitales extractivos.
Ahora, del otro lado, las FARC creen que con los movimientos
populares, la marcha patriótica y otras movilizaciones populares, está en
condiciones de extender el programa de transformaciones sociales a partir
de mayor acceso al gran público.
Entonces, estas dos cosas juntas significan que mucho depende
de la agenda. Santos está dispuesto a desmovilizar a los grupos
paramilitares, ya lo empezaron a hacer; segundo, está dispuesto a terminar o
disminuir rebajar las masacres generalizadas; tercero, está dispuesto a
permitir la inserción de las FARC en el proceso político electoral. Pero no
está dispuesto, lo que Santos no va a tolerar es una reforma agraria, ni una
renegociación de contratos con el capital extranjero –que es el modelo
extractivo- ni ninguna posición que permita una política que pudiera
extender la participación popular en el proceso político – social. Es
decir, mantener el proceso político dentro de los parámetros existentes.
Ahora, ¿en qué grado las FARC está dispuesta a llegar a un
acuerdo sobre las bases de Santos, manteniendo el modelo económico, simplemente
la ubicación campesinos en territorios fronterizos y no cultivados; y
sacrificar la política nacionalista en relación con el capital extranjero?
Habrá que ver. Pero de todos modos, yo dudo que las FARC– por
lo menos la mayoría de los líderes y activistas- puedan aceptar estas
condiciones.
Las experiencias anteriores no son alentadoras. Cada vez que
los militantes de las FARC entraron en el juego político fueron masacrados,
como pasó con la Unión Patriótica. Tenemos la intervención militar durante las
negociaciones 1999-2001.
Entonces, puede también ser una trampa de Santos para
eliminarlos.
El otro peligro es firmar un acuerdo como en Centroamérica
-El Salvador, Guatemala, etc.- donde simplemente la cúpula guerrillera
consiguió fueros parlamentarios y nada cambió, incluso aumentó la violencia
porque pese a la desmovilización de milicias, guerrilleros, paramilitares,
ahora hay más muertos que antes, durante la guerra civil de El Salvador por
ejemplo.
Entonces, un acuerdo al estilo salvadoreño es una traición de
todo lo que fueron las bases sociales de la lucha y es otro punto de referencia
que debemos tomar en cuenta.
En suma, el hecho que haya movimientos a nivel político, el
hecho que las FARC tenga una plataforma ahora para articular los cambios
necesarios -como la renegociación de contratos de inversión, cambios en
relación a la tenencia de la tierra, atacar las raíces la colaboración militar
paramilitar, etc.- me parece que el hecho que tener esa plataforma ahora, de
plantear una alternativa, es muy positivo. Lo que tenemos que decir también es
que hay peligros en todos lados. Santos no es muy confiable como interlocutor,
no sólo por su antepasado como Ministro de Defensa y asesino con Uribe; sino
también por el nuevo modelo que él plantea, modelo que da mucha importancia al
capital extranjero, la concentración de riquezas y el desplazamiento de
campesinos de los centros productivos de la tierra.
Reitero, la situación es compleja. Por un lado hay una
apertura hacia Venezuela y por otro, las bases militares norteamericanas se
quedan en Colombia. Por un lado abre negociaciones y diálogo con las FARC y al
mismo tiempo firma un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Por un lado
está dispuesto a considerar la reubicación de los refugiados y por otro está
promoviendo el agro negocio.
Entonces hay una combinación de factores nuevos que por
lo menos desde el ángulo del pasado, son diferentes; pero en el fondo Santos no
va a traicionar a las clases dominantes ni sus acuerdos con los Estados Unidos;
aunque si va a modificar el grado de militarización para favorecer su proyecto
económico, que significa el desarrollismo con amplio espacio para el capital
extranjero. Esto es clave. Y la seguridad de las inversiones es primaria,
y para conseguir esto necesita un acuerdo con las FARC; pero un acuerdo que
simplemente permita a las FARC desmovilizarse e insertarse en la política
actual.
EChI: Me voy a
Estados Unidos, los contendores son Romney y Obama. ¿Cuáles son hoy las
perspectivas?
JP: Bueno, la
Convención Nacional Republicana ha terminada con un programa de la
ultraderecha: proponiendo la confrontación con Rusia, recitando un discurso de
la guerra fría, amenazan a China, hablan de una guerra contra Irán y a favor de
Israel. Es un programa de la ultraderecha.
Ahora, frente a eso los demócratas no ofrecen muchas cosas
diferentes. Más flexibilidad en relación a Rusia, no están dispuestos a una
ruptura abierta. Reconocen que no están en posición de atacar a China, pese a
que la señora Clinton está en Asia provocando una ‘alianza santa’ contra China…
Por una parte el programa ultraderechista de los republicanos
es simplemente una forma más avanzada de lo que están haciendo los demócratas.
Obama ayer declaró que van a tomar medidas más fuertes contra Irán, maniobras
militares, más sanciones, más provocaciones.Todo el mundo se está enfocando en
el extremismo de los republicanos, que incluso plantean la eliminación del plan
Nacional de Salud para los jubilados, recortes a todos los programa de
beneficios sociales, amenazas de eliminar los sindicatos.
Los demócratas van a conservar los sindicatos, pero no van a
dar nuevos espacios ni muchos menos a profundizar los planes de Salud.
Por tanto, los republicanos van a eliminar y los demócratas
van a limitar. Es la diferencia entre la ultraderecha y la derecha.
El problema es que la Convención Nacional Demócrata empieza
mañana (martes 4 de setiembre), con mucho teatro, mucho bombo y platillo,
discursos retóricos de Obama; el miedo de importantes sectores de clase media a
que los republicanos vayan a eliminar sus empleos, especialmente en el sector
público; hay mucha gente que piensa votar a los demócratas como el mal menor.
Pero no hay la euforia, el entusiasmo, la juventud preparándose a dar la
batalla por Obama, y eso es un problema.
Los republicanos han recolectados cientos de millones, los
demócratas un poco menos; y esto indica que a pesar que los demócratas pueden
movilizar para la Convención, el resultado electoral está todavía demasiado
estrecho.
Hay frustración entre los sectores populares, mucha
frustración. Un conocido mío, un trabajador, me dijo: ‘es una elección entre el
cáncer y el Sida’. Por eso, en última instancia, creo que mucha gente votará
por Obama, como mal menor.
Yo personalmente voy a votar por el candidato del Partido
Verde que es una verdadera alternativa en todo sentido, un programa para
empleo, programas para salud; pero tendremos posiblemente un 1 o 2% del
electorado. La gente en su mayoría va a votar a los demócratas y el resto a los
republicanos, no tenemos una coherencia aquí. Y hay mucha división, los
hispanos, negros y mujeres van a votar a los demócratas. Los blancos, clase
media y alta, e incluso sectores obreros, van a votar a los republicanos, no
entiendo exactamente porqué, pero puede ser por las preferencias religiosas,
puede ser por el conservadurismo frente a las exigencias actuales, o
simplemente por ignorancia.
Tenemos una situación bastante desesperante aquí frente a estas elecciones.
Tenemos una situación bastante desesperante aquí frente a estas elecciones.
Pero bueno, mañana empieza la Convención demócrata aquí, se
va a ver mucho teatro, mucha retórica, mucha promesa, pero con poca confianza
del electorado, de eso no se va a hablar mucho.
EChI: Se ha
hablado mucho de la participación del actor de cine Clint Eastwood en la
Convención republicana.
JP: Si, fue una
actuación teatral, de hablar frente a una silla vacía. Una suerte de monólogo
de Eastwood con Obama, criticando su falta de cumplimiento del programa. Fue
algo que cayó bastante mal en la cúpula republicana mientras los asistentes se
reían y aplaudían a Clint Eastwood.No tuvo casi ningún impacto afuera de la
Convención.
La gran mayoría de los actores de Hollywood van a apoyar a
Obama, incluso son una de las principales fuente de financiamiento. Simplemente
porque los republicanos son mucho más ‘censurosos’ de la prensa, más represivos
socialmente, más contra los homosexuales. Por esta razón todo el sector liberal
de Hollywood y Broadway en Nueva York, van a votar por Obama. Clint Eastwood es
una excepción dentro de este ambiente.
EChI: No se ha
sabido mucho esta semana sobre lo que hoy se vivie en Siria.
JP: En Siria siguen canalizando muchas armas y muchos mercenarios, pasando por Turquía, Jordania, Líbano.Hay un gran flujo de Al Qaeda, islámicos de extrema, fundamentalistas, actuando, entrando en los barrios populares que apoyan al gobierno, masacrando cientos de personas. Especialmente los alauitas que son una minoría en Siria.
Hay un hecho muy importante: Hubo una gran manifestación en
Turquía contra la política del gobierno, una manifestación a favor de Al Assad.
Una manifestación muy significativa, con más de 25 mil personas.La intromisión
de Turquía como miembro de la OTAN y aliado de los países agresores, han
provocado una gran división en Turquía; como la hay también en Líbano, en
Jordania.Esta intervención imperialista, ha tenido repercusiones afuera.
Además, el ejército de Siria no se va a entregar porque la
consecuencia es una masacre de proporciones monumentales.Tiene que continuar la
lucha, barrio por barrio desplazando los terroristas para conseguir alguna
estabilidad que permita una estabilidad política. Pero hasta ahora, el flujo de
armas y dinero.Incluso más agresivo que Obama y Cameron es el señor Hollande,
que quiere imponer un control de la frontera de Siria, con fuerzas armadas de
OTAN. Esto indica que los socialistas franceses no sólo son reaccionarios sino
además toman una postura de agresividad para desplazar a sus aliados y
conseguir la hegemonía sobre las fuerzas intervencionistas. Es curioso, los
franceses apoyan y son parte de la agresión contra Siria, pero quieren más,
quieren ser hegemónicos entre los países imperialistas.
EChI: No se si te
queda algún tema para abordar.
JP: Si. El último punto que quiero mencionar es la noticia que viene de Afganistán, donde el gobierno norteamericano declara que las fuerzas especiales van a dejar de entrenar a los nuevos reclutas afganos porque han sufrido 45 muertos, o sea de soldados que se dieron vuelta y mataron a sus entrenadores. Hay tanta antipatía contra la presencia imperial que incluso las fuerzas especiales no se animan a continuar en esta tarea .Cada semana al menos un recluta se da vuelta y mata a varios soldados de OTAN.O sea norteamericanos, ingleses, australinos, no les importa, todo son fuerzas de ocupación contra su patria, contra su nación, contra su religión. No tiene futuro este programa de nacionalizar la lucha, porque las fuerzas nacionalistas religiosas son más fuertes que toda la propaganda occidental.
EChI: Muchas
gracias Petras por tus aportes.
JP: Gracias a la Radio por la invitación, que anden bien y un saludo a toda la audiencia.
(*) Escuche en vivo los lunes a las 11:30 horas (hora
local) la audición de James Petras por CX36, Radio Centenario desde Montevideo
(Uruguay) para todo el mundo a través de www.radio36.com.uy