Acuerdo sobre el Primer Punto. ¿Cómo les quedó el ojo?
Por Cambio Total.
Ayer
domingo 26 mayo 2013 las delegaciones del gobierno y las FARC-EP dieron a
conocer el Acuerdo0 ara el primer punto de la Agenda, el tema de la Tierra, que
dieron en llamar “Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma rural integral”.
Intuíamos
que los delegados populares, las FARC-EP, llevarían a feliz término este primer
punto, neurálgico, como todos los que están en ella, ya que de lo que se trata
es precisamente en adelantar todo lo que el estado ha dejado de hacer en favor
del puebo, de los colombianos pobres.
El
acumulado histórico de las FARC-EP se coloca así en favor del pueblo y se logra
este Acuerdo, que los propios diarios burgueses califican de
« histórico ». Lo es porque nunca antes en unos diálogos con la
insurgencia armada en Colombia se había logrado plantear la necesidad de pagar
la enorme deuda social que tiene el estado con los campesinos y con el pueblo
en general. Lo es porque nunca antes en unos diálogos se había colocado en
primer término la búsqueda de soluciones políticas al conflicto interno, no
meramente al conflicto armado.
A
pesar de que lógicamente subsisten visiones diametralmente opuestos sobre la
vida y la lucha del campesinado, el acordar partes mínimas de entendimiento nos
hace barruntar que la cosa va con « buena brisa y buena mar ».
Seguirá ahora la discusión del Segundo Punto. Igualmente difícil, neurálgico,
como todos los puntos de la Agenda pues el objetivo del pueblo es modernizar el
aparato estatal y la « forma de hacer políotica », en donde se haga
innecesario tener que recurrir a las armas para defender los derechos de los colombianos,
en primer lugar el « derecho a la vida ».
Nuestro
pueblo está contento. Ha visto la seriedad de sus representantes –las FARC- y
cada día es mayor su certidumbre de alcanzar a través de éstos diálogos insertarse
en la vida nacional. Los « enemigos de la Paz » hicieron cuanto
estaba en sus manos –asesinatos, provocaciones, denuncias histéricas,
propaganda sucia, etc- para torcer el rumbo de los diálogos. No pudieron. No
podrán. Enfrente de ellos hay un pueblo decidido a derribar todas las
talanqueras que impidan el sereno discurrir hacia seguro puerto.
« Como
vamos vamos bien », reza el adagio popular. Seguiremos mejor si todos nos
aplicamos en manifestarnos, en luchar porque la Paz sea una realidad del mañana.
Realidad que exige la más amplia movilización por la aprobación mediante una
Asamblea Constituyente de los Acuerdos logrados en la Mesa de La Habana y
posteriormente su implementación práctica. Ahí está el quid de la cuestión.
Sigamos
en el « dale que la marcha es lenta pero sigue siendo marcha/ dale que
empujando el sol se acerca la madrugada ». Dale que el futuro es tuyo y
está en tus manos. Adelante combatientes de la Paz !