Imagen tan dura para reflejar la realidad de un país |
por Jose
Camargo
El
presidente Santos anuncia con bombos y platillos su presencia en la ciudad de
Riohacha, el sábado 4 de mayo, para el lanzamiento del programa “Todos a
aprender”.
El
presidente Santos anuncia con bombos y platillos su presencia en la ciudad de
Riohacha, el sábado 4 de mayo, para el lanzamiento del programa “Todos a
aprender”. La meta de este “ambicioso” proyecto es mejorar la calidad de
la educación,si se quiere insertar a Colombia con éxito en la sociedad del
conocimiento del Siglo XXI.Esta iniciativa pretende recoger el pensamiento
bandera del Ministerio de Educación Nacional: “Educación de calidad, el camino
para la prosperidad”.
Se tiene como meta mejorar la educación en todos los niveles,
desde la primaria hasta la superior. La agenda está montada y la parafernalia
que rodea este tipo de eventos, a punto. Nada más es que el presidente Juan
Manuel Santos y la Ministra pisen tierras del Departamento de La Guajira y
tendremos niños, niñas, padres de familia, maestros en un llamativo
desfile y una clase política avalando la presencia de un dignatario que
ha cercenado la dignidad del pueblo guajiro.
Lo primero
que tiene que eliminar el gobierno Santos, para alcanzar la pretendida y
cacareada “Calidad de la Educación” es la marcada desigualdad social existente
en el departamento de La Guajira, además del exacerbado centralismo. De los
niños, niñas y jóvenes, que marcharán el 4 de mayo bajo un sol canicular,
muchos de ellos, no tendrán un bocado de comida que llevarse a la boca al
regresar a casa, pero tendrán que aparentar que todo está bien.
El Alcalde,
Rafael Ceballos y el Gobernador de La Guajira, Francisco Gomes Cerchar, tienen
el compromiso moral de decirle al gobierno Santos: Basta de demagogia…aquí el
problema es de física hambre...nos quitaron las regalías y nos
desmigajaron. Según Fernando Herrera, Coordinador del área de pobreza del
Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), reducir la pobreza a
28,5% para el 2015 es posible, pero se da por descontado que no se
cumplirá esta meta en los cinco departamentos más pobres: Chocó, en donde 64 de
cada 100 personas son pobres, Cauca (62%), Córdoba (62%), Magdalena (57%) y la
Guajira (57%).Sencillamente, Colombia no cumplirá con las metas del milenio y
punto.
El
Departamento Nacional de Estadística (DANE) señaló en unos de sus últimos
informes, que entre los años 2002 y 2011, La Guajira se ubicaba entre los cinco
departamentos más pobres de Colombia y en cuanto a la pobreza extrema, se
ubicaba entre los primeros del país superado por Cauca y Chocó.
El presidente
Santos, no llega a cualquier departamento. La Guajira es un polvorín social:
desempleo, inseguridad, pobreza, alta tasa de suicidio, progresivo
deterioro del medio ambiente, altas tarifas de servicios público (luz,
telefonía), corrupción, una ciudad capital a media hacer, carencias de
servicios públicos eficientes (acueducto, alcantarillado), descomposición
social galopante y una exclusión social que se evidencia en todos los aspectos.
Las condiciones de vida en La guajira son paupérrimas.
¿De qué calidad de
educación vamos hablar en un departamento donde se carece de lo más elemental
para llevar una vida medianamente decente?
¿Calidad de la educación en un
departamento donde los docentes y su núcleo familiar carecen de servicios
médicos?
¿Calidad de la educación donde los niños, niñas y jóvenes no tienen la
posibilidad en sus instituciones educativas de consumir agua potable
fresca?
¿Calidad de la educación en un departamento que literalmente está
siendo destrozado por las grandes multinacionales del carbón?
¿Calidad de la
educación en Riohacha que se llenó de tugurios sin haber crecido como ciudad?
¿Calidad de la educación en un departamento donde nuestros niños y jóvenes son
absorbidos por la delincuencia común y el para militarismo?
¿Calidad de la
educación en una zona rural desprovista de alguna posibilidad real de
disfrutar un futuro digno?
Si la
clase política que viene administrando el Departamento de La Guajira durante
décadas, y que ha coadyuvado a la grave situación social que hoy vivimos, no es
capaz de abrir el debate nacional sobre esta problemática social,
entonces le corresponde al pueblo guajiro a través de la unidad, la
organización y la lucha la preparación del paro cívico departamental por la
dignidad y el reconocimiento.