Se siente bien, el Procurador y el representante de la Opus Dei en Colombia. |
Por Horacio Duque
Produce asco esa momia petrificada de la Procuraduría
general de la nación. Todo su poder, toda su artillería y capacidad de daño
está enfilada al sabotaje de los diálogos de paz para superar el conflicto
social y armado colombiano.
Ordóñez es el
emblema de los segmentos sociales plutocráticos y conservadores que se oponen a
cualquier opción de dejar atrás la violencia fratricida en Colombia.
Su labor es
amañada para favorecer a las mafias que se apoderaron del Estado, como ocurre
con los paramilitares que controlan el servicio de aseo de Bogotá y los
concejales mil millonarios que despojaron los patrimonios estatales de la
Capital de la Nación que siguen muy campantes comprando firmas, fiscales,
jueces y medios de comunicación para eliminar políticamente al Alcalde Gustavo
Petro.
Ordóñez, ahora
en reuniones ¿con ciertos delegados del gobierno en la Mesa de la Habana (De La
Calle? Mora Rangel?), es la súper mula muerta que se atraviesa como el último
recurso para hacer fracasar el más importante esfuerzo de la sociedad para
alcanzar la paz.
Es la mula
muerta que además bloquea los derechos de las mujeres y de las parejas del
mismo sexo, con argumentos de la caverna y de tribunales de inquisición
religiosos.
¡Fuera Ordóñez
de la Procuraduría!