Movilización de campesinos y cafeteros |
Persistir en la movilización popular
Por Alberto Pinzón Sánchez
Cuando la movilización popular por una nueva Colombia en
paz con justicia social, estaba ganando las calles y las plazas del país entero;
JM Santos alinea sus astros y desde la “fundación buen gobierno”, ese remedo de
“think thank” estadounidense que tiene más de tanque militar que de pensamiento
y con toda la resonancia mediática posible, lanza prematuramente su tan
esperada como temida reeleción presidencial con el san-benito de que “quiere la
re-elección de todos sus programas”.
De inmediato se precipita dentro de toda la casta
electorera de Colombia (la que está convencida desde hace siglos de que
democracia es igual a elecciones) la angurria tradicional por acomodarse y
participar en la “batalla electoral”, nótese la connotación militarista de la
convocatoria y el intento claro de desviar la atención del supremo objetivo de
la exitosa movilización popular: La paz y la justicia social y soberanía.
Ya se anuncian todo tipo de alianzas y coaliciones electoreras
imaginables: De derecha, de centro, de centro-izquierda y de Izquierda,
gobiernistas y antigobiernistas, de amigos de la paz y de enemigos de ella, del
bipartidismo, del bipartidismo ampliado y del Opus Dei. De astutos varones
electorales y del cretinismo parlamentario. En fin…
Javier Giraldo |
Entonces como el aguijón acerado de una incómoda avispa
surgen las preguntas del verdadero sacerdote Javier Giraldo, enviadas ayer a
los miembros de la mesa de diálogos de paz en la Habana, titulada “al oído de
los que dialogan sobre la paz” “, y que bien vale la pena leer con detenimiento
en [1].
En lo que respecta solamente a las elecciones, se pregunta
el sacerdote jesuita Javier Giraldo lo siguiente:
“
|
¿Quién puede, en realidad, participar en
unas elecciones en Colombia? ¿Acaso, quien decide participar en cargos de
elección popular, no necesita tener muchos miles de millones de pesos? ¿Quién
suministra ese dinero? ¿Cuál es el papel de los partidos? ¿No se revela aquí,
acaso, un filtro económico ineludible, mediante el cual los poderes económicos
más concentrados, cooptan, condicionan, seleccionan y someten a quienes van a
ejercer el poder público?
¿Cómo funciona el aparato electoral? ¿No es
acaso una verdad sabida y de público dominio, que este aparato está plenamente
controlado por el narcotráfico fusionado con el paramilitarismo? ¿Acaso la
arraigada “parapolítica”, en la medida en que fue fugazmente escrutada por
altas Cortes, no reveló el más desvergonzado dominio y control del
narco-paramilitarismo sobre el aparato electoral? ¿Acaso los mismos magistrados
que incursionaron en esas pocilgas morales no se sintieron impotentes y temerosos
de continuar explorando y se dieron por vencidos? ¿Acaso el país no recibe frecuentemente
noticias que se filtran, sobre parlamentarios y políticos supuestamente privados
de su libertad pero que mantienen sus poderes electorales intactos a través de renovadas
estructuras? ¿No tiene acaso, el funcionamiento del aparato electoral, todas las
características de una estructura “mafiosa”?
¿No es acaso evidente la persistencia del
paramilitarismo a lo largo y ancho del país? ¿Será posible ocultar por más
tiempo el origen y las características del paramilitarismo, tal como fue
diseñado por la misión militar estadounidense en febrero de 1962, comandada por
el General William Pelham Yarborough, con su carácter de estrategia de Estado
para el involucramiento de civiles, como brazos clandestinos de las Fuerzas Oficiales,
destinados a combatir maneras de pensar no afectas a la ideología imperial, en un
momento en que no existía oposición armada en Colombia? ¿Será posible ignorar
todos los manuales impulsores del paramilitarismo que han tenido un carácter
oficial clandestino durante estas cinco décadas y las estrategias semi-públicas
de promoción del paramilitarismo, como las “Convivir”, las “Redes de
Informantes y Cooperantes” etc.? ¿Será posible ignorar por más tiempo las
numerosas y multifacéticas cooperaciones entre fuerza pública y estructuras
paramilitares, así se llamen estas “Bacrim” o tomen otros variados nombres? ¿No
constituye, acaso, una ignorancia afectada el no percibir el carácter que tiene
el paramilitarismo en sus más variadas versiones, de brazo aniquilador o
desarticulador de la oposición política y de los sectores críticos al poder
dominante?
…Y enseguida la MURALLA POLÍTICA, léase el
aparato o maquinaria electoral, como un tercer filtro, entroniza los poderes
mafiosos en el control real del clientelismo, sirviéndose a su vez del enorme
poder encubridor y des-informador de la Muralla Mediática y del poder
intimidante de las armas ligadas al dinero (narco-paramilitarismo) con
capacidad de controlar incluso el anémico y corrupto aparato de justicia.
Aferrados a esta muralla, los partidos llegaron a convertirse en unidades
administrativas para la compra de votos y para pagarlos con puestos,
abandonando toda identidad ideológica….. ”
Así las cosas, y advertido el pueblo colombiano y movilizado
conscientemente por calles y carreteras de todo el país; no deberá caer en la
estratagema electorera que se ha tendido desde la cúpula del Poder Central para
desmovilizarlo, sino que más bien, deberá persistir en la única política que
tiene futuro tanto en Europa como en America, que es la más amplia Lucha de Masas,
hasta lograr que hayan condiciones políticas adecuadas y reglamentadas con el
fin de que la participación en las elecciones sean verdaderamente democráticas,
legítimas y legales. Es decir hasta que no se haya derrumbado la “Muralla
electorera y política” descrita por el verdadero sacerdote Javier Giraldo.
Entonces si se
podrá hablar de participación electoral amplia, democrática y protagónica para
definir el futuro de Colombia. Lo demás será el carnaval electoral de siempre,
que otro preclaro sacerdote colombiano Camilo Torres hace 50 años señalaba:
“En Colombia, quien escruta elige”, y, más si se trata de re-elegir
como presidente de la república un tallador de naipes, contra quien según las
reglas del garito, no hay empate posible.