La campaña mediática contra el alcalde Petro ha sido y es intensiva. |
Revocatoria
contra la democracia, la paz y la ética pública
Por Horacio Duque
La revocatoria del mandato de los funcionarios
públicos es un mecanismo de la democracia participativa consagrado en el actual
texto constitucional cuya aplicación no ha sido exitosa en las dos décadas de
vigencia.
Su utilización
debería permitir corregir errores y desviaciones en el funcionamiento del
régimen político democrático.
En la actual
coyuntura ha cobrado relieve a raíz de la campaña adelantada por sectores de la
ultraderecha tradicional para promover la caída del Alcalde de Bogotá, Doctor
Gustavo Petro, quien ya completa cerca de año y medio como jefe de la
administración distrital.
Petro es un
destacado lider progresista contra quien se han coaligado mafias políticas,
empresariales y grupos ultraconservadores, que en el pasado dominaron las
instituciones públicas de la Capital con consecuencias devastadoras por los
elevados niveles de corrupción y despojo de los bienes públicos.
Justamente, el
nuevo burgomaestre recibió el apoyo electoral mayoritario de la ciudadanía como
un reconocimiento a su valiente posición para desenmascarar las mafias
delincuenciales que se apropiaron de millones de dolares durante el gobierno
del señor Samuel Moreno Rojas, mediante contratos fraudulentos y amañados que
favorecieron a los clanes apalancados por la clase política clientelar que
prevalece en el Cabildo de la ciudad.
Adicionalmente
tanto el Programa de gobierno como el Plan de Desarrollo proyectado hasta el
año 2016, se convirtieron en una audaz apuesta contra la pobreza, la
segregación social, la defensa del medio ambiente, la ampliación de la
democracia y la erradicación de la violencia mediante el impulso a la paz y la
convivencia ciudadana.
El pueblo, la
multitud y las masas mayoritarias de Bogota han alcanzado, durante el tiempo del
gobierno progresista, la condición de una subjetividad política transformadora,
superando la pasividad, subalternidad y postración que derivo de la dominación
oligárquica del bipartidismo liberal-conservador, existente desde hace dos
centurias.
Hay una conjura
de las élites burguesas dominantes en la formación social contra el Alcalde
Gustavo Petro. Contra él se ha orquestado una maquinación diabólica que
utiliza recursos mediáticos, vulgarmente manipulados, al igual que
intrigas politiqueras, disciplinarias y judiciales.
El ataque ha
sido ha fondo y traicionero.
La estrategia
más visible en estos momentos es la revocatoria de su mandato promovido por un
gamonal de estirpe fascista y violenta. Se trata del Legislador Miguel Gomez
Martinez, quien recogió un enorme caudal financiero entre la delincuencia que
atraco el presupuesto público, para la compra de miles de firmas, muchas de las
cuales, según su propia confesión, son "chimbas".
La revocatoria
que se impulsa es una acto contra la democracia porque no corresponde a un
ejercicio transparente de los mecanismos de participación ciudadana.
Es tal la
cantidad de artimañas que incorpora que ya un prestigioso jurista, el Doctor
LUIS FONTALVO PRIETO, ha entregado pruebas a la Sala Penal de la Corte Suprema
de Justicia para que se investigue a Gomez Martinez por inducir un fraude
procesal tanto con las firmas espureas aportadas, como con los fundamentos que
dan pie a la petición de la revocatoria al desconocer que los verdaderos
responsables del boicot sanitario, el pasado 18 de diciembre, fueron los
operadores del servicio que inundaron las calles y avenidas con basuras que debieron
ser depositadas en el correspondiente relleno sanitario, según contundentes
pronunciamientos de dos Juzgados Administrativos.
Es, obviamente,
una arremetida contra la paz y la concordia que busca toda la nación. Lo que se
pretende es negar los derechos de quienes participan de la vida política en
términos alternativos y pacíficos.
Es, por
supuesto, un golpe a la moral pública porque sirve claramente a la retaliación
de las redes delincuenciales que fueron desplazados de los puntos centrales del
poder político distrital.
Hay que
denunciar con toda la fuerza este grotesco y retardatario plan contra Bogotá y
su Alcalde.
La movilización
ciudadana en todos los ámbitos en defensa del Alcalde Gustavo Petro y sus
políticas avanzadas es la tarea central de todo el movimiento popular y
democrático bogotano. No nos crucemos de brazos.
No permitamos
que Cadenas radiales y mediáticas como Caracol, mientan
descaradamente a la ciudadanía con datos completamente adulterados.
Es increíble que
los periodistas pagados por narcoempresarios como William Velez, nos quieran
hacer creer que el malo es el actual Alcalde que destapo el carrusel de los
Nule y sus socios del Concejo y no las camarillas criminales que arruinaron a
Bogotá.