Por:
Juan Leonel Pérez.
Participación
política.
Participar en política en Colombia, es una de las
actividades más peligrosas del país.
En las últimas 6 décadas del siglo pasado y las dos que
van de este siglo XXI, son miles de personas que han perdido la vida por
actividades políticas. Varios
movimientos aniquilados: El gaitanismo, la Unión Patriótica, A luchar, El
Frente Popular, La alianza M19, La Corriente de Renovación Socialista fueron borrados de la escena política a
balazo limpio.
Cinco candidatos
presidenciales asesinados: Jorge Eliecer Gaitán, Jaime Pardo Leal, Bernardo
Jaramillo, Carlos Pizarro, Luis Carlos Galán Sarmiento, los últimos cuatro en
una sola década, son muestras de una política del establecimiento de impedir
que otras formas de pensar diferentes a los dirigentes del país, sea expresada
por nuevas fuerzas políticas.
Senadores, Representantes a la Cámara, Diputados,
Concejales, Gobernadores, Alcaldes han corrido la misma suerte.
No le han dejado otro espacio a un sector de la oposición política que la lucha armada, la
cual han defenestrado, vinculándola con el narcotráfico y el terrorismo, para
tal fin han gastado miles de millones en una guerra que lleva 65 años y que el
establecimiento no ha podido ganar.
Hoy se está dialogando en la Habana, con cinco gobiernos:
Colombia, Cuba, Noruega, Venezuela y Chile. Entonces no eran: ni
narcotraficantes, ni terroristas, ni secuestradores, cuando cinco gobiernos se
sientan con la insurgencia a dialógar
para darle una salida política al conflicto.
Los intentos de paz han sido varios, La Uribe (Colombia)
Caracas (Venezuela) Tlascala (México) San Vicente del Caguán (Colombia) y ahora La Habana (Cuba) son intentos válidos,
el pueblo colombiano los ha respaldado y los respalda por que quiere una paz
digna y duradera. Lo ha desmotrado en todos los intentos por conquistar la paz
con justicia social y lo ratificó en Bogotá el 9 de abril con un millón
doscientas mil personas apoyando el proceso de paz
Los que no han
querido la paz son los grandes empresarios, los gremios económicos y las
multinacionales que han hecho de la guerra un gran negocio, despojando tierras,
entregando la soberanía del país y sumiendo al pueblo en una crisis social y
económica de grandes proporciones.
Es de gran importancia que la Mesa de Conversaciones en la
Habana, hayan acordado con Naciones Unidas y la Universidad Nacional de
Colombia la realización de los foros: El foro Agrario y el de Participación
Política, en los que se han expresado las opiniones de todos los sectores
sociales y económicos, convirtiéndo esas opiniones en insumos para los diálogos
que buscan una solución política al conflicto social político y armado que vive
el país desde hace 65 años.
No pueden salir con el cuento trasnochado del
anticomunismo, de las posiciones de extrema, del terrorismo. No, son las
opiniones de académicos reconocidos, dirigentes sociales, económicos y
políticos con una solvencia moral, ética
y social muy alta.
La pregunta es: ¿el
gobierno tiene voluntad política para solucionar el conflicto? O se
trata de lavarle la cara al establecimiento que está bien enlodada por la
política de tierra arrasada contra la oposición del pueblo.
¿Seguirá el gobierno con la política obtusa de imponer su
voluntad, sin tener en cuenta el pueblo y las organizaciones sociales?
¿Porqué no hay unidad en la política del gobierno? Mientras
Juan Manuel Santos dice que quiere la paz, sus subalternos dicen lo contrario y
se despachan contra el proceso sin que nadie les diga esta boca es mía.
¿Por qué se imponen leyes como el fuero militar? Criticado
por todos los movimientos sociales y políticos y personalidades como la Alta
Comisionada de las Naciones Unidas.
Porqué la cantaleta de Humberto de la Calle Lombana: que
no va a negociar el Estado, los militares y la política neoliberal.
Son preguntas sin respuesta, será el pueblo colombiano que
se tiene que organizar para exigirle a la clase política, al Estado y el
establecimiento la paz con justicia social.
En las Cárceles de Colombia, hay 9.000 presas y presos políticos,
que necesitan de nuestra solidaridad. En los Estados Unidos, están Sonia, Simón
Trinidad e Iván Vargas.