martes, 7 de mayo de 2013

La Paz con justicia social es posible, luchemos por ella N° 50





Por: Juan Leonel Pérez.

Participación política.

Participar en política en Colombia, es una de las actividades más peligrosas del  país.
En las últimas 6 décadas del siglo pasado y las dos que van de este siglo XXI, son miles de personas que han perdido la vida por actividades políticas.  Varios movimientos aniquilados: El gaitanismo, la Unión Patriótica, A luchar, El Frente Popular, La alianza M19, La Corriente de Renovación Socialista  fueron borrados de la escena política a balazo limpio.

 Cinco candidatos presidenciales asesinados: Jorge Eliecer Gaitán, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro, Luis Carlos Galán Sarmiento, los últimos cuatro en una sola década, son muestras de una política del establecimiento de impedir que otras formas de pensar diferentes a los dirigentes del país, sea expresada por nuevas fuerzas políticas.

Senadores, Representantes a la Cámara, Diputados, Concejales, Gobernadores, Alcaldes han corrido la misma suerte.

No le han dejado otro espacio a un sector de  la oposición política que la lucha armada, la cual han defenestrado, vinculándola con el narcotráfico y el terrorismo, para tal fin han gastado miles de millones en  una guerra que lleva 65 años y que el establecimiento no ha podido ganar.

Hoy se está dialogando en la Habana, con cinco gobiernos: Colombia, Cuba, Noruega, Venezuela y Chile. Entonces no eran: ni narcotraficantes, ni terroristas, ni secuestradores, cuando cinco gobiernos se sientan con la insurgencia a  dialógar para darle una salida política al conflicto.

Los intentos de paz han sido varios, La Uribe (Colombia) Caracas (Venezuela) Tlascala (México) San Vicente del Caguán (Colombia)  y ahora La Habana (Cuba) son intentos válidos, el pueblo colombiano los ha respaldado y los respalda por que quiere una paz digna y duradera. Lo ha desmotrado en todos los intentos por conquistar la paz con justicia social y lo ratificó en Bogotá el 9 de abril con un millón doscientas mil personas apoyando el proceso de paz

 Los que no han querido la paz son los grandes empresarios, los gremios económicos y las multinacionales que han hecho de la guerra un gran negocio, despojando tierras, entregando la soberanía del país y sumiendo al pueblo en una crisis social y económica de grandes proporciones.

Es de gran importancia que la Mesa de Conversaciones en la Habana, hayan acordado con Naciones Unidas y la Universidad Nacional de Colombia la realización de los foros: El foro Agrario y el de Participación Política, en los que se han expresado las opiniones de todos los sectores sociales y económicos, convirtiéndo esas opiniones en insumos para los diálogos que buscan una solución política al conflicto social político y armado que vive el país desde hace 65 años.

No pueden salir con el cuento trasnochado del anticomunismo, de las posiciones de extrema, del terrorismo. No, son las opiniones de académicos reconocidos,  dirigentes sociales, económicos y políticos  con una solvencia moral, ética y social muy alta.

La pregunta es: ¿el  gobierno tiene voluntad política para solucionar el conflicto? O se trata de lavarle la cara al establecimiento que está bien enlodada por la política de tierra arrasada contra la oposición del pueblo.

¿Seguirá el gobierno con la política obtusa de imponer su voluntad, sin tener en cuenta el pueblo y las organizaciones sociales?

¿Porqué no hay unidad en la política del gobierno? Mientras Juan Manuel Santos dice que quiere la paz, sus subalternos dicen lo contrario y se despachan contra el proceso sin que nadie les diga esta boca es mía.

¿Por qué se imponen leyes como el fuero militar? Criticado por todos los movimientos sociales y políticos y personalidades como la Alta Comisionada de las Naciones Unidas.

Porqué la cantaleta de Humberto de la Calle Lombana: que no va a negociar el Estado, los militares y la política neoliberal.

Son preguntas sin respuesta, será el pueblo colombiano que se tiene que organizar para exigirle a la clase política, al Estado y el establecimiento  la paz con justicia social.

En las Cárceles de Colombia, hay 9.000 presas y presos políticos, que necesitan de nuestra solidaridad. En los Estados Unidos, están Sonia, Simón Trinidad e Iván Vargas.