“Nicolás
Maduro ganó las elecciones, tiene la legalidad y el respaldo de la mayoría de
la gente, ahora a consolidar el programa de gobierno, combatiendo la
ineficiencia y la corrupción”
Tras
el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones del domingo 14 de abril, “creo
que lo primero es volver a los lugares a donde existe el corazón del chavismo,
lugares de trabajo, vecindades, comunidades, para hacer una ofensiva que
permita revitalizar los programas sociales que han quedado en una forma medio
muertos. Pero junto con eso, deben cambiar el estilo del os programas sociales,
imponer la responsabilidad colectiva de los beneficiarios”, opinó este
lunes el sociólogo norteamericano James Petras (*) que dedicó toda su audición
en CX36, Radio Centenario, a analizar la coyuntura venezolana de cara al nuevo
gobierno. Lo que sigue es la transcripción de este análisis, que puede escuchar
aquí:
Efrain
Chury Iribarne: Como cada lunes a esta hora, estamos recibiendo y dando la
bienvenida a James Petras, que ya está en contacto desde los Estados Unidos.
James
Petras: Buen día. Estuvimos toda la mañana analizando las elecciones en
Venezuela, con entrevistas y comentarios, tratando de organizar algunas
explicaciones.
EChI:
Si, hoy es el tema casi excluyente y estábamos aguardando este contacto para
escuchar tu análisis. Así que adelante nomás.
JP:
Bueno, lo primero que debemos anotar es que el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV) ganó las elecciones. No fue por tanto como algunos creímos,
pero en todo caso ganó la Presidencia otra vez, después de trece años en el
gobierno, lo que es muy raro porque en general los gobiernos sufren desgastes y
tienen el problema de mantener el ánimo de la gente.
En
segundo lugar, el gobierno queda también con mayoría en el Congreso, los
militares siguen apoyando la Constitución la legalidad, la legitimidad, y
siguen controlando las calles a pesar de que la oposición trata de fomentar el
caos.
También
tenemos que marcar que buena parte de la Economía sigue bajo el control del
gobierno y que tienen el apoyo de los gobiernos en la región.El nuevo gobierno
recibió el apoyo y el saludo de casi toda América Latina, de casi toda América,
menos de los Estados Unidos que hasta ahora no ha saludad la victoria de
Nicolás Maduro.
Ahora,
con todo eso, debemos anotar que bajó el margen de victoria a menos del 2%,
según las cifras que dieron hoy es de 1,6% de margen.
¿Cómo
explicamos esta caída desde octubre a abril?
Un
factor que Chávez personalmente no esté involucrado. Otro factor importante fue
la política de devaluación que golpeó los ingresos efectivos de los
consumidores, incluso las clases populares, porque hay un enorme porcentaje de
los alimentos básicos que son importados y que cuestan más porque el Bolívar
vale menos.
Además,
junto a la devaluación, el factor de inflación sigue corriendo a ritmo bastante
alto y se suma a esto, el desabastecimiento, por el sabotaje, por la
ineficiencia en la distribución.Sectores productivos y de distribución
concientemente intervienen para que la mercancía no circule. A la vez, tuvimos
los apagones, fruto del sabotaje pero que -pese a que el gobierno intervino e
incluso encarceló un ventana de funcionarios del sistema eléctrico por los
hechos- tuvo un claro impacto.
El
hecho fundamental, en relación con la campaña es que Maduro y su equipo,
enfatizaron demasiado en la personalidad de Chávez, en la personalidad de
Maduro que tocaba música folclórica, .; y no enfatizaron en el Programa de
gobierno.
La
gran diferencia con la última campaña de Hugo Chávez, es que Chávez
formuló un programa e hizo toda la campaña explicando exactamente las medidas
económicas y sociales que iba a impulsar.
Mientras,
Maduro hablaba de los temas de la muerte Chávez, de la continuidad de Chávez,
pero no expuso las ideas programáticas, las medidas concretas que va a
realizar. Y eso permite que la oposición, demagógicamente, trate de aparentar,
de decir que ellos sí van a multiplicar los programas de Chávez, van a aumentar
los salarios, forzando las ideas sociales sobre la agenda, poniendo a Maduro
más como una figura religiosa, celebrando la mística de Chávez, en vez del
programa económico y social.
Estos
factores influyeron mucho en esta campaña, influyeron en el voto de muchos
sectores que no eran los ‘duros’ chavistas. El chavismo consigue el 50% de los
votos por lo que cumplieron en estos 12 años de gobierno. Pero en el corto
plazo, en la coyuntura, Maduro y su equipo, cometieron algunos errores por
ejemplo, no esperar a después de las elecciones para devaluar la moneda, no
movilizar al Ejército y a las fuerzas publicas para mantener la circulación de
mercancías, en vez de permitir que la gente tenga que andar atrás del papel
higiénico, de arroz, jabón, etc.
Con
una intervención más fuerte del gobierno esto se hubiera evitado.
Ahora
bien, más allá de esto, hay una acumulación de problemas estratégicos que
debemos tener en cuenta.
Uno
es la ineficiencia. Una cosa es pronunciar un programa y forzosamente Chávez
intervenía cuando algo no funcionaba para rectificar. Pero la fuerza de
personalidad de Chávez para compensar por la ineficiencia ahora no está. Y la
ineficiencia es un gran tema, porque se puede decir que hay un mejoramiento en
los servicios sociales –como recolección la basura o mejora de caminos- pero no
cumplen, porque los funcionarios no cumplen y eso empieza a perjudicar a la
gente en los barrios populares. Porque lo que hay que anotar de estas
elecciones es que algunos sectores amplios y populares dieron el voto a la
derecha, porque precisamente están a favor del programa pero ven que no
cumplieron, no hay resultados. Y eso tiene que ver con otro problema: la
corrupción endémica entre sectores de la administración pública.
Ese
es un problema que existía antes del gobierno de Chávez en forma virulenta,
existe en estados donde gobiernan los opositores, es un fenómeno generalizado,
pero en la campaña presidencial es el Presidente el que asume la
responsabilidad.
El
tercer problema estratégico es la inseguridad y la delincuencia. A pesar de que
temían algunas iniciativas, preparando un nuevo modelo de Policía para combatir
la delincuencia, las tasas de homicidios y crímenes violentos siguen demasiado
altos. ¿Estos problemas qué indican? Debemos reconocer que el gobierno tiene
que enfrentar una guerra permanente, la oposición no va a dejar un período de
luna de miel, no va a permitir -ahora que perdió las elecciones- que el
gobierno lance sus programas ni a formar una oposición en el Congreso, en la
prensa. No. La oposición, financiada por los Estados Unidos y estimulada por
las instituciones y organizaciones financiadas por Estados Unidos, mantendrá
una guerra permanente. En cualquier momento van a poner obstáculos, empezando
por hoy, no aceptando los resultados, llamar a una auditoría, si el gobierno
ganó o no ganó van a denunciar fraude, van a obstaculizar todo lo posible la
realización del programa económico.
Ahora,
frente a una oposición financiada por Estados Unidos, la primera cosa que debe
hacer el gobierno es una Ley que ilegalice el financiamiento de organizaciones
desde el exterior y obligarlos a registrarse como agentes de poderes externos,
que es lo que son. Y esa es la ley que tenemos aquí en Estados Unidos,
cualquier organización que recibe financiamiento de cualquier otro gobierno
está obligado a registrase y si no lo hacen, son acusados de espionaje, son
sometidos a juicios criminales y podrían pasar hasta cinco años en la cárcel.
Pero
eso no existe en Venezuela y si existe no se aplica. Por esa razón en esta
campaña, Capriles recibió millones de dólares para financiar su campaña y ahora
van a necesitar millones más para mantener la política de guerra permanente.
¿Qué
opciones tiene Maduro frente a esta situación?
Uno
puede pensar que hay tres posibilidades.
Uno
es radicalizar el proceso. Segundo, buscar consolidar y mejorar lo que hay. Y
tercero, la conciliación, buscar un consenso, un pacto con la derecha.
Ahora,
en primera fase, debemos decir que la posibilidad de conciliación existe porque
dentro del equipo de Maduro hay un sector importante burgués, funcionarios
bastante conservadores que tienen un pie en el gobierno y otro con la
oposición. El problema es que los conciliadores no tienen interlocutores, con
la táctica ofensiva que busca derrocar el gobierno no hay ninguna posibilidad
de pacto, ni pacto de paz ni de consenso ni pacto social. No hay.
Entre
la radicalización y la consolidación, yo creo que ambas cosas deben ser
combinadas, pero dentro –y quiero enfatizar en esto- de una estrategia
ofensiva. El gobierno no debe quedarse tratando de legitimizarse, pidiendo
auditorías, pidiendo la legalidad, porque ya ganaron las elecciones. Si van a
pedir auditorías, que lo hagan, pero mientras, el gobierno debe empujar
programas productivos, programas sociales, programas de rectificación de
administración, lanzar la ofensiva y no quedarse simplemente respondiendo a las
acusaciones de la oposición. O sea, tomar la iniciativa, tiene la presencia de
la fuerza pública para empujar lo que ganaron en las elecciones.
¿Y
qué significa en este contexto radicalizar?
Lo
primero es volver a los lugares a donde existe el corazón del chavismo, lugares
de trabajo, vecindades, comunidades, para hacer una ofensiva que en primer
instancia permita revitalizar los programas sociales que han quedado en una
forma medio muertos.
Pero
junto con eso, deben cambiar el estilo de los programas sociales, imponer la
responsabilidad colectiva de los beneficiarios, porque una cosa es financiar
programas sociales de Educación, de vivienda, infraestructura, Salud, pero que
la gente queda pasiva simplemente exigiendo más, sin asumir responsabilidad por
el funcionamiento, por la eficiencia. No se puede solamente tomar el control de
empresas si los trabajadores, técnicos, administradores, no asumen mayores
responsabilidades, hay que acabar con eso de ‘ellos y nosotros’ dentro de las
empresas públicas. Resulta que hasta hay robos dentro de las empresas públicas,
pasa en la distribución de alimentos, camioneros y almaceneros estatales roban
y venden en el mercado negro, y en esto hay que inculcar la necesidad de tomar
responsabilidades. Me parece muy importante, porque no basta con que
formalmente el gobierno tome tal o cual empresa sin ningún comité de
responsabilidad que supervise que esas cosas funcionen eficiente y honestamente
y sus beneficios lleguen a quien deben llegar.
Ahora,
finalmente la lucha contra la delincuencia no puede ser secundaria. Hay
que formar un nuevo modelo, con mayor inteligencia, porque en Venezuela falta
un mapa de dónde están los delincuentes, cómo se organizan, donde hay que
concentrar esfuerzos, dónde están los grupos que manifiestan estas actividades
antisociales. Es un problema político y para solucionarlo hay que concentrar
recursos junto con la organización de los barrios. Se necesitan milicias
locales contra la delincuencia. Actualmente es una guerra, si tomamos el número
de muertos.
Por
otro lado, hay que rectificar la delincuencia en la administración pública. En
eso necesitan lo que en Estados Unidos llaman whistle-blower (1), es
decir los que alertan a las autoridades sobre la corrupción entre oficiales
administrativos, y se llegan a procesos criminales no alcanza con reprimendas.
La
legalidad necesita una mayor revolución cultural, porque en Venezuela la
incapacidad de los administradores de auto rectificarse es bastante evidente.
Entonces,
el gobierno ganó las elecciones, el gobierno tiene la legalidad, tiene el
respaldo de la mayoría de la gente, incluso muchos de los que votaron en contra
son simpatizantes del programa chavista, siempre que el gobierno lance el
programa y no se quede con el fetichismo de Chávez que no marchó en estas
elecciones. Es evidente, la gente quiere obras y no simplemente rituales.
Hasta
aquí mis comentarios sobre las elecciones venezolanas del domingo.
EChI:
A la oposición le queda aún una carta a jugar, el referéndum revocatorio.
JP:
Si, pero eso es dentro de tres años. Pero desde aquí hasta allá hay mucho para
hacer y muchas oportunidades. Se puede arrinconar a la oposición a partir de
una ofensiva.
Si
uno empieza a anticipar las elecciones tres años, vas a perderlas.
Lo
que necesita el país no es política coyuntural, política electoral, lo que
necesita el país es cambios estructurales ya. Cambios estructurales en el
funcionamiento del gobierno, cambios estructurales en relación a la
administración de la justicia y el combate a la delincuencia, cambios
estructurales en relación con la organización de producción y distribución.
Esa, me parece, es la base para acercar las elecciones. Tienen dos años y
medios para lanzar las bases fundamentales para esta transformación, golpear a
la derecha en todo sentido a partir de reformas que favorecen al pueblo y su
participación directa. Pero es muy negativo que ahora empiecen a
anticipar un referéndum, esa es la mentalidad del perdedor.
Hoy
la mejor defensa es una ofensiva, con un programa económico al frente y
realizarlo en todos los aspectos, paso a paso. Creo además que no puede
establecer problemas generales, sino que debe ser una enumeración de 60 puntos
que se vayan a realizar en tres años.
Por
ejemplo, mejorar servicios, reducir trámites para –por ejemplo- obtener un
permiso para construir una casa, no puede demorar años.
Y
si no se obtiene de inmediato, en una semana, deben existir mecanismos para
sancionar a los burócratas que lo demoran, porque los trámites matan cualquier
programa económico y social.
EChI:
Muy bien Petras, ha quedado clarísimo todo este análisis.
JP:
Bien, antes de terminar quiero comentar una cosa sobre la política de Estados
Unidos en esta coyuntura.
Estados
Undios está jugando la carta de deslegitimizar las elecciones, los medios aquí
están dando mucha publicidad a las acusaciones de Capriles, no quieren
reconocer el resultado, van a cuestionar a Maduro, van a prolongar el proceso
electoral para que el gobierno siempre quede a la defensiva. Es la táctica de
Obama que busca crear una situación caótica, obstaculizando el quehacer, para
frustrar la mayoría.
Esta
política de Obama es la política del golpismo disfrazada de forma electoral, es
el golpismo desde el proyecto electoral buscando de alguna forma frustrar la
posibilidad del funcionamiento efectivo del gobierno y negar su posibilidad de
alcanzar metas que podrían aumentar el apoyo popular.
Esta
política es una guerra de desgaste, es un golpe incremental, creando las
condiciones para un derrocamiento institucional a partir del referéndum dentro
de tres años o antes incluso.
EChI:
Felicitaciones por estos comentarios y muchas gracias.
JP:
Muchas gracias. Un saludo a la audiencia.
Nota de Redacción
(1)
Se trata de un alertador, (en inglés whistleblower, persona que hace
sonar un silbato o pito), es alguien que da a conocer el
comportamiento erróneo que existe dentro de una organización o conjunto de personas. Generalmente, la
persona pertenece a esa misma organización.
(*)
Escuche en vivo los lunes a las 11:30 horas (hora local) la audición de James
Petras por CX36, Radio Centenario desde Montevideo (Uruguay) para todo el mundo
a través de www.radio36.com.uy