Horacio Duque.
El 9 de abril del 2013 quedará en la memoria colectiva de los colombianos por las dimensiones que cobrara la marea humana que contiene la potente voluntad y decisión de la multitud de alcanzar la paz y conseguir cambios políticos radicales en el Etado y la estructura de poder oligarquica vigente.
Lo fundamental es que existe un elevado nivel de conciencia en el pueblo que le permite demandar una paz con justicia social, que modifique el modelo neoliberal de saqueo de la riqueza nacional por parte del imperialismo norteamericano y sus socios de la burguesia dominante en Colombia.
La paz con justicia social, implica rechazar la nueva generación de reformas neoliberales impuestas por el señor Santos en la salud, el fuero militar, el sistema penitenciario y las alianzas regionales con el bloque mercantilista que integran México, Peru y Chiles.
El 9 de abril será también el despliegue del Poder constituyente que reclama un viraje sustantivo de las estructuras políticas y juridicas de dominación vigentes.
El poder constituyente debe conducir a la realización de una Asamblea Constituyente soberana que se convierta en un acto fundacional de la nueva colombia popular, democrátca y en transición a formas superiores de organización social que eliminen el hambre, la pobreza, el autoritarismo y demas penurias que el capitalismo salvaje ha ocasionado a millones de personas.
Si bien es cierto que se ha configurado un amplio bloque histórico por la paz, no se debe permitir que el movimiento y el sujeto social de la paz sean capturados y manipulados por la elite política tradicional que ahora simula el pacifismo.
El 9 de abril será la alegria de la paz, de la diversidad, del pluralismo y de la tolerancia.