Por Horacio Duque
La derecha y la burguesía
han montado una campaña de banalización y desprestigio
del recién electo Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, el compañero Nicolas Maduro, insinuando su falta de solidez
intelectual y profesional; su carencia de títulos rimbombantes, como los que
acreditan los señoritos perfumados que egresan de los centros universitarios
gringos y europeos y llegan a sus países de origen a dar rienda suelta a unos
modelos y esquemas con graves consecuencias para la mayoría de la sociedad. Los
"chicago boys" son un ejemplo de esa ralea
de tecnocratas especializados en hacer la gestión para los
conglomerados financieros y las multinacionales, en perjuicio de los
trabajadores y demás población que se debate en la pobreza y la marginalidad
social.
El Presidente Maduro es
un genuino representante del pueblo venezolano cuya solida formación
intelectual, ética y política ocurrió en la escuela de la lucha
revolucionaria.
Su subjetividad humanista
y transformadora se construyo con la militancia en una organización de lucha
contra el capitalismo y la explotación burguesa.
Se trata de la Liga
Socialista que está registrada en la historia política como un fuerza
revolucionaria asociada con la Organización Revolucionaria (OR), la cual se originó
en la división del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre que nace como una
desprendimiento del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), integrado por
jóvenes seguidores de la revolución cubana en los años 60 del siglo XX.
La Liga socialista actuó
a partir de la filosofía política construida desde las teorías del marxismo, el
leninismo y el maoismo.
Uno de sus fundadores fue
Jorge Antonio Rodriguez, asesinado por la DISIP en 1976. Es el padre del actual
alcalde Jorge Rodriguez Gomez, uno de los más destacados dirigentes del
PSUV.
Otros fundadores de la
Liga fueron Carmelo Laborit, Orlando Yajure y Fernando Soto Rojas.
En los años 80, la Liga
logró una importante influencia entre los universitarios, a través del
Movimiento Estudiantil de Unidad Popular, y apoyo varios proyectos electorales
como la candidatura de Jose Vicente Rangel, en 1983.
En 1998, hizo parte del
Polo Patriótico que apoyó la candidatura presidencial de Hugo Chávez.
Posteriormente se integró al Partido Socialista Unificado de Venezuela, en el
año 2007.
En su militancia
socialista, Maduro fue un destacado dirigente sindical entre los trabajadores
del Metro de Caracas.
Posteriormente fue
miembro de la Constituyente, Canciller y Vice Presidente de la Nación.
Es todo un cuadro de la
revolución bolivariana, profundamente compenetrado con las concepciones
modernas de la civilización humana. Su formación es solida y consistente en los
asuntos de la política y el Estado. Su designación por el
Presidente Chávez como su remplazo fue todo un acierto.
Hoy lo tenemos en el
ejercicio pleno de la Presidencia al ser posesionado como tal por el Consejo
Nacional Electoral.
Esta al frente del Estado
y de la revolución socialista bolivariana para que esta siga avanzando en sus
tareas en favor del pueblo.
En buenas manos está el
Socialismo del Siglo XXI.
San Cristobal, 15 de
abril de 2013.